San Marcos - Minero: Rostro desvelado
Para el individual: Vasallo medio lleno
Ambos equipos ofrecieron un encuentro muy ameno y luchado, en el que la posesión del balón pasó de un campo a otro. En la cancha, los 22 hombres cumplieron sus funciones, aunque con algunos altibajos, entre ellos la labor del atacante Gustavo Vasallo, quien anduvo muy apagado y lo único bueno que hizo fue el pivoteo para el primer gol de Farid Jasaui, quien a su vez se convirtió en el mejor del partido merced a su buen accionar dentro del verde, cumpliendo firmemente las funciones tácticas que le encomendó su entrenador Claudio Pedraglio. Por otro lado, el más destacado de la oncena minera fue el delantero Luis Vílchez, quien de tanto intentar tuvo su recompensa con un gol.
Para el táctico: Objetivo muy distinto
Pedraglio mandó al gramado del colegio San Alfonso un 4-cuadrado-2 con Mogollón, Oncoy, Gonzáles y Garay en el fondo; en el medio, el capitán Ramos y Cueto se encargaban del juego sucio (lo que le valió la expulsión a este último antes del descanso), dejando por las bandas a Colán y Jasaui; los goles a meter radicaban en los pies de Jorge Aguirre y Vasallo. Por su parte, en tienda naranja, Roberto Eneque alineó un 4-2-3-1 con Retamozo, Hinostroza y Sánchez como los encargados de generar el peligro para un solitario Vílchez que solo debía añadir las ocasiones de gol.
Para el emotivo: dos y dos son uno
Fue un cotejo que empezó con Minero muy raudo para ejercer el dominio, aunque sin inquietar la valla de Castellanos. No obstante, tras sus vanos intentos, todo se diluyó sobre los 15', luego del gol de Farid Jasaui gracias a un buen pivoteo de Vasallo. Sin embargo, a los 37’, Luis Vílchez emparejó las cosas otra vez. En la etapa final, se creyó que la visita sacaría ventaja de la roja tras la expulsión de Javier Cueto, pero pecó de cauteloso al dejar que San Marcos se fuera encima. Así, a los 59’, Jorge Aguirre adelantó a sus colores, luego de un tiro libre que sobrepasó a todos y que propició un centro dado en el límite del área, lugar en el que la zaga minera cometió el error de quedarse inmóvil al creer que el balón se salía del campo. Con uno menos, el decano de américa estuvo más cerca del tercero, pero perdonó en la definición, y eso le costó caro, ya que a los 82’ Erick Sánchez -de derecha- estableció el 2-2. Al final, el árbitro Luis Garay expulsó a Nilton Retamoso por doble falta.
Para el estadístico: Cheque sin fondos
Si habría que ceñirse a las situaciones de gol que se suscitaron en el compromiso, queda claro que Atlético Minero, de haber mostrado más lucidez en ofensiva, se habría llevado el triunfo de forma categórica. Y es que el elenco de Robert Eneque maniató -sobre todo en la complementaria- a un rival que quedó perplejo tras la expulsión de Cueto y erró tres ocasiones de remontar el score. San Marcos, además de los dos tantos que convirtió, tuvo una clara que la desperdició de manera increíble: Henry Colán estrelló un tiro al palo.
Para el anecdótico: Local primerizo
En 2011, es la primera vez que San Marcos actuó como dueño de casa en el estadio de Santa Clara (solo oficio de local en su estadio y en el Miguel Grau del Callao), por lo que su localía no se sintió en el Colegio San Alfonso. Por el contrario, fue la gente que acompañó a Minero la que presionó y se enojó con las decisiones del colegiado Luis Garay. Es más, después de la expulsión de Nilton Retamoso, un personal del comando técnico le dijo de todo al réferi central, amenazándolo con no salir del estadio. Por fortuna, todo quedó en palabras.
Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com