Después de la tormenta, ¿vendrá la calma?
Tras su pésimo 2012, Alianza Lima y Universitario afrontarán 2013 como un año de transición. ¿Podrán fortalecerse como instituciones sin descuidar los resultados deportivos?
Valgan verdades, el Descentralizado 2012 tuvo, para los ‘compadres’, desenlaces no esperados. En Alianza, nadie imaginó sufrir hasta el final para zafar de la baja; en Universitario, cuyo rumbo parecía incierto, quedó el sinsabor de perder, por un muy poco, la clasificación a la Sudamericana.
Lo cierto es que, para el Descentralizado 2013, pese a que ambos no jugarán ningún certamen internacional, la prioridad sigue siendo la correcta gestión económica. En esa línea, Alianza parece entender mejor la gravedad de su situación, pues la administración temporal blanquiazul ha decidido afrontar el torneo teniendo como base a sus canteras, reforzadas con jales que parecen encajar en el presupuesto. Universitario, en cambio, ha aflojado la billetera para sumar a jales extranjeros cuando la lógica apuntaba a seguir saneando sus innumerables deudas, que son incluso mayores que las de los íntimos.
Para cantar algunas victorias
Lo primero que debe hacer Alianza es tomar apunte del año anterior. 2012 fue un año de angustia para los victorianos, que tenían un plantel para pelear en ambos frentes (torneo local y Libertadores), pero permitieron que los líos extradeportivos arrastraran al club hacia la fuga masiva de elementos en pleno proceso. Se planificó la campaña con un equipo fuera de presupuesto y el resultado quedó a la vista: antepenúltimo lugar al final del Descentralizado.
La administración temporal, presidida por Susana Cuba, entendió que cada crisis representa una oportunidad, pues, en la austeridad, surgieron gratas apariciones que, sin duda, buscarán este año su consolidación. Un punto a favor de la directiva aliancista es que fijaron topes salariales de acuerdo a sus posibilidades.
De otro lado, resulta beneficioso que Alianza siga apostando por técnicos de la casa: a José Soto lo reemplazará Wilmar Valencia, cuya madurez como DT es mayor aval para aspirar a un mejor papel en 2013.
Alianza podría formar una interesante columna vertebral con George Forsyth en el arco, Walter Ibáñez en la zaga, Henry Quinteros en la volante y Miguel Mostto en la delantera, siempre y cuando las lesiones no entren a tallar.
Por otra parte, a pesar de las contrataciones de Julio Edson Uribe, Emiliano Ciucci y el retorno de Luis Trujillo, la ausencia de otro ‘9’ es un punto flaco. Debe resolverse, pero de acuerdo al presupuesto.
Con el espíritu del ídolo
Universitario apuesta este año a limpiarse la cara. Desde luego, existe un aliciente que obliga al cuadro crema a exhibir la garra: el centenario del nacimiento de ‘Lolo’ Fernández, la máxima estrella de la institución, debe constituir un estímulo.
Sin embargo, en la práctica, la administración temporal de Rocío Chávez parece haber desembolsado más dinero de lo que dictaba la prudencia, con jales extranjeros que incluyen a su técnico Ángel Comizzo, cuyas referencias obedecen más a su trayectoria como exportero que como actual DT.
Si echamos un vistazo al escenario crema, lo más adecuado hubiera sido sostener el ritmo de competencia con la base del año pasado, sumando una que otra contratación ajustada a su economía.
Si bien ya no estarán Flores, Polo y Ampuero, aún queda gente de experiencia: futbolísticamente, la preocupación inmediata es mejorar la defensa y que el ‘Chino’ Ximénez mantenga su racha goleadora.
En consecuencia, para los compadres un desempeño digno durante el 2013 sería tarea cumplida, al margen de conseguirse títulos o clasificaciones internacionales. Solo ellos pueden decidir dónde están sus límites: la meta primordial, sin embargo, sigue siendo sincerar las arcas y ordenar la institución.
No faltarán los apasionados que pregonarán que la historia de los dos más grandes equipos les exige a tentar el título, una frase que suena más a cliché y que es incentivada, irresponsablemente, por cierta prensa que urge llenar carátulas con ambas camisetas. Por ello, 2013 debería ser el punto de partida para forjar los cimientos de instituciones modelo, con proyectos sólidos y, a partir de allí, trazar metas deportivas más ambiciosas, incluso, que un título local.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Abelardo Delgado y archivo / DeChalaca.com, AP
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Julito eres libre de comentar cosas sin sentido como siempre.
SERIA INTERESANTE QUE SE DIGAN CUANDO EMPIEZAN A PAGAR SUA GRANDES DEUDAS Y LO CURIOSO DEL ASUNTO ES QUE LA PRENSA NO DICE NADA
Para variar, viendo solo lo que quieren ver. Sà pues, la U está formando un plantel más costoso de lo que la economÃa del equipo aguanta, siendo el equipo más endeudado de todos. Esto obviamente obedece a su histórico ego elevado, que cuando están en medio de la miseria los lleva a cometer este tipo de incoherencias, bajo el altanero (disfrazado de perseverante) lema de "pelear a pesar de todo", que no aplica para esta caótica y profunda crisis económica. También como cuando se mandaron a hacer un estadio para 80 mil personas, para convertirse en una vergüenza de localÃa que solo se llena en clásicos y finales, que en el resto del año en partidos cualesquiera solo llega a sobre pasar 1 o 2 veces un poco menos de su capacidad total. La u es la u.
