La continuidad de Arséne Wenger en Arsenal: Rentable zona de confort
Diego Rodríguez | @diroda86 Redactor |
En sus 21 años como técnico del Arsenal, Arséne Wenger ha tenido un rendimiento deportivo progresivamente degenerativo, pues claro está que no juega solo. Manchester City y -desde antes- el Chelsea, han incrementado exponecialmente sus presupuestos; el Manchester United mantiene sus inversiones estratosféricas año a año; y además, este año la Premier League es la competición que más gastó en fichajes: la friolera de 1,373 millones de libras esterlinas.
Si bien los de Londres hicieron dos fichajes importantes como Granit Xhaka y Shkodran Mustafi (35 millones de libras esterlinas cada uno), nunca habrían podido fichar una súper estrella como Paul Pogba (89 millones). El fichaje más caro de la historia gunner ha sido el de Ozil por 40 millones, seguido por el suizo y el alemán y luego, Alexis Sánchez por 32 millones (en todos los casos, siempre en moneda inglesa).
Las finanzas del Arsenal siempre han sido bien manejadas, y es que Wenger, economista de profesión, logra un ejercicio de compra y venta con rentabilidad múltiple. Por ejemplo, compró a Nicolás Anelka del PSG por 500,000 libras y lo vendió al Real Madrid por 30 millones; compró a Marc Overmars del Ajax por 4 millones y lo vendió al Barcelona por 35 millones. Hizo caja cuando vendió a varios futbolistas al Manchester City, como Emmanuel Adebayor, Kolo Touré, Samir Nasri y Gael Clichy. O incluso logró la venta de Césc Fábregas al Barcelona por 30 millones de libras cuando lo adquirió como juvenil años antes desde La Masía por menos de 1 millón.
En finanzas, entonces, todo cuadra. Pero en lo deportivo, el Arsenal no logra ver números azules porque, está dicho, la competencia es mayor. En la última década apenas ha ganado dos Copas FA (2013/14 y 2014/15). No campeona en la Premier League desde 2002/03, con la orquesta invencible de Thierry Henry; sin embargo, se ha mantenido en el top-4 desde que Wenger asumió -había sido quinto con Bruce Rioch un año antes, y decimosegundo con Stewart Houston dos temporadas atrás-. Además clasificó a todas las Champions League que jugó -con lo que económicamente implica- y pasó de grupo desde la temporada 2003/04.
Un global de 2-10 en su sétima eliminación consecutiva de Champions League hace replantear el caso. El fútbol es una competencia en el que los resultados marcan la pauta, y el Arsenal está lejos de esa cosecha. Sin embargo, la directiva gunner parece ponderar la solvencia financiera del club -junto al Manchester United es el único en Inglaterra que logra pagar dividendos a sus dueños- antes que incrementar el arca de trofeos, y ya ratificó a Wegner pese a la abultada derrota.
El año pasado el equipo londinense tuvo la chance de campeonar en una temporada atípica para la Premier y con un ganador inédito como el Leicester. Pero individualmente el Arsenal no tiene un plantel de grandes figuras mundiales; sí cuenta con jugadores muy por encima del promedio, pero prioriza un colectivo joven. En esa línea, este año Alexis Sánchez se dio cuenta que deportivamente no podía aspirar a mucho más y se lo vio frustrado tras ser eliminado por el Bayern; su futuro parece lejos de Londres y desde hace ya varios meses que anda peleado con Wenger por problemas salariales.
Si el técnico galo sigue, la historia deportivamente no va a cambiar. Con lo que tiene le basta para mantener su cuarto puesto, su clasificación a la Champions League y mantener cifras azules a fin de año. Mientras haya rentabilidad, la directiva siempre lo va mantener así falten copas.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
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