Ascenso en 3G
La Segunda cruzó el meridiano de su temporada 2016 y corresponde hacer un balance parcial de los aspectos positivos, negativos y los que se podrían mejorar a lo largo del semestre restante.
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Mario Azabache | @Mario_Azabache Columnista Editorial |
Gustar, generar y gastar. Cumplida la mitad del calendario de la Segunda División 2016, es tiempo de repasar algunas sensaciones que quedaron en el tintero. La organización del torneo, hasta esta fecha 15, cumplió con otorgarnos un torneo con rasgos competitivos, pero que también podría potenciarse en otros ámbitos. Ello dicho porque los descalabros, si bien no se traen abajo lo forjado por los aciertos, sí le quitan cierto brillo a una competición que va consolidándose año a año.
Gustