Sin TV: También se ve
Detalles que dejó la transmisión radial del partido en Iquitos.
Fotos: diarios La Región de Iquitos y La Industria de Trujillo
La radio incita a la fabulación, al trabajo mental, al
dibujo del partido. Se sabe que el pasto es verde, que Perú viste de blanco y
rojo y pocos detalles más. Después se recrea: más aún si al mismo tiempo le
echas una ojeada a Fox y ves que están jugando River y la Universidad Católica
con indumentarias idénticas a la de los involucrados en Iquitos. Construyes
movimientos, armas sensaciones. Por algo dicen que los locutores deportivos son
primos lejanos de los literatos.
Cuatro conclusiones que dejó la transmisión radial del Perú - Costa Rica:
- Cuando el partido no se transmite por TV, los locutores radiales pueden invertir valioso tiempo en recalcar que ellos son los ÚNICOS que están pasando el partido para todo el país y repetirlo más de seis veces.
- Los comentarios y apuntes se interrumpen cuando se escucha el himno nacional. Y siempre queda abierta la posibilidad de que un improvisado anide la cabina para tararear sus conmovedoras estrofas. Y que cante, sin mayor rubor, “que faltemos al voto solecne (sic)”.
- El reportero que hace planta baja es libérrimo y puede realizar las más increíbles analogías porque no hay imagen que lo refute. Por ejemplo, comparar al Max Augustín con un estadio europeo “porque no tiene vallas en las tribunas”.
- En Iquitos, los narradores de fútbol están obligados a
comprar repelente. De lo contrario, como hoy, el relato puede interrumpirse
porque al locutor se le metió un mosquito en la nariz. Y, peor aún, que este se
mande un monólogo no solicitado de cerca de 30 segundos describiendo al bicho
en cuestión.