Cara o cruz

En los últimos meses, era ampliamente conocido que la situación del club Deportivo Universidad San Marcos estaba prácticamente finiquitada en la Segunda División: el rector de la casa mayor, Pedro Cotillo, desconocía al equipo y por tal razón no asumía la deuda de siete meses que le debía a su plantel de ese entonces. El caso llegó hasta el Congreso y parecía no tener solución. De hecho, en las últimas semanas, se sabía que al elenco granate, por razones más que obvias -como no poseer un aval para garantizar sus deudas y abonos en este temporada-, no lo iban a dejar participar en el torneo de ascenso y su vacante iba a ser cubierta por Los Caimanes.
Sin embargo, apareció una luz al final del túnel, como bien lo señala Juan Carlos Cabrejos (delegado del club), quien tuvo una conversación exclusiva con DeChalaca.com. De acuerdo con su versión, un grupo empresarial que no identificó acaba de tomar la batuta del equipo con un proyecto -además del deportivo- educativo y formativo a nivel profesional, el cual pretende implantarlo apenas esté garantizada la participación de la San Marcos en el venidero campeonato. En principio, la intención de estos empresarios es asumir el pasivo de las deudas del año anterior, detalle que va a ser presentado en la documentación correspondiente para la ADFP-SD. Justamente, este martes a las 17:00 San Marcos tiene una reunión clave con Francisco Gonzales, presidente de la Segunda División, y tras ello su presencia en la temporada 2012 puede formalizarse.
A este grupo empresarial, pese a las conocidas desavenencias entre el club y la universidad, le interesa mucho la marca que posee el club y, por tal motivo, tampoco existe posibilidad alguna de que el equipo cambie de nombre; es más, hasta ya tiene a un grupo de jugadores cuyos nombres, en este momento, están bajo siete llaves. Como bien es sabido, la ADFP-SD extendió el plazo hasta el miércoles 11 para que todos los equipos presenten sus garantías, y más bien elencos como Sport Áncash e Hijos de Acosvinchos (cuyas deudas también son elevadas) aún no cuentan con el aval correspondiente. La 'Amenaza Verde' incluso debe 180 mil dolares de 2009 y 2010 y el Safap le está exigiendo pagar toda esa deuda en una sola cuota, mientras que el equipo vitartino, que hace algunas semanas manifestó que ya había pagado sus deudas, en realidad no ha abonado nada. Si se pone mano dura a la hora de tomar las decisiones (que indefectiblemente no puede pasar de este miércoles, fuera de que el sorteo del torneo ya está fijado para este viernes 13 -o el lunes 16, detalle que se conocerá oficialmente tras la asamblea del miércoles 11), el plazo ya no se puede extender más y simplemente los que no cumplan deben ser excluidos de la venidera competencia.
Mientras todo esto ocurre, también hay otro grupo de jugadores que, a la espera de la buena nueva, ha hecho una especie de pretemporada y entrena de manera informal con parte del comando técnico de San Marcos que quedó del año pasado. Así, bajo las órdenes de Luis Bolívar, se sabe que forman parte de este plantel -que en realidad más es un círculo de amigos- jugadores como Juan Montenegro, Enrique Ísmodes, Wilder Galliquio, Juan Carlos Colchado, Alexis Mora, Víctor Cárdenas y Edwin Palma. Todos están a la espera de que la situación del club se regularice para que puedan firmar sus contratos y, además, se acoplen al otro grupo de jugadores que posee el grupo empresarial.
Si San Marcos continúa en Segunda, eso sí, la suerte de Los Caimanes, que venía trabajando con entusiasmo y hasta contratando jugadores que podría emplear solo en el torneo de ascenso -como el paraguayo Sixto Santacruz-, quedaría echada. El cupo de 10 equipos participantes ya fue confirmado por la ADFP-SD y tal determinación debería ser inalterable. Así, la única opción para los de Puerto Etén sería que los otros clubes deudores, como Acosvinchos o Áncash, no consiguieran resolver su situación.
Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com

Estare en cada fecha alentando al equipo, y orgulloso de verme identificado en las tribunas con la gloriosa granate.