Es menester incrementar

Solo restan tres fechas para el final de la Segunda y ya hay un asunto definido: que el descenso se certificó, y con un agregado que, a priori, no estaba determinado en el aspecto deportivo; es decir, la baja no solo de Atlético Minero, como mandaban las bases (este año solo debió descender un equipo), sino también la de San Simón, pero por un tema netamente administrativo. Con ello, para 2016 el torneo tendría un cupo menos, pero hay un tema más que debe empezar a repararse.
Llegar a 16
De acuerdo con las bases de la Segunda División, que a principios de 2015 quedaron prearmadas incluso para la temporada 2016 y que fueron avaladas por la misma FPF, el torneo del próximo año se tiene que jugar con 16 clubes. No obstante, si usted, estimado lector, empieza a sacar cuentas y a explorar por qué vías van a llegar los nuevos equipos, se va a dar cuenta que hay un detalle que no está claro.
De la Primera División van a provenir tres equipos (los tres descendidos), mientras que de la Copa Perú, como también mandan sus bases, solo el subcampeón se va a hacer con ese derecho. Con ello, si se sacan cuentas, van a ser un total de 13 clubes con cupos asegurados. ¿Pero cómo hacer para llegar a los 16 participantes? Pues una de dos: o la FPF revierte lo que avaló y establece que se juegue solo con los equipos con el cupo garantizado, o en su defecto lo hace a través de los tres siguientes mejores clubes detrás del subcampeón en la Etapa Nacional.
En esa línea, así como es incoherente que la FPF dé marcha atrás y dictamine un campeonato impar con solo 13 participantes, tampoco va a ser nada congruente si es que opta por algo más radical, que bien podría ser un oficio en el que simplemente deje sin efecto lo estimulado en los primeros meses del año, es decir la ampliación de cupos para el año entrante. Se sabe que en el medio de la cancha hay un asunto político que tiende a jugar a favor del fútbol amateur, pero que a la vez, si se actúa de manera conciente, estaría perjudicando al crecimiento sostenido de un torneo que busca la consolidación de instituciones; ergo, de clubes profesionales.
¿Qué debe hacer la FPF? Sencillo: mantener su postura y permitir que la Segunda se juegue con 16 participantes en 2016, con lo cual -no queda otra opción- va a tener que abrir el camino de la licitación con los clubes que ocupen del tercer lugar en adelante en la Etapa Nacional y, de paso, filtre a aquellos que no tienen proyección de instituciones y son más bien los rostros principales del mecenazgo o el trampolín perfecto para hacer campaña electoral. Se espera que prime la cordura por la mejora del fútbol peruano y no los intereses individuales en la toma de decisiones.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: prensa Carlos A. Mannucci

SI LA DIRIGENCIA DE LA FPF SIGUE LA LINEA DE MANUEL BURGA, LA SEGUNDA PROFESIONAL SIEMPRE ESTARA ARRINCONADA A UN COSTADO DE LOS TORNEOS
Otra alternativa es que copien el modelo argetnino que existen para que existan 2 segundas divisiones paralelas ( como la tercera division de argentina). Una Segunda Div. Nacional y Primera B Nacional. Debajo de cada una ellas tiene su tercera división. Después la copa perú.
Buscar maneras de que la segunda división sea más competitiva.
HabÃa el proyecto de creal la liga superior metropolitana lima y callao. Esa era una buena idea y crearla con 16 o 18 equipos con prioridad a los más conocidos y carismáticos, e históricos de lima y callao.
Una propuesta rápida, sin estudio ojo, podrÃa ser que jueguen 16 clubes todos contra todos, el 1ero asciende directamente, el 2do y 3ro más el campeón de la Copa Perú (asà no la matamos de lleno tampoco) y el puesto 14 de 1era div. (se abrirÃa un cupo más en 1era y serÃa más interesante la pelea abajo en 1era.) jueguen por 2 cupos a 1era. Para cubrir los 5 cupos que quedarÃan disponibles (campeón, 2do y 3ro y los descendidos 15to y 16to) serÃan los 2 perdedores del cuadrangular de ascenso los 2 descendidos de 1era (puestos 15 y 16) y el subcampeón de la Copa Perú.