Perú - República Checa: La era del cero
La frecuencia: CMD
Con los comentarios de Ramón Quiroga y la narración de Daniel Peredo, llegó el encuentro entre peruanos y checos desde Nagano. Con su cuota de humor y sus dislates, el ‘Loco’ -según quien Petr Cech tapó en el "Chalse"- alegró la madrugada y quitó cualquier pista de sueño con el buen complemento de Peredo en los relatos. Poco a poco, ambos fueron perdiendo las dificultades con los jugadores checos. Cabe resaltar el buen trabajo en la información de los números y nombres de cada jugador europeo.
La pizarra: Dimensiones (des)conocidas
Sergio Markarián apostó por el mismo esquema ante Japón (4-3-2-1), aunque esta vez tuvo menos movilidad con Michael Guevara, quien reemplazó a Ramírez en el mediocampo. El jugador de Boys tuvo algunos chispazos de buen juego con balones largos, pero solo cuando la marca al milímetro de Kamil Vacek y Petr Trapp no lo asfixiaba. Por las bandas, las actuaciones de Advíncula y Chiroque fueron contrastantes en cuanto a la producción en ataque. Nuevamente se vio a ‘Usain Bolt’ sobrepasado por sus ganas y ansiedad, mientras que Chiroque anduvo más seguro con el esférico en los pies que ante Japón. Entretanto, República Checa se paró con un 4-2-3-1 que pasaba a ser un 4-línea-1-1 cuando Perú tenía el balón, pues Daniel Kolar retrocedía hasta el lado de Kamil Vacek. En defensa, los dirigidos por Michael Bilek agrupaban ordenadamente jugadores, pero sufrían cuando la blanquirroja imprimía velocidad a sus ataques. En delantera, el equipo checo dependía mucho de Daniel Kolar y Tomas Necid, además de una que otra trepada de Kamil Vacek.
Los cambiazos: Desarrollo espacial
Christian Cueva y Luis Ramírez le dieron cambio de ritmo y precisión a Perú, mientras que Jefferson Farfán generó espacios con y sin balón. Con estos tres ingresos vinieron los mejores momentos de la selección en ofensiva; además, aliviaron momentos de ligera tensión por el dominio de República Checa, que tuvo mejor circulación del esférico con Jan Razek y más movimiento en ataque con Pilar Václav.
El capo: Petr Cech
Fue omnipotente bajo y fuera de los tres palos del arco de República Checa. El arquero del Chelsea inglés cortó cuatro jugadas de gol de Perú, demostrando mucha seguridad en cada esférico que interceptaba.
El extraviado: Michal Kadlec
El defensa de Bayern Leverkusen estuvo peleado con el balón en la salida por la banda izquierda que defendió y algo desorbitado cuando trepaba, pues hubo ocasiones en las que quedó sobrando y Chiroque y Carmona pudieron aprovechar mejor sus espaldas. Fue el menos ordenado de la disciplinada zaga checa.
Jailaits
Para buscar la salida: El primer tiempo se jugó con algo de parsimonia de ambos rivales. No había jugadas elaboradas y no se rompían las líneas. Todo muy pegado al sistema que cada uno planteaba. Por ello, las dos jugadas más claras llegaron a causa de errores en salida de República Checa. Sin embargo, Perú no pudo aprovechar los abruptos de la zaga europea.
Artillería más pesada: Ante los grandotes checos y una defensa que metía mucha gente en el área, Raúl Ruidíaz tenía poco por hacer para ir a incomodarlos, aunque sí tenía trabajo, más bien, procurando algún contraataque. Así con menos preocupaciones en defensa, República Checa adelantó sus líneas y empezó a tener el balón y jugar en campo peruano. Solo con los ingresos de Luis Ramírez y Jefferson Farfán hubo más recelo por ir al ataque de parte de los dirigidos por Michal Bilek, pues el primer aviso fue un desborde de Ramírez por derecha que contuvo bien Cech.
Siempre a un ‘Cachito’: A los 83’, un pase aéreo de Christian Cueva dejó en solo a Farfán frente a Cech, pero la ‘Foquita’ direccionó su remate de cabeza al palo -una jugada muy parecida a la de Luis Ramírez ante Japón-. Precisamente, ‘Cachito’ tuvo otra clara a los 84’, cuando le robó el balón fácilmente a Michal Kladec, pero dio un toque de más y cuando quiso sacarla fue muy tarde, ya que Cech -largo y ancho- detuvo el esférico. En suma, nuevamente Perú entregó sus mejores minutos en ofensiva sobre el final y pudo ganarlo de tener más aplomo para definir.
Cero que suma: Perú se despidió de la Copa Kirin sin anotar goles, pero tampoco los recibió. De hecho, alcanzó su cuarto partido consecutivo sin encajar tanto, algo que a la blanquirroja solo le había ocurrido una vez en su historia: durante la era Oblitas, entre junio y setiembre de 1996, cuando Perú sumó dos goleadas en amistosos (ante Armenia 4-0 y ante Costa Rica 3-0) y dos empates a cero en Eliminatorias (ante Argentina y Bolivia). ¿Resta ese tipo de resultados o más bien suma? El funcionamiento colectivo sugiere lo segundo: que el Perú de Markarián ya ha aprendido a defender. ¿Aprenderá a atacar de acá al 4 de julio, cuando enfrente a Uruguay en San Juan?
Fotos: Reuters, AP