Vulnerabilidad irremediable
En plena época de transferencias, la Segunda vuelve a perder pisada con los de Primera: sus jugadores, por debilidad estructural del torneo de ascenso, optan por marcharse a la máxima categoría, como ocurrió esta semana con Sidney Faiffer y Jack Durán. ¿Qué hacer ante ello?
Si uno repasa el Mercado de Pases, tanto de Primera como de Segunda, se observa que un total de 11 jugadores que militaron en el torneo de ascenso abandonaron sus respectivos equipos para jugar el Descentralizado, más allá de las opciones que tienen o no por pelear el título. Es decir, dejaron el barco a medio camino para inmiscuirse en la máxima categoría, pero sin un solo reparo de la situación en la que queda su equipo primario de la temporada. No existe ninguna restricción y, por tal motivo, con todo el derecho del mundo, los jugadores buscan un mejor horizonte priorizando siempre el plano personal.
Tal figura, la de saltar a un equipo de Primera desde el ascenso, sin duda que es valedero, pero el gran problema es que ya no es la primera vez que surge tal situación (como Ugarte, que en 2013 vio cómo algunos de sus jugadores se fueron a la máxima categoría), por lo que uno se puede interrogar si en realidad la ADFP-SD ha considerado alguna variable para que, a mitad de temporada, puedan proteger a sus participantes.
Es evidente que no todos los casos son por un tema de mejora deportiva, sino también por la catastrófica realidad de sus respectivos clubes, como bien ha ocurrido con seis jugadores del Gálvez, quienes se marcharon de la institución para anclar en Primera, dado los meses de deuda acumulados y que han hecho del equipo chimbotano una mera comparsa en el torneo. Es más, otros, como bien pasó con Sidney Faiffer, uno de las figuras del San Alejandro, equipo que pelea el título en la Segunda, no tuvo reparos en alistar sus maletas y arribas al Cusco para jugar por Cienciano, de campaña intrascendente en el Descentralizado.
¿Hay forma de revertir esta situación? Debería, pero todo está en manos de la ADFP-SD para que la debilidad estructural del torneo de ascenso no lo haga ver desdibujado en el segundo tramo del torneo, justo en el momento en el que debería cobrar vigencia y, sí, adoptando un carácter promocional, pero no para que los clubes se desmantelen en este instante. Otra, más sencilla, es mediante algún filtro que no permita que surja la posibilidad planteada, aunque atentaría contra la opción laboral de los protagonistas. Por lo pronto, ya hay equipos de la Segunda que parten en desventaja por este "atractivo" de algunos que termina siendo una clara vulnerabilidad para con sus intereses.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: prensa ADFP-SD
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