Marcador repetido
El recuerdo de la noche catalana en la que once camisetas blanquirrojas sufrieron un 2-1 ante España bastante distinto del de esta vez, en el verano de hace cuatro años.
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No estaba mal probar, el contexto dibujaba esperanza en la ilusión de la gente. Cienciano y sus adagios superativos habían ganado recientemente la Copa Sudamericana, el juguete nuevecito de Leoz por esos días. La epidemia del 'Sí se puede' copaba mentes -y paredes, y eslóganes, y polos- en el país. Por ello, la selección peruana, en el imaginario colectivo, visitaba la Madre Patria para enfrentar a su similar español con el ímpetu del inca Huayna Cápac en busca de la dignidad perdida. Cosas del dulcísimo patriotismo de 'a china'.
El encuentro, pactado para las 14:45 hora peruana (21:45 de España) del 19 de febrero de 2004, tuvo gran expectativa entre la comunidad connacional, que acudió en gran número al estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuic. Al equipo nacional lo dirigía por entonces Paulo Autuori, mientras que en España lo hacía el vasco Iñaki Sáez. El brasileño incluyó en la convocatoria a los tres 'extranjeros' referentes de la época: Miguel Rebosio del Almería, Nolberto Solano del Aston Villa y Claudio Pizarro del Bayern Munich. La alineación inicial tuvo a Ibáñez en el arco; Jorge Soto, Galliquio, Rebosio e Hidalgo en línea de cuatro; Ciurlizza, Zegarra, Solano y Palacios en cuadrado; Mendoza tirado por izquierda y Pizarro como solitario atacante.
SORPRESA, SORPRESA
Más que sorprendidos quedaron la oncena de Sáez y los opacados hinchas locales cuando se encontraron con una equipo atrevido y sin complejos -de veras, así estuvo Perú-. Lejos de regalar el balón, la blanquirroja lo administraba con sapiencia de campeón mundial. Solano y el 'Chorri' se unieron en la hilvanación de jugadas. En tanto, Ciurlizza se imponía en las divididas y emanaba a su vez dosis de autoridad en mediocampo. Los laterales con un reloj en los pies. El Jorge Soto cumplidor de aquellos años no desentonaba frente al vertiginoso Martín Hidalgo. En última línea, Rebosio y Galliquio apagaban constantemente la pólvora del insigne Raúl.
Minuto 22 y el golazo de 'Ñol' con técnica de billarista para el 1-0 en arco de Iker Casillas (ver video 1- Nota de Redacción: eximimos responsabilidad sobre la cortina musical que lo acompaña). Perú se hacía un festín en el campo y en la tribuna, además Paulo Autuori repuntaba ostensiblemente en las encuestas de opinión. Y en España, Sáez comprobaba lo infructuosa que podía ser su dupla Xabi Alonso-Rubén Baraja en contención.
Pero llegó el fin del cuento. Los locales expusieron realmente el porqué los llaman 'La Furia', y poseídos por esa actitud pegaron dos veces en tres minutos con sendos goles de Rubén Baraja y Joseba Etxeberría. El resto es historia: Perú no supo cómo encontrar el empate, salvo una que Roberto Silva increiblemente falló. El amistoso también dejó el debut con la blanquirroja de los entonces campeones con Cienciano Julio García y Santiago Acasiete, y -como esta vez- tampoco faltó un subdesarrollado que burló a los efectivos de seguridad para ingresar a la cancha y zambullirse graciosamente en el arco español.
EL OTRO CUENTO
Tiempo después, el 12 de diciembre de 2006, una selección de jugadores peruanos volvió a territorio español para jugar un encuentro de prueba ante el cuadro de la Comunidad Valenciana. El resultado del partido jugado, en el estadio Martínez Valero de la ciudad de Elche (3-1) habló a las claras de la inferioridad del seleccionado comandado por Franco Navarro. Este representativo, organizado por la Agremiación de Futbolistas, había adelantado con Vasallo a los 11 minutos; Natalio, Parri y Redondo le dieron un cómodo triunfo a los ches.
Este cotejo no es considerado como un encuentro oficial de la selección peruana (como se ve en el video 2, los jugadores inclusive utilizaron uniformes de entrenamiento), puesto que no se enfrentó a un rival catalogado por la FIFA como un seleccionado absoluto A-1.
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