Advíncula y Carrillo regresan a la selección: Banda con retorno
El regreso de Luis Advíncula y André Carrillo a la selección responde a distintas razones de Ricardo Gareca. Ambas marcan el criterio de selección en la era del técnico argentino.
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Jair Villanueva | @Jair_Villanueva Editor |
Sus ausencias se sintieron en las últimas cuatro fechas de las Eliminatorias. André Carrillo y Luis Advíncula dejaron un vacío en la banda derecha que las buenas voluntades de Aldo Corzo y Cristian Benavente no pudieron llenar. La jerarquía de los dos primeros, por ello, no estuvo ni está en discusión, pero que hayan sido dejados de lado no tiene que ver con ello. Ambos casos obedecen dos criterios que mencione o no, Ricardo Gareca ha dejado claros: el compromiso con los objetivos de la selección, y el estado de forma actual de cada jugador.
De lado para lado
El caso de Luis Advíncula es el emblemático en el área disciplinaria. Su falta a las reglas del grupo por una salida nocturna no tiene que ver con lo que haya sucedido en la misma, sino con la repercusión. Es decir, más perjudicial fue el escándalo que el pecado. Se sabe desde la interna que la imagen de la selección ha estado embarrada por distintos errores durante las Eliminatorias, pero no solo de los jugadores, sino del manejo de cada caso. El ejemplo más evidente es en el proceso de José Guillermo Del Solar, cuando se sometió al equipo a un juicio popular.
En ese sentido, el caso de Luis Advíncula ha sido bien manejando y su sanción respondió a cómo se expuso el proceso y al grupo. Su regreso, por otro lado, era esperado porque es hace cuatro años el mejor lateral peruano sin ninguna discusión. Así le pese a quienes dilapidaron su carrera cuando empezaba. Su convocatoria, además, asegura su titularidad sea en Asunción ante Paraguay o en Lima frente a Brasil. ¿Qué se gana? Velocidad en ataque y defensa, además de precisión para acompañar la ofensiva peruana.
Culebra despierta
André Carrillo sufrió lo peor para cualquier futbolista: quedarse sin jugar una temporada. Mucho más si en el trayecto hubo una Copa América y una Eurocopa. Ambos torneos entregan nuevas ofertas al mercado europeo y revalorizan jugadores. La competencia, por ello, se ajusta y el peruano, si bien no estuvo lesionado, perdió ritmo de competencia durante la temporada 2015/16. Tiempo que nadie le devolverá y por el cual tuvo que ausentarse de la selección con total razón.
El regreso de André Carrillo a la selección parece tarde. Una vez habilitado y con cierto ritmo de juego, pudo ser parte de la blanquirroja en la última fecha doble ante Chile y Argentina. Su presencia hubiese sido clave para tener un recurso que se reduce con regularidad a Paolo Guerrero y Christian Cueva en ataque: desequilibrio individual.
Ningún jugador peruano tiene la habilidad de pasar rivales, en cualquier nivel, con la facilidad que los esquiva Carrillo. Ello marca un diferencial para cualquier equipo. Si bien Carrillo no es titular en su club, el estar apto para cualquier partido señala que está listo para la competencia. Que sea un buen, regular o mal momento es otra discusión, pues en cualquier de los tres casos su nivel futbolístico sigue siendo importante y sostiene su convocatoria.
Regreso con sustento
El retorno de Luis Advíncula y André Carrillo le darán un peso distinto a la selección tanto en lo colectivo como en lo individual. A priori deberían ser titulares en el once de Ricardo Gareca. Con ello no se desmerece el buen trabajo de Aldo Corzo y la voluntad de Cristian Benavente, pero la selección no es una beneficencia, sino responde a momentos y compromiso por sus objetivos. Por ello, en un momento el lateral de Newell's y el volante de Benfica estuvieron fuera de los convocados. Por la misma razón, de cara a Paraguay y Brasil, se les devolverá la banda.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Telam, AFP
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Lo de Carrillo, cuestionable. Nunca redondeó dos partidos buenos con la selección y es tan intermitente como una sirena de patrullero. Es de esos jugadores que prometen mucho en la cancha pero no concretan nada o muy poco.