Foto: AFPUnión La Calera y LDU dividieron honores y apuros e igualaron 2-2. Los goles llegaron en los momentos en que cada equipo que los marcó parecía más complicado, como sello de un trámite que pudo resolverse para cualquiera.
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    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Si algo caracterizó al encuentro disputado en el Municipal Nicolás Chahuán Nazar, eso fue uno de los principales atributos capaces de volver interesante a un partido de fútbol: la impredictibilidad. Incluso a partir de ciertas imprecisiones, Unión La Calera y LDU apuraron un encuentro atractivo por la vertiginosidad del trámite, definido en parte por errores pero también por aciertos tácticos.

El inicio fue todo del local, sólido en general cuando actúa en casa pero siempre a partir de la conciencia de su condición de cuasi benjamín continental. La zaga liguista tuvo bastante trabajo desde el saque, aunque eso no impidió que el goleador Andrés Vilches encontrara relativamente temprano el claro, tras una escapada por derecha de Octavio Rivero que forzó un rebote en Adrián Gabbarini, para poner a los cementeros en ventaja.

El dúo continuó acosando el fondo albo durante la mayor parte de la primera mitad, siempre con la fórmula de Rivero en el desborde y Vilches llegando para el estiletazo final. Pero la gasolina del envión rojo se tenía que agotar naturalmente en algún momento: comenzó a crecer en el fondo la figura de Pedro Perlaza, quien desde el carril derecho liguista empujó a su equipo a salir y empezar a intentar algunos disparos por cortesía del siempre inquieto Cristian Martínez Borja.

xxxxx. (Foto: AFP)

Esos primeros atisbos fueron una advertencia para lo que ocurrió en el amanecer del complemento. La acción la edificó por derecha justamente Perlaza, con demasiado espacio disponible para proyectarse, calibrar el centro y ponérsela como con la mano a Billy Arce, quien desde el borde del área le pegó mordidamente al balón para igualar. Ese tanto permitió a la visita asentarse y seguir enfilando hacia el pórtico de Alexis Martín Arias, sobre todo cuando Luis Amarilla entró a acompañar a Arce en el frente de ataque.

Sin embargo, la dinámica cambiante del juego encontraría un nuevo giro a 20' del final. Un centro raso desde la derecha de Esteban Cristóbal Valencia se le pasó a todo el bloque defensivo liguista y Vilches, siempre donde las papas queman, puso otra vez a La Calera arriba. El golpe parecía no llegar solo, pues al rato Rivero se escapó raudo por derecha, se coló entre Moisés Corozo y Franklin Guerra y definió cruzado para reventar la base del poste derecho, con Gabbarini ya vencido.

Lo que nadie esperaba en ese momento de la fría noche calerana era un nuevo giro, en este caso absoluto. En la jugada inmediatamente siguiente, un avance aparentemnte inocuo encontró a Arce por derecha, cerca de la raya lateral, en diagonal al vértice del área grande. El mediapunta alzó la cabeza y se perfiló para sacar un centro, pero con Martín salido, la dirección que tomó el balón fue recta al vértice superior izquierdo del pórtico local y se coló allí. Un gol casi casual pero determinante, que equilibró en definitiva una noche de esas en las que todo lo inesperado acaba siendo mejor que lo programado.

Los Goles

Las Fotos

Fotos: Prensa Conmebol; AFP


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La ficha del Unión La Calera 2 - LDU 2

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