Uruguay - Argentina: Le pintó la cara
Daniel Reátegui | @danielreateguiw Redactor |
El Capo: Lo verá volar
Cristian Olivera jugó 60' y en ese tiempo, junto a Juan Manuel Gutiérrez y Maximiliano Juambeltz, tuvo a mal traer al fondo argentino. La figura de la tarde jugó muy abierto por la derecha y, luego del gol que anotó a los 6' en complicidad con el golero Rocco Ríos, se replegó junto a todos sus compañeros, de modo de aguardar la contra para liquidar el partido.
La Pizarra: Los goles pulverizaron los esquemas
Si algún dibujo táctico ensayó el entrenador uruguayo, Alejandro Garay, pues casi no lo aplicó. Con el segundo tanto logrado apenas a los 6', los charrúas entregaron la cancha a Argentina, armaron dos líneas de cuatro delante de su arquero Lukas González y neutralizaron todo intento de albiceleste por llegar al gol.
Por el lado de Aimar, el esquema inicial 4-2-3-1 se fue al tacho pronto por los dos goles encajados. Argentina nunca encontró los espacios; no mostró estructura de juego, tampoco rebeldía ni contaba en la nomina con genio alguno que pudiera descifrar el acertijo que le montó el DT uruguayo.
El Extraviado: Mucho 'Guti'
Parecía una jugada típica del inicio del partido: la pelota iba de un central al otro para intentar la salida por el otro flaco de la cancha. Sin embargo, Kevin Lomónaco no se asentó bien sobre el sintético de San Marcos y pifió la pelota, que quedó a merced de Juan Manuel Gutiérrez. Este, sin agradecer la cortesía, enfiló baterías rumbo al arco de Ríos, relamiéndose porque ya se imaginaba cómo acabaría la jugada. Y así a los 3', mano a mano frente al golero argentino, definió de derecha y puso el primero.
La Calamidad: Se le escurrió(s)
"Las desgracias nunca vienen solas" reza el dicho popular, y ya se sabe que la voz del pueblo es la voz divina. Apenas 3 minutos después del error de Lomónaco, el golero Rocco Ríos cometió el blooper del torneo pues no pudo contener un remate inofensivo y sin mucha potencia de Cristian Olivera. El balón se le escurrió entre las piernas para dormir en la red. Era el segundo gol uruguayo en apenas 6' y el partido ya se ponía cuesta arriba para los albicelestes.
La Clave: El físico importa
Corrían los 70' y al menos un par de jugadores argentinos cayó al sintético con claras muestras de calambres -Juambeltz fue el más afectado-. Tal vez se debió a que Argentina hizo el gasto del partido, pues muy temprano debió redoblar esfuerzos, primero para asimilar el golpe de estar 2-0 abajo, y luego para intentar generar juego. Lo cierto es que los uruguayos no padecieron ello y por el contrario, en cada dividida salían victoriosos.
La del VAR: No lo tocó
El partido seguía 2-0 y sobre los 67' hubo una pelota dividida entre Bruno Amione y el golero uruguayo Lukas González. La pelota se le escurrió al golero, quien luego chocó con el zaguero albiceleste; la pelota quedó a merced del ingresante Juan Pablo Krilanovich, quien la mandó al arco; sin embargo, Garay sancionó falta del atacante argentino, que no existió. Pudo haber sido el descuento, y tal vez habría cambiado el rumbo del partido.
El Jugadón: De contra
Se jugaba el descuento y Argentina estaba lanzado al ataque, por instinto antes que por convicción. Uruguay recuperó la pelota en campo propio, avanzó por el sector derecho y, luego de una pelotera en el área albiceleste, la pelota quedó en los pies de Mathías Ocampo, quien sello la goleada con un zurdazo.
Kazuki Ito: ¿Garay? Sí
Pero no algún cuestionado árbitro nacional, sino Cristián Garay, el réferi chileno. Cumplió regular labor hasta que se produjo la fricción entre González y Amione que la imagen televisiva reveló como notorio error del juez.
Fotos: Pedro Monteverde / DeChalaca.com
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