San Marcos - Acosvinchos: Como los viejos leones
El sol radiante y el apacible ambiente de la cancha del Colegio San Alfonso hacían increíble dimensionar que un partido como el San Marcos - Acosvinchos, con tanto ambiente familiar, se estuviera jugando a puertas cerradas. Gestiones más, gestiones menos, alrededor de 45 espectadores se las ingeniaron para ingresar al recinto, y ellos disfrutaron de un show auténtico de goles junto a Radio Callao, las cámaras de América Televisión y DeChalaca.com, los tres únicos medios presentes en la gran goleada de la jornada 18.
Para el individual: Dupla equilibrada y mortífera
San Marcos fue letal porque trabajó correctamente de mediocampo hacia delante. Giuseppi Ramos, quien reapareció luego de una jornada de suspensión, fue el mejor pasador posible para que los de arriba se lucieran en el cuadro universitario: Jonathan Sauñe mostró cosas muy interesantes en términos de proyección a futuro, desbordando como quiso, marcando dos goles y asistiendo otros tres, y Gustavo Vassallo ratificó las credenciales de goleador que se le conocen con un hat-trick. En eso y en la buena actuación de Castellanos se basó la goleada, granjeada además por los horrores defensivos que cometió Acosvinchos en algunas salidas de Soto, quien revivió esta tarde de domingo sus peores épocas en el fútbol, y otros fantasmagóricos cruces de Saavedra.
Para el táctico: Rarezas producto de la escasez
Claro que el cuadro de Ate cayó derrotado no solo por errores, sino también por carencias. Empezando desde el banco, el 'Coyote' Julio Rivera se estrenó como técnico ya que José Ignacio Verme estuvo mal de salud y no pudo ir al estadio. Para colmo, Marco Portilla y César Goya estuvieron lesionados, y -según informaron voceros del club- con Eduardo Santisteban separado del equipo por indisciplina, el potencial ofensivo de los de Ate fue menos que ralo. Así, en el cuatro vitartino se produjeron rarezas como que Edwuin Gómez, habitual lateral izquierdo, comenzara el partido como delantero junto al 'Huevito' Ruiz (volante); Fabrizio Silva, lateral derecho, arrancó a la izquierda, y solo con el ingreso de Trujillo -quien acabó expulsado- en el segundo tiempo, Gómez pasó a ocupar su demarcación original. En San Marcos, en cambio, se ratificó la línea que hace varios partidos propone Pedraglio, y solo hubo reacomodos en la zaga: ante la suspensión de Oncoy y la lesión de Vilca, en el primer tiempo fungió de zaguero Ángel Gonzales, pero para el complemento trocó puestos con José Luis Colchado.
Para el emotivo: De la razón a la pasión
El círculo formado por los jugadores, el ingreso de los dos equipos juntos al campo y el minuto de silencio complementaron de manera perfecta el agradable marco de una tarde que mereció público. Luego, la recatafila de goles comenzó a sucederse de forma vertiginosa: en apenas media hora hubo cinco, y eso calentó al estadio. Lo curioso es que Acosvinchos, acicateado como siempre por la señora más gritona de sus hinchas -que pese al cierrapuertas logró colarse al estacionamiento del Colegio San Alfonso-, dominó el partido en el tramo largo en que el marcador se mantuvo 3-2, hasta que un centro de Jasaui -quien había estado al debe- acabó en la óptima definición de Vassallo. Sobre el final, Sauñe en dos desbordes mortíferos con sendos pases a Lara y Vassallo acabó sellando el resultado.
Para el estadístico: Después de tiempo, me lo encontré otra vez
En Segunda no se marcaba un 6-2 desde la temporada 2004. ¿Quién fue la víctima entonces? Pues nada menos que San Marcos, a manos de Olímpico Somos Perú. Venganza doble la de los universitarios, que no doblegaban a Acosvinchos como locales -por más que hoy lo hayan sido en Santa Clara- desde la temporada 2008.
Fotos: José Salcedo / DeChalaca.com