Foto: libro '¡Vamos Boys!', Teodoro Salazar CanavalEste sábado, en Ica, Deportivo Municipal y Sport Boys se encuentran por primera vez en la historia en un partido ajeno a la Primera División. Momento propicio para recordar el partido más importante jugado por dos camisetas de abolengo en el fútbol peruano: la gran definición del primer torneo profesional jugado en el país, en 1951.

 

Hay quienes dicen que la Segunda División este 2009 ha captado el mayor interés que se recuerde en tiempos recientes debido a la presencia en ella de equipos tradicionales. Ciertamente, ello no garantiza protagonismos: a lo mejor Sport Boys no es el puntero que sus hinchas quieren, y definitivamente Deportivo Municipal sigue causando sufrimientos a su entregada hinchada con el último lugar que lo abate. La historia, ciertamente, juega poco o nada por sí sola sobre el verde.

El epígrafe de la curiosa composición fotográfica, en la que aparecen los ediles en un camión municipal y los rosas sobre un tanque de guerra, es elocuente: Boys y 'Muni' eran, en 1951, las dos grandes potencias del fútbol peruano (Recorte: diario La Prensa)Pero la historia sí alivia dolores, sobre todo para los muchos hinchas de dos clubes que alguna vez supieron ser los más grandes de nuestro fútbol. No es broma ni grandilocuencia generosa: en 1951, cuando empezó el fútbol profesional en el Perú, Boys y Municipal eran los dos equipos más poderosos y temidos del medio. Por algo, disputaron aquel primer certamen palmo a palmo hasta llegar a la última jornada igualados en 26 puntos. El fixture los mandaba a enfrentarse en aquella decisiva fecha 18, programada también para un 18 de noviembre. Un domingo histórico en el viejo estadio Nacional.

De poder a poder

Municipal, dirigido por el 'Mago' Juan Valdivieso, había sido campeón el año anterior con tres fechas de antelación y mantenía la base de un equipo que era considerado el mejor de la época. con la magia intacta del maestro 'Tito' Drago en la organización del ataque, tenía en el 'Chino' Manuel Rivera a un goleador implacable que hacía diabluras con su hermano Roque, quien jugaba en la punta izquierda. Así se pararon Boys y Municipal para el decisivo cotejo. El 2-3-5 era el esquema común (Recorte: diario La Prensa)La medular, en la que destacaban Pablo Pasache y Germán Colunga, era considerada el arma clave de los ediles, que contaban en el arco con el 'Flaco' Luis Suárez, acaso el arquero más pintado del momento.

No obstante, Boys, subcampeón en el 50', también había consolidado una base sólida que había terminado de explotar en aquella temporada 51' de la mano de Alfonso Huapaya. Tenía una figura excluyente: el otro gran delantero de moda -de pie los que quieran-, Valeriano López Mendiola. El 'Tanque de Casma' había vuelto de su periplo por el 'Dorado' colombiano mucho más maduro y consagrado y, con 28 tantos en la temporada, asomaba como seguro líder de una tabla de goleadores que había peleado con el 'Chino' Rivera. Complementaban su accionar en el ataque los hermanos Pedro y Guillermo Valdivieso, el gran 'Willy' Barbadillo y el alero Manuel María Drago.

Rosados y barrenderos habían hecho una campaña pareja en 1951, aunque en la previa los números jugaban a favor de 'Muni'. La 'Academia' solo había cedido los dos puntos en el cotejo de ida con Boys (2-1) y en una sorpresiva caída ante Ciclista Lima (3-2), en tanto que los del puerto habían sido derrotados en tres ocasiones: ante Alianza Lima, Mariscal Sucre y Universitario. Además, los antecedentes entre ambos señalaban que desde 1937, año en que el cuadro de la comuna jugó por primera vez en la máxima categoría, Boys y Municipal se habían enfrentado 30 veces, con 8 victorias para los rosas, 16 para los de la franja y 6 empates. Pero la historia, está dicho, no juega sobre el verde.

Previa de aquellas

A las 10 de la mañana del sábado 17 de noviembre, día anterior al cotejo, este era el aspecto de los exteriores del estadio Nacional: un mar humano pugnando por conseguir una entrada para ver a Boys y Municipal (Recorte: diario La Prensa)El despliegue periodístico previo al partido decisivo no tuvo precedentes, al menos en lo que puede contrastarse en revisiones hemerográficas. Composiciones fotográficas con los protagonistas, titulares inusualmente expresivos y muchas, pero muchas declaraciones de los protagonistas buscaban darle todo el color posible a lo que era una auténtica final de liga. Había frases para todos los gustos: "Les ganamos en serio 2-1, en broma 4-0 y les seguiremos ganando", ironizaba el golero rosado Clemente Velásquez. Otros jugadores se despachaban con circunloquios que no tendrían nada que envidiarles a los mejores Waldir Sáenz o José Carranza de estos tiempos: "Ganará el que meta más goles", afirmaba el edil Roque Rivera.

