Foto: UEFASevilla estuvo cerca de alargar el pase a cuartos de la Champions a los penales, pero se tuvo que conformar con un 2-2 frente al Dortmund. Los schwarzgelben otorgaron licencias a su rival, aunque supieron aprovechar las ocasiones que generaron.
Lenin Auris | @Lenin_Auris
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El resultado retirará de la memoria colectiva el juego, la actitud y las acciones contundentes de los dirigidos por Julen Lopetegui en pos del triunfo, que hicieron  flaquear a la defensa del Borussia Dortmund. También se concluirá que la derrota de local sepultó al Sevilla y que los hispalenses viajaron a Westfalia con una mochila que no pudo contrapesarse solo con entusiasmo para continuar en el torneo; que solo fueron chispazos, aunque no haya sido tanto así. El elenco andaluz fabricó opciones genuinas de ganar y tentar la clasificación y que su ineficacia en el toque final la esfumó. En resumen, un lugar común en el fútbol se asomó en el Signal Iduna Park: el cercano intento de clasificación del Sevilla será guardado y pasará al olvido en la última gaveta de la biblioteca de la Champions, y que ni el más fanático palangana la pretenda abrir.

Llovieron los centros de Sevilla del trabajo de Jesús Navas, de Joan Jordán y sobre todo de la manija de Suso y Lucas Ocampos. La providencia los conducía al punto de penal, para ver crecer la emoción; y antes de las celebraciones de los nervionenses, aparecían Mats Hummels o un toque desviado o un cabezazo peleado con el arco. A esto se sumaba la presión en la salida desde la mitad del campo que ejercía el Dortmund, que ante la imposibilidad de salir tocando buscó con pelotazos a Erling Håland. Tras el sofocón inicial, en la primera que el noruego tuvo anotó el primero ante la sorpresa del Sevilla y ante un grueso error de Jules Koundé. Así, la mezcla de concentración y desesperación que produjo varias ocasiones de gol para los comandados por Lopetegui se tradujo en lamentos con el pitazo parcial.

La reanudación del juego trajo con como novedad el adormecimiento del Sevilla, que se tradujo en el segundo tanto de los dirigidos por Edin Terzić. La zaga visitante se resquebrajó, y primero un remate de zurda de Thorgan Hazard -previo pase de Håland que rozó el palo derecho de Yassine Bounou- y luego una veloz pared de la misma dupla provocó el gol del atacante noruego. Arribó entonces el protagonismo del árbitro y los hombres del VAR: el turco Cüneyt Çakır anuló el gol sin que Håland hubiera estado en posición adelantada o cometido falta, y luego cobró penal, esto último en función de una jugada anterior en la cual el mismo delantero había sido empujado dentro del área por Jules Koundé.

Håland, una vez más, apareció como referente indiscutido del ataque del Dortmund. Aquí planea tras marcar el segundo tanto. (Foto: UEFA)

Pero lo singular fue que la telenovela no se quedó en eso. Håland erró el penal y el juego prosiguió un par de minutos, hasta que el juez detuvo otra vez el encuentro y consultó al VAR para ordenar repetir el penal. Esta vez sí fue gol y claro, se desataron múltiples reclamos de parte del Sevilla. Todo quedó allí, con un nuevo penal a favor del Sevilla por un leve -pero claro- empujón de Emre Can contra Luuk de Jong. Se apretó así el juego y comenzó a tornarse parecido al primer tiempo, con los de Andalucía arriesgando en ataque y el anfitrión cuidando el balón y acelerando para contraatacar.

Mención extra merecen los jóvenes puntas Erling Håland y Youssef en-Nesyri, de 20 y 23 años respectivamente, quien destacaron nítidamente y fueron los mejores de sus equipos, además de anotar sendos dobletes. El atacante noruego muestra potencia, velocidad y virtud para los toques rápidos, de modo adicional a su fuerte pegada. El delantero marroquí, en tanto, exhibe habilidad en el traslado del balón, buen juego aéreo y rapidez para desmarcarse. Ambos están consolidados en sus equipos: lo certifican los hechos de que Håland es el goleador de la Champions con 10 anotaciones y el segundo es En-Nesyri con 6.

Por lo demás, esta vez el 4-3-3 del Sevilla le sirvió para lavarse el rostro de la presentación de ida. Los laterales fueron fundamentales, sobre todo en el primer tiempo, cuando fueron apoyados por los volantes ofensivos. Cabe anotar que un factor fundamental del dominio andaluz, a pesar de la derrota parcial, pasó por la presión del bloque ofensivo, medio y defensivo. Esta cualidad, no obstante, pasó factura en el complemento porque los de Lopetegui no sostuvieron ese despliegue de energías y en algunos contraataques del Dortmund la defensa hizo agua. No obstante, en los últimos 20 minutos el cuadro de Nervión se recompuso y acarició el triunfo.

En-Nesyri, otro delantero de polendas que también aportó un doblete. Aquí marca de penal. (Foto: UEFA)

Tres factores definen la clasificación de los schwarzgelben, tras pasar el temporal: tuvieron un alto porcentaje de efectividad frente al arco en relación de las oportunidades creadas, efectuaron una dosificación adecuada de energías y se vieron favorecidos por las malas decisiones del rival. Si bien el Dortmund bajó su rendimiento en comparación con lo visto la semana pasada en el Sánchez-Pizjuán y no fueron notables las actuaciones de los extremos Marco Reus o Thorgan Hazard, esta vez Thomas Delayne en la volante y Mats Hummels en defensa se confirmaron como piezas gravitantes en el afán del equipo de Terzić por volver a decir presente en las semifinales de la Champions.

Los Goles

Fotos: UEFA


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La ficha del Dortmund 2 - Sevilla 2

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