Foto: Fabricio Escate / DeChalaca.comEn duelo directo por la permanencia, Llacuabamba fue osado y letal y le ganó 3-0 a un sorprendido Boys. Aunque el marcador fue exagerado para la diferencia vista, a los rosados les costó tomar el rol de favorito obligado al triunfo.
Félix Arias Schreiber | @totoasch
Redactor

El pragmatismo de Teddy Cardama llegó al Callao cuando más e lo necesitaba. Con su sistema mimetizado, se esperaba ver un Sport Boys superior a un Deportivo Llacuabamba bastante complicado y que no ganaba hacía diez jornadas. Pero un choque directo, más allá del contexto de ambos equipos, siempre mantiene una cuota de impredectibilidad. De hecho, el cuadro de Alberto Castillo saltó al campo sintético de San Marcos disminuido, sin sus figuras Álex Valera y Kevin Santamaría; pero a la vez lo hizo muy consciente de lo que se jugaba. Con un comienzo agresivo -y una cuota de suerte- logró imponerse por dos tantos antes de la media hora de juego vía un cabezazo de José Bustamante, primero, y luego mediante un penal bien cobrado por Daniel Chávez vía penal.

El segundo tiempo mostró a una 'Misilera' agresiva. La necesidad del empate hizo que el ataque rosado fuera desaforado, y el hecho de que Boys adelantara líneas complicó a Llacuabamba, pues sin Valera de por medio el juego directo no era una opción funcional. Sin embargo, el cuadro rosado no concretó capitalizar en gol las ocasiones generadas; por el contrario, la experiencia y la técnica de Maximiliano Velasco sí lograron alargar la distancia. La 'Chancha' se reencontró con el gol al ver a Jonathan Medina adelantado y colgarle la pelota por arriba para sellar un 3-0 tan impensado como exagerado, pero al fin útil y valioso como el oro más fino para efectos de la pelea por rehuir el descenso.

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Llacuabamba: Alberto Castillo paró un 4-2-3-1 en el que trató de mantener presión alta y suma de jugadores en ataque para conectar más el juego asociativo, pues las ausencia de Álex Valera y Kevin Santamaría complicaron a un cuadro celeste generalmente dependiente de las individualidades. Pese a fallar un penal, Níger Vega supo liderar el ataque. Los cambios fueron tardíos y para garantizar el resultado, sobre todo los ingresos de César Ruiz y Humberto Mendoza, para cerrar un 5-3-1-1 en los minutos finales.

Boys: El superior plantel de Teddy Cardama se plasmó en un 4-trapecio-2. La 'Misilera' generó varias ocasiones en el segundo tiempo a partir de la tenencia de balón y de la gran lectura de juego de su capitán, Jesús Chávez. Sin embargo, esta vez el cuadro rosado no logró encontrar el gol: ni siquiera aprovechó un penal errado por el usualmente infalible Sebastián Penco. Desde el banco, eso sí, no hubo mayores movimientos que el ingreso del paraguayo Luis Cáceres, aún en deuda.

El Capo: El trabajo silencioso

El paraguayo Ovando volvió a la titularidad y aprovechó su chance: más allá de la goleada de su equipo, fue figura. (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

Es difícil que, contra la norma, un equipo se arme de adelante hacia atrás. Mario Ovando es consciente de esto: el experimentado portero paraguayo aprovechó la chance que le dejó la ausencia de Miguel Ramírez y supo ser figura incluso en una mañana en la que su equipo goleó 3-0. Mantuvo calma, descolgó importantes centros, ejecutó una triple atajada y ganó tiempo para que Llacuabamba saliera victorioso.

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Empieza a agotar la ausencia de cuestionamiento crítico del árbitro peruano al momento de añadir descuentos. El partido de Miguel Santiváñez fue bastante flojo, principalmente por una polémica mano de Félix Uculmana en área aurífera; pero sobre todo, porque siguió la pauta de copiar los minutos extra que se dan en Europa. Que se adicionaran 7 fue un exceso para un partido en el que no se emplea VAR y no tuvo tantas paralizaciones.

Los Goles

Fotos: Pedro Monteverde y Fabricio Escate / DeChalaca.com


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La ficha del Llacuabamba 3 - Boys 0

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