Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comCon el regreso de Perú a suelo africano para disputar un encuentro amistoso, damos un repaso a los jugadores que, llegados de ocho paises de África, han jugado en la historia del fútbol peruano.

 

Este año, con el arribo del nigeriano Joseph Obinna Nwafor, contratado por Unión Comercio, ya suman dieciséis los jugadores provenientes de África que han jugado en la Primera División del fútbol peruano. Entre ellos, y con suertes muy distintas, se han encargado de representar a ocho países de su continente. Así, a cuento del amistoso de la selección peruana con Túnez, corresponde hacer un repaso a la lista de los africanos que han tenido un paso por el Descentralizado.

Príncipe de corta alcurnia

El paso de Prince Amoako por el fútbol peruano es de lo mejor que los jugadores de África han hecho hasta ahora en nuestro campeonato (Recorte: revista Once)Hasta el momento, Ghana es el país que ha exportado la mayor cantidad de jugadores al Perú, cinco en total, siendo Prince Amoako el que mejor recuerdo dejó tras su paso por Sporting Cristal y Deportivo Municipal entre 1997 y 1998. Su buena performance con la camiseta edil, sin embargo, no le valió para firmar con algún otro equipo, por lo que debió partir en busca de otras tierras para seguir en actividad. Luego de actuar en España, Grecia y Rusia, Amoako culminó su carrera profesional en 2006 con el Asante Kotoko de su país natal, siendo lo último que se supo de él el problema policial en el que se vio envuelto el año pasado al ser denunciado por asalto. Curioso caso que contrasta con el premio Fair Play que recibió el 2002 luego de una solidaria acción de su parte en la Copa Africana de Naciones, cuando arrojó el balón en una situación que lo tenía frente al arco para que atendieran al portero rival durante el encuentro que enfrentó a su selección con la de Nigeria.

El rendimiento de su compatriota Prince Amoako fue lo que le facilitó a Annor Azzis su arribo al Rímac (Recorte: revista Once)Otros jugadores de Ghana que pasaron por suelo peruano son Annor Aziz, delantero que dejó una aceptable impresión en su primera temporada con Cristal, en 1997, pero que en la siguiente acabó fuera del equipo por una alarmante falta de gol. Unos años después, en abril de 2004 exactamente, en medio de las prácticas diarias que Universitario realizaba con el argentino Oscar Malbernat a la cabeza, hizo su aparición Nana Eshun en busca de una oportunidad para mostrar sus dotes futbolísticas. Al final, no convenció en tienda crema, por lo que buscó mejor suerte en el recién creado equipo de la Universidad San Martín que contaba con Juan Carlos Oblitas como técnico. En Santa Anita si quedó, pero más como un pequeño recuerdo de lo simpático que puede resultar el fútbol local para algunos extranjeros que no dejan más que su nombre. Para cerrar con Ghana, están los casos de Derrick Debrah, quien dejó como mejor cosecha el gol que le marcó a Cristal en la victoria de Alianza Atlético por 2-1 en la cuarta fecha del último torneo; y Frank Osei, delantero que solo consiguió anotar para José Gálvez en el Torneo de Reservas de 2010.

Águilas de poco vuelo

Al nigeriano Emeka Ezeugo se lo recuerda en el Perú más por asuntos fuera de fútbol que por lo poco que hizo en las canchas (Foto: kolkatafootball.com)El siguiente país en este recuento es Nigeria, nación que se hizo celebre en los medios cuando, en 1992, Benjamin ‘Benji’ Nzeakor se puso la franja roja del Municipal, convirtiéndose así en el primer embajador de África en el fútbol peruano. Sin embargo, tras un auspicioso inicio con goles, su situación se tornó oscura por una lesión que le cortó la viada que tenía. El siguiente nigeriano en llegar al país fue Emeka Ezeugo, quien el 2001 lució su cartel de haber jugado en la Copa Mundial de 1994. Aún asi, los minutos que alternó en su único partido, ante Bulgaria, de poco le sirvieron para encontrar un club en el que se sintiera cómodo. Primero, firmó con el Deportivo Wanka, pero sin convencer en su labor como defensa; luego, en el segundo semestre, se mudó a Ica para alternar en el Estudiantes de Medicina, que causó sensación en el Torneo Clausura con Franco Navarro como técnico. Lo malo para Ezeugo fue que el éxito deportivo de su equipo no iba de la mano con lo económico, una situación que lo llevó a tener una abrupta salida del Perú tras verse involucrado en el confuso robo de un trofeo. Desde entonces, pasaron diez años para que otro jugador de Nigeria llegara al Descentralizado: Tunde Enahoro marcó el regreso de su país con su paso por Cienciano el 2011 y su actual momento en el Cobresol de Moquegua.

El de Emeka Ezeugo no fue el primer caso de un jugador africano que haya tenido pasado mundialista en arribar al fútbol peruano. Antes de él estuvo David Embé, futbolista de Camerún que logró anotar un gol en Estados Unidos 1994 en el partido ante Suecia -que fue dirigido por el ex árbitro internacional Alberto Tejada Noriega-, cuando consiguió el empate momentáneo de su selección. Lo de Embé en Perú fue corto como su apellido, ya que apenas si jugó en el Municipal de la temporada 1999, una situación similar a la que tuvo el Deportivo Pesquero con su compatriota Christian Bayoi, de fugaz estancia en Chimbote durante 1996.

Los pioneros

Otro país que también dejó su huella en el Descentralizado fue Angola, que tuvo como único aporte al delantero Hugo Lopes da Silva, quien no cumplió con las expectativas de gol cifradas en él cuando llegó al Deportivo Pesquero en 1998. También está Gambia, que aportó el duro y férreo juego de Yankuba Ceesay en la temporada 2007 cuando Alianza Atlético lo contrató. Aún debe haber atacantes y árbitros que recuerden sus duras entradas.

Lebo Morula llegó a Chiclayo para meter goles y, en cierte medida, cumplió con su trabajo (Recorte: diario Ojo, suplemento deportivo Super Crack)Desde Sudáfrica, de la mano de Augusto Palacios, llegó en 1996 Lebogang Morula, delantero que tuvo un aceptable paso por Perú cuando alternó en el Aurich/Cañaña, equipo que ese año dirigió el conocido ‘Trotamundos’ en las primeras fechas. Luego de pasar por Chiclayo, de Morula se volvió a tener noticias dos años después cuando formó parte del plantel sudafricano que asistió al Mundial de Francia, aunque no llegó a jugar en el torneo. Y tal como Amoako, al culminar su carrera de futbolista las cosas no le fueron bien, ya que hace unos meses fue arrestado en su país por estar inmerso en una red de robos. De Zaire, actual República Democrática del Congo, arribó Kanga Nzenza para sumarse al Aurich/Cañaña en 1996, también bajo el patrocinio de Palacios, llegando a formar una dupla con Lebo Morula que entusiasmó a la afición chiclayana en algunos partidos. Por último, cerrando esta relacion de jugadores africanos, está William Inganga, quien llegó de Kenia para jugar en el Atlético Torino que en 1996 cumplió una buena campaña en el campeonato, llegando a aportar -en dupla con el 'Comisario' Rodolfo Miñán- varios goles que ayudaron a que el ‘Taladro del Norte’ se mantuviera en la zona alta de la tabla.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: kolkatafootball.com
Recortes: revista Once; diario Ojo, suplemento deportivo Super Crack

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