Perú - Paraguay: Punto de desequilibrio
Sufriendo excesivamente durante los últimos minutos, Perú la terminó sacando barata al igualar 0-0 con Paraguay. Los guaraníes desperdiciaron clarísimas oportunidades de gol en contragolpes que encontraron muy mal parada a la zaga nacional. El desbalance entre individualidades destacadas y actuaciones discretas marcó el trámite de la actuación peruana.
A Óscar Cardozo le dicen ‘Tacuara’ en su país por el supuesto parecido de su fisonomía una especie de caña silvestre larga que crece en algunas zonas del territorio paraguayo. Si alguien quiere empezar a promover su cultivo en el Perú a partir de mañana, será bienvenido: la estatura del atacante del Benfica portugués -y su consecuente reducida movilidad- tuvo mucho que ver con que esta noche de sábado, el Monumental mantuviera su marcador electrónico en cero.
Cardozo no solo marró dos claras oportunidades cuando, durante los 20 terroríficos últimos minutos que tuvo la zaga peruana en el segundo tiempo, quedó en sendos manos a mano con Leao Butrón los cuales definió desacertadamente. También, en la jugada final del partido, estuvo providencialmente parado delante del arco peruano para que un remate de Christian Riveros le rebotara y no se convirtiera en el gol de la victoria guaraní.
Poca sorpresa habría causado lo último. Perú, en su desordenada búsqueda del triunfo cuando el reloj se puso en su contra, progresivamente se había envuelto en una maraña de contragolpes albirrojos que penetraban las espaldas de Santiago Acasiete y un espeluznante Alberto Rodríguez -que delató a leguas su falta de fútbol- con excesiva facilidad. Quedó la sensación de que esos huecos de los minutos finales habrían podido ser mejor aprovechados por la dupla que arrancó el partido en Paraguay. Y es que si al partido le faltaba por lesión un guerrero, ese personaje estuvo del lado paraguayo: Nelson Haedo jugó visiblemente lesionado desde el primer tiempo pero, consagrado por su afición como el nuevo ícono del linajudo caudillaje guaraní, se resistió a salir y con una vistosa venda en la cabeza se dio abasto para complicar. Además, su compañero de ofensiva fue quien estuvo más cerca de dirigir los tres puntos a Asunción: Salvador Cabañas fue el más parejo de la cancha y resultó un auténtico peligro cada vez que tuvo un metro de más, hasta que Gerardo Martino decidió su sustitución por el insípido Jorge Achucarro.
Con todo, ‘Salvagol’ no fue el protagonista de la mejor oportunidad de gol de la noche. Juan Vargas, la figura peruana, clavó un zapatazo a los 62’ tras extraordinaria asistencia de Nolberto Solano que bien pudo merecer mejor fortuna cuando, con Justo Villar vencido, el balón pegó en la parte baja del poste izquierdo paraguayo. A diferencia de lo sucedido en el arco de Butrón, se trató de esa y pocas más; si Jefferson Farfán estuvo movedizo en la primera fracción y causó algunas complicaciones a la ordenada defensa paraguaya, Claudio Pizarro, para variar, mostró empeño pero sin salir de la nube de intrascendencia que lo envuelve cada vez que viste la camiseta de la selección. Hasta Flavio Maestri, con sus 34 años encima y tres días de convocatoria, insinuó algo más de peligro que el hombre del Chelsea durante los 20 minutos que estuvo en la cancha.
El desequilibrio que hubo entre los hombres del ataque fue el mismo que se vivió en el resto de las líneas de juego peruanas. Si Vargas volvió a lucir las credenciales de crack que el Calcio le está galardonando, Solano ratificó que el toque lo tiene intacto pero que cuando se pierde continuidad futbolística -en el West Ham aún no juega- pasada la barrera de los 30, toda reaparición cuesta el doble. Si Henry Quinteros aprobó el examen en la función de volante tapón-con salida en que ‘Chemo’ del Solar quiere ubicarlo, Paolo de la Haza ofreció con seguridad más garantías que Juan Jayo -quien hasta cuando solo juega tres minutos, dicho sea de paso, comete faltas para expulsión- pero estuvo extrañamente impreciso en los pases que debían generar salida al mediocampo peruano. Si John Galliquio suplió con grandes cuotas de esfuerzo sus limitaciones en el lateral derecho, Walter Vílchez volvió a las épocas en que sembraba dudas -y sacaba mal calculados centros- custodiando la banda izquierda. Y si Acasiete quería impulsarse al ataque desde la zaga central, Rodríguez y su comentada inactividad sufrían esos espacios dejados en blanco. Desbalance perfecto.
No obstante, queda claro que el producto final ofrecido por Perú sobre la cancha del Monumental tuvo más que ver con la suma de circunstancias individuales que con algún despropósito táctico de Del Solar. Por otro lado, también queda claro que el ‘Tata’ le ganó la pulseada al ‘Chemo’ en la lectura del partido, aunque para ello haya debido sacrificar a Cáceres y Riveros -sus volantes de corte ofensivo- como muros para Vargas y Solano, respectivamente. Ello tuvo mucho que ver también con que esos dañinos pero igualmente desordenados contragolpes guaraníes de los minutos finales no hayan terminado en gol.
Los casi 50 mil espectadores que llegaron a Ate se fueron tibios, como el partido mismo, musitando a media voz que hubo suerte en haber sacado una igualdad ajustada. No les faltaba razón respecto de lo último, pero igual muchos de ellos bien podrían ir presos de culpa por no haber hecho sentir la localía como en otras Eliminatorias frente a los guaraníes. Algunas máximas fraseólogas consoladoras al cabo de los 90 minutos -declaraciones del propio ‘Ñol’ Solano incluidas- proponían que si en otras ediciones de la competición se comenzó ganándole a Paraguay para terminar en el fondo de la tabla, por qué esta vez no podía ocurrir lo inverso. Los juegos de palabras son simpáticos, pero en estas circunstancias la calculadora no miente: Perú no ganó un punto, sino que perdió dos en casa, y eso, a final de cuentas, inevitablemente desequilibra.

saludos desde argentina - renzo.
pd:la verdad la web esta rebuenisima alta calidad hay aca.
Y bueno, el público-UNA VEZ MAS- un mamarracho...
PERO PARA QUE JVEGUE LA SELECCION Y PARA QUE SE PIDA QUE SE META PRESION, NO ES.
EN ESA HELADERA NO SE METE PRESION A NADIE. NO SE SIENTE LA CANCHA CERCA, EN POCAS PALABRAS ESE ESTADIO ES GRANDE POR LAS HVEV...
SE DEBERIA JVGAR EN MATVTE PARA QUE VEAN LO QUE ES METER PRESION A LOS DEMAS, NO COMO EN LA HELADERA DE GREMCO QUE MAS PARECE VN MONVMENTO AL BOSTEZO
a la hora de encarar. Paolo de la Haza estuvo muy nervioso, perdiendo balones fáciles y amarrando mucho en la salida. Mención honrosa,eso sÃ, para el "Loco" Vargas que por momentos se puso el equipo al hombro, jalando marca por la banda izquierda, por donde casi nos regala un golazo.
Paraguay se paró muy bien atrás y adelante hizo mucho daño con poco volumen ofensivo. Cabañas con Haedo y luego Cardozo con Achucarro estuvieron rápidos e incisivos, desnudando las ya conocidas falencias de Galliquio por el lateral.
Sobre la hora pudieron haber liquidado el partido tranquilamente y, en lÃneas generales, la sacamos muy barata y quedé decepcionado con el rendimiento de un grupo que me habÃa generado una tremenda expectativa para debut eliminatorio.
Lamento tener que recurrir a la peruanÃsima frase "por lo menos se sacó un punto", pero no me queda otra si luego del partido de hoy debo seguir ilusionado con lo que ha de venir comenzando este miércoles.