Cuando cerrarse es un problema
La pregunta sobre si conviene jugar con tres o cuatro hombres al fondo es vieja y en el Perú tendría, si se corriera una encuesta, una abrumadora respuesta: cuatro. Los argumentos que se esgrimen a favor de ello son múltiples y van desde la "usanza histórica" del fútbol peruano hasta la supuesta demostración vía Winning Eleven de que con tres al fondo siempre vas a quedar peor parado en los contragolpes y por tanto no conviene jugar así. Como fuere, la posición pro línea de cuatro termina, en muchos casos, rayando en el fundamentalismo.
Acá queremos animarnos a lanzar la pregunta contraria, casi por negación: qué beneficios tendría jugar con tres al fondo y por qué convendría no cerrar esa posibilidad. No quiere decir que estemos convencidos de ella; simplemente que no la descartamos y que por tanto merece ser evaluada.
Cuando al fondo hay sitio
Es, ante todo, falso que la línea de tres no haya sido exitosa. El mejor Cristal de la historia, el de Oblitas y el propio Markarián, acaso el mejor equipo peruano de la segunda mitad del siglo XX junto con el Alianza Lima de los setenta, jugaba con tres atrás. A Oblitas le dijeron de todo cuando adoptó el sistema allá por 1991: poner a Claudio Pedraglio -delantero en otros clubes- como líbero le granjeó críticas e insultos que acalló con el título logrado ese año y luego con los tres que el cuadro rimense consiguió -el último ya sin el 'Ciego'- a mediados de los noventa. Incluso Markarián mantuvo el sistema para la consecución del subtítulo de la Libertadores en 1997, a tal punto que cuando se quedó sin un back en las fases decisivas improvisó a Erick Torres, habitual volante de marca, como stopper antes que modificar el sistema.
Otros equipos campeones en el medio, como las 'U' de Piazza (1998) y Chale (2000) usaron también con éxito la línea de tres. El esquema se basó siempre en tener un líbero solvente, con personalidad, ordenado, cuasi referente (caso paradigmático del argentino Gustavo Falaschi), y stoppers complementarios entre sí. Además, el esquema también podía verse como una salida a otro problema: la carencia de marcadores. Si se tenía carrileros que iban mejor al ataque que a la marca -Jorge Soto y Solano en el Cristal noventero, por ejemplo-, entonces lo conveniente era cerrar la línea de fondo con tres que defendieran al medio y dos que hicieran el ida y vuelta sin tener que preocuparse tanto por el retorno.
En el extremo contrario, las líneas de tres exitosas ofrecían la desventaja de estar muy supeditadas a la titularidad ininterrumpida de sus integrantes. El caso descrito del 'Charapa' Torres fue el excepcional, y lo habitual es que cuando uno de los tres del fondo no está, el técnico opte por una línea de cuatro tradicional. Además, exige por lo general que uno de los stoppers vaya mejor por abajo que por arriba y el otro viceversa, de modo de complementarse en los córners a favor, por citar alguna jugada de táctica fija.
Lo que Perú tiene
Hasta hace un año, si se pensaba en tres defensas centrales de categoría como para conformar una línea de tres, a la luz de lo que el propio Markarián deslizó en círculos privados sobre sus intenciones tácticas con la selección, surgían naturalmente los nombres de Santiago Acasiete, Carlos Zambrano y Alberto Rodríguez. Hoy, solo el 'Mudo' aparece en un nivel de rodaje pleno, más allá de la lesión que al parecer le impedirá jugar contra Ecuador; Acasiete rota en Almería y Zambrano, en cambio, sí tiene muchas opciones de perderse la Copa América por lesión.
¿A quién más tiene, entonces, Perú para conformar una línea de tres centrales eficiente? John Galliquio es el que tiene más vuelo y experiencia de todos los nombres que quedarían flotando, pero es parte del grupo tácitamente sancionado por los incidentes de Panamá que la prensa bochinchera levantó mediáticamente. Si se lo descarta, la mirada local ofrece otros nombres: Renzo Revoredo, que es dúctil, viene cumpliendo con mucha regularidad hace tiempo y va mejor por abajo que por arriba; Christian Ramos, quien tiene el potencial pero no está en un buen momento tras su -aparentemente sobrevalorado- traspaso a Alianza Lima y va mejor por arriba que por abajo; Orlando Contreras, quien en San Martín es referente, ha cumplido cuando lo han llamado y va mejor por arriba que por abajo; y Walter Vílchez, quien es el favorito de todos los técnicos de la selección, tiene también tanta experiencia como defectos conocidos y va mejor por abajo que por arriba. De los mencionados habrá quienes gusten más que otros, pero lo cierto es que sí existen suficientes nombres como para hacer recambios en caso se opte -o requiera en algún momento- jugar con una línea de tres.
El otro aspecto por considerar es que hoy Perú tiene un problema de marcadores de punta que quizá no pueda solucionar en esa zona del campo. Carmona y Guizasola por un lado y Vargas por el otro son, como eran Jorge Soto y Solano en los noventa, hombres que van mejor hacia arriba que retrocediendo. A ellos, particularmente, les vendría mejor tener tres hombres atrás para poder soltarse con libertad. Incluso, como ya hizo alguna vez -y con éxito contra todo pronóstico- Julio César Uribe en la Copa América 2007, con gente como Galliquio (desafectado este, podría ser Revoredo) y Vílchez, la línea de tres fácilmente puede trocar en una barricada de cinco al fondo, como esa con la que Perú le metió tres goles al Uruguay de Tabárez.
Este tema admite amplio debate, pero lo cierto es que invalidar la línea de tres, al menos por dogma, no termina de resultar convincente.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Fotos: The Miami Herald, ANDINA, Reuters
escrito por Carlos Bolivar , March 27, 2011
escrito por Carlos Bolivar , March 27, 2011
escrito por OSCAR QUISPE , March 28, 2011
escrito por sampaio , March 30, 2011
escrito por zombie , March 30, 2011
escrito por msioux , March 30, 2011
Y por los jugadores que tenemos, pareciera la mejor tactica, ademas del 4-2-3-1.
La gran diferencia ahora comparado con los 90s, es que AHORA ningun club juega asi. Y el tema de aplicar la linea de 3, pasa x los relevos, x tener jugadores que esten acostumbrados a jugar asi.
Y como nuestros Dirigentes son tan eficaces en conseguirnos amistosos, para practicar ese sistema.....
escrito por david , March 31, 2011