Las entradas se pusieron a la venta un día antes y desde las 6 de la mañana, enormes colas se agolpaban en las inmediaciones del Nacional. Al final, fueron 25,735 los espectadores que consiguieron un boleto, dejando en el borderaux la cifra récord para la temporada de 98,420.35 soles de la época. Como siempre en la época, el programa era triple: jugaban a primera hora Ciclista Lima y Atlético Chalaco, y en el semifondo, Centro Iqueño versus Universitario. El 'Flaco' Suárez corta en forma certera una carga de Barbadillo (Foto: libro '¡Vamos Boys!', Teodoro Salazar Canaval)Sin embargo, el único partido que importaba y convocaba al público era el Boys - Municipal: era el fútbol romántico de los cincuenta, donde por encima de las parcialidades y los hinchajes primaba el espectáculo, el móvil casi único para que el aficionado se dispusiera a pagar una entrada.

Municipal tenía al equipo completo. En el arco salió el 'Flaco' Suárez; atrás, César Brush y Augusto Cabada; al medio, Pablo Pasache, Germán Colunga y Marcelino Tello; y arriba, Augusto Alvarado, 'Tito' Drago, Manuel Rivera, 'Vides' Mosquera y Roque Rivera. Juan Valdivieso no tenía misterios, ni tampoco quería alimentar las polémicas de previa: "Solo hablaré luego del encuentro", le remataba al diario La Prensa.

En Boys, en cambio, había un problema por solucionar. Pocos días antes del cotejo, falleció el padre de Manuel María Drago, por lo que el alero fue licenciado por el profesor Huapaya. La apuesta fue reemplazarlo por Teodoro Boluarte, quien jugaba de volante pero fue improvisado en el puesto -circunstancia que se repetiría siete años más tarde, cuando Boys campeonó en 1958 con gol de Boluarte contra Atlético Chalaco-. Otra de 'Willy', barrido ante la recia marca edil. Al fondo, Pasache observa la acción (Recorte: diario La Crónica)Así, la 'Misilera' se presentó con Velásquez en puerta; el 'Chino' León y Diego Agurto en la zaga; el capitán Lorenzo Pacheco, Dagoberto Lavalle y Luis 'Joe' Calderón en el mediocampo; y Boluarte, Barbadillo, Valeriano López, Pedro y Guillermo Valdivieso en punta. "Todos los muchachos han entrenado con dedicación, llevando una vida ordenada. Espero que el campeonato venga al Callao", decía Huapaya

Bajo las órdenes de Mr. Charles Dean, el réferi casi excluyente para grandes partidos de la época, los 22 protagonistas saltaron al campo, con Boys luciendo crespón negro por la muerte del padre de Drago. Narra el periodista e historiador deportivo Teodoro 'Lolo' Salazar que, antes del pitazo inicial, Valeriano López se le acercó al 'Flaco' Suárez para saludarlo y dejarle una advertencia: "Ahora te voy a meter tres goles". Y a Valeriano había que creerle.

Promesa cumplida

Principalmente, la de que habría buen fútbol. Porque bajo el sol que abrasaba el Nacional aquel 18 de noviembre de 1951, se jugó un partidazo. Boys tocó primero la puerta: Pedro Valdivieso asustó a Suárez con un remate apenas a los 6', y antes del cuarto de hora los rosados ya habían generado cuatro córners a su favor. Estampa perfecta de Valeriano López cabeceando el balón a la red para decretar el tercer gol rosado en el arco de Suárez, el tercero suyo personal también (Recorte: diario La Crónica)'Muni' respondió con un intento de Alvarado, pero Boys insistía con desbordes de Pedro Valdivieso y Boluarte, quienes estaban metidos como cuñas en el área. Valeriano esperaba algo más retrasado, quién sabe guardando físico para los minutos posteriores.

Lo cierto es que a partir de la media hora, el '9' rosado se volcó con todo a su hábitat, el corazón del área. Y Municipal lo pagó caro. A los 35', Pedro Valdivieso fugó por izquierda y le metió un pase en cortada al goleador, quien libre por el medio la mandó a guardar -"mandó la pelota con un shot que llevaba dinamita, que no paró hasta las piolas", escribía el diario La Crónica-. Dos minutos luego, el 'Tanque de Casma' volvió a decir presente: recibió un pase a media altura de Barbadillo, la bajó y fusiló a Suárez.

