A propósito del impertinente boicot de asistencia que algunos iluminados han sugerido para el Perú - Colombia por la quinta fecha de las Eliminatorias, algunas razones por las cuales sí vale la pena ir al Monumental este sábado.

Video: You Tube / Usuario: luchoquiroz

Porque es ilógico decirlo solo ahora que la cosa viene mal. Decir que ir al estadio es llenar los bolsillos de la FPF resulta oportunista: esta dirigencia viene haciendo barrabasadas desde que no convocó a elecciones en 2006, por lo cual, de dar la razón al boicot, habría que haber censurado sus partidos desde ese entonces. Es muy probable que muchos de los que piden no ir al estadio hayan pagado su entrada en noviembre para aplaudir patéticamente a Ronaldinho, Robinho y Kaká.

Porque la mejor protesta ante Burga y compañía se puede hacer en las graderías. Si a las tribunas no las calló ni el peor de los comunismos en la Unión Soviética, no tendría por qué hacerlo en el Monumental una dirigencia que ni siquiera puede controlarse a sí misma. Si la idea es hacer sentir la voz de protesta, qué mejor escenario que un estadio lleno: que vayan las pancartas y los muñecos de año nuevo. Que RCN, Caracol y demás se enteren qué pasa en el Perú. Que se grite tan fuerte que nos reboten las señales internacionales para que todos sepan que hay un país en el cual todos, desde el presidente García hasta el más modesto canillita, concuerdan en que quienes dirigen la Federación de Fútbol se deben largar de una buena vez, pero por alguna paradoja estructural eso no puede conseguirse.

Porque los partidos entre Perú y Colombia siempre regalan alguna joyita para los amantes del fútbol. Hace 12 años, Carlos Valderrama engalanó el Nacional de Lima con sus milimétricos pases y una genialidad ante Olivares al dejar pasar el balón entre sus piernas. Hace 8 años, Ángel definió magníficamente a la salida de Vegas. Hace 4 años, Jairo Patiño marcó un golazo de cabeza. Sí, qué le vamos a hacer, todos fueron éxitos colombianos; pero fue gran fútbol. Aunque la mejor joya de los últimos 10 años entre Perú y Colombia fue peruana y con el sello de César Augusto Cueto Villa. Que las imágenes hablen por sí solas de aquel 2-1 (ver video, minutos 0:16 a 0:44), y que alguien se vista de 'Poeta' este sábado por alguna gracia divina.

Porque el fútbol peruano es gitano y siempre podrá darnos una sorpresa. Si casi le sacamos un empate a España sin saber cómo, por qué no podríamos ganarle a Colombia. Que, por cierto, es otra de las grandes selecciones gitanas de esta parte del mundo y pocas veces gana cuando es enteramente favorita. La irregularidad es carne común en el fútbol sudamericano actual. 

Porque, sobre todo, la selección es de todos y no de unos cuantos. Los habitantes actuales de la Videna quedarán en la historia del fútbol peruano, de acá a unos años, como divertidos personajes de reparto de alguna que otra anécdota de tragos. No van a estar en los libros porque nadie va a gastar tinta en ellos. En cambio, sí va a quedar registrada la asistencia de mañana, y también el resultado. Y los posibles goles. Fundamentalmente por respeto a eso, el verdadero hincha, ese que sufre por dentro más que pintarse la cara, debe ir este sábado al estadio.

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