Bolivia - Perú: Jugamos como siempre, ganamos como nunca

La historia de los nuevos 'jotitas' parecía tener el habitual epílogo de nuestras selecciones menores, aquellas que eran eliminadas con antelación de los Sudamericanos. No obstante, esta vez Perú se aferró a la vida al ganarle por un sufrido 2-1 a Bolivia -que venía invicta- y con ello obtuvo sus primeros tres puntos en esta competición. Ahora la blanquirroja depende de un triunfo ante Colombia para avanzar a la próxima instancia.
Dominio altiplánico
Sabiendo que una victoria los pondría en el liderato del grupo A, los bolivianos tuvieron el control del juego en los primeros 15'. Con disparos de larga distancia realizados por Fran Parada y Óscar Ribera, casi llegaron a ponerse en ventaja. Perú trató de equiparar las acciones, pero no lograba sincronizar su medio campo, por lo que Arroé y Rey quedaban muy solos en ataque. Los verdes contaron con la mejor opción del primer capítulo sobre los 32', cuando su espigado delantero Gilbert Álvarez efectuó un disparo de testa que salió desviado por poco, tras una salida en falso del portero peruano Falcón.
Un obsequio no cae mal
Los dirigidos por Oré iniciaron la etapa complementaria con mayor decisión. Prueba de ello fue una buena jugada individual hecha por Johan Rey, quien tras sacarse de encima a un rival se dejó caer en área boliviana simulando un contacto del defensor altiplánico Borda. El juez ecuatoriano Daniel Salazar compró la falta -sanción injusta, como los penales señalados en contra de Perú los dos partidos anteriores- y el capitán Renato Zapata -el punto más alto del equipo- sería el encargado de ejecutar correctamente la pena máxima sobre los 52'. Los nacionales habían aprovechado su primera oportunidad de anotar en todo el encuentro para ponerse adelante.
Merecida igualdad
Los bolivianos buscaron el empate basándose en ataques aéreos y los remates de media distancia. Sus tres volantes de creación: Fran Parada, Samuel Galindo y Óscar Ribera enviaron numerosos centros al área peruana, donde esperaban localizar a su atacante Gilbert Álvarez, que no estuvo en una noche afortunada. El 1-1 para los altiplánicos llegaría a los 73' mediante un tiro de cabeza del defensor central Alejandro Méndez, que aprovechó un buen servicio de Leonel Justiniano, aunque contó con complicidad del arquero Falcón. Aquella paridad era un justo premio para los bolivianos, que hasta ese momento habían desplegado un mejor juego que los 'jotitas', que se quedaban así fuera de competencia.
Devolvió la gentileza
Cuando el cotejo expiraba y los verdes atacaban incesantemente, el volante nacional Jordan Ccapacca lanzaría un largo pase para un solitario Deyair Reyes -había ingresado por Carranza-, quien atinó a sombrear el balón tras una mala salida por parte del golero boliviano Pedro Lusquiño. Era el definitivo 2-1 favorable a Perú, con dos características que son un tanto ajenas a nuestro fútbol: se ganó jugando mal y con un gol sobre el final. Las tres unidades sirven para continuar con vida en el certamen; no obstante, es notoria la exigencia de mejorar mucho tácticamente para afrontar el duelo ante los cafeteros. Por ahora, solo cabe espacio para el respiro de alivio.
Fotos: Sergio Dávalos Montealegre
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