Con el 2-0, 'Muni', lejos de amilanarse, reaccionó cual fiera herida. Armó una jugada de ataque que, a punta de insistencia y tras una confusión en el área de Velásquez, permitió que 'Tito' Drago marcara el descuento con golpe de cabeza a los 39'. Allí nomás, el 'Chino' Rivera se escapó solo y forzó una falta en el borde del área; Alvarado lo cobró y envió un misilazo que se fue desviado. Pero Boys y el 'Tanque' tenían combustible para más: Valeriano recibió un centro de Pacheco y, a los 43', puso el 3-1 con un testarazo potente. 'Vides' Mosquera se encuentra con el balón en el área chica para anidarla en el arco de Velásquez, quien yace vencido en el suelo. Era el gol que cerraría el 3-2 que lució el marcador (Recorte: diario La Crónica)En solo ocho minutos, el goleador rosado le había cambiado la faz al partido con tres tantos.

En el complemento, aunque Boys tuvo otras ocasiones en los pies y la cabeza de Valeriano, Municipal se paró mejor y buscó denodadamente recortar el marcador, pero se topó con una zaga porteña bien parada en la que brilló especialmente Diego Agurto. Así, los ediles consigueron descontar recién a los 81': a la salida de un córner ejecutado por Roque Rivera, 'Vides' Mosquera se encontró el balón en el área chica y la mandó adentro. Poco después se caldearon los ánimos tras un mano a mano entre Boluarte y el 'Flaco' Suárez; Colunga comenzó a golpearse con Valeriano y León hizo lo propio con Cabada. Antes de que el tole-tole degenerara en boxeo, Mr. Dean "actuó con corrección", de acuerdo con La Crónica, e impuso orden hasta que el tiempo se agotó.

Hurras conjuntas

Al final, la coronación tuvo color de rosa. Los hinchas porteños invadieron el campo del Nacional y alzaron en hombros a los suyos, evidentemente empezando por Valeriano, la gran figura de la jornada. "Recibió una de las más cálidas ovaciones que se haya dedicado a un futbolista", De pie los que quieran: estos son Valeriano López y 'Tito' Drago en acción en aquel partido de 1951. ¡Qué tiempos para rosados y ediles! (Recorte: diario La Crónica)quedaría escrito para la posteridad, luego de que el casmeño diera la vuelta alzado por sus parciales. En las calles del Callao, los festejos se prolongaron hasta la madrugada.

Pero según la óptica de la época, el resultado final estaba por detrás del gran cotejo que se había disputado en el Nacional. "¡Toda una final de campeonato! ¡Un partidón de esos que dejan su sabor en los labios por muchas horas y se comenta durante muchos días!". La prosa de moda era, sin duda, la idónea para definir el marco vivido.

Hoy, casi 58 años más tarde, los dos egregios protagonistas de aquel duelo histórico, el primero que definió un campeonato profesional, viven otra realidad. Que algunos se empeñan, irónicamente, en definir como promocional antes que como profesional. Será Ica la que los reciba para escribir un capítulo nuevo de una rivalidad añeja, quién sabe si con colas, a lo mejor con pocas declaraciones candentes en la previa, difícilmente con tres goles de un goleador eximio en ocho minutos. Pero sí con colores y divisas que se resisten a aceptar que preferirían haberse quedado en el blanco y negro de las imágenes que acompañan estas líneas.

Fotos y recortes: diarios La Prensa y La Crónica; libro '¡Vamos Boys!', Teodoro Salazar Canaval

Comentarios ( 4)add
...
escrito por Roberto M. Gando , July 04, 2009
Excelente nota. Hace no mucho un familiar me comentó justamente como una marea de chalacos se movilizó para este partido. Sobre como aquellos que no tomaron el tranvía de la época para irse a Lima, lo hicieron a pie de ida y vuelta.

Cuando mencionas "era el fútbol romántico de los cincuenta, donde por encima de las parcialidades y los hinchajes primaba el espectáculo", bueno, no hace falta explicar que eran otros tiempos, cuando no existían aún las barras organizadas y mucho menos las barras bravas que vuelven el ambiente que rodea al fútbol demasiado polarizado y violento, lamentablemente.

...
escrito por Franz Soplopuco , July 10, 2009
Que bonita nota,Boys y Muni son dos entranables e historicos que pena lo que les esta pasando,esperemos que vuelvan a primera,pero pienso que de todas maneras la mejora de todos sus problemas es la empresa privada
Franz
...
escrito por robertofk , January 05, 2010
Era Teodoro Boluarte o Baluarte?? porque en el libro de Hernandez Carreño llamado "Historia en verso del Sport Boys. Campeón de 1951" figura como Teodoro Baluarte y ahora que reviso bien el recorte del diario "La Prensa" que publican tambien figura el apellido Baluarte.

Por lo demás excelente articulo...
...
escrito por Fanático Rosado , May 07, 2012
Tedoro Baluarte, asi se escribe, muy buena la nota, tengo una aclaración...Teodoro Baluarte jugaba en sus comienzos jugaba en el puesto de delantero, como interior izquierdo, el puesto que era titular Pedro Valdivieso, el reemplaza al loco Drago en la disputa con Muni cubriendo el puesto del loco que era de puntero derecho.

Fanático Rosado.

Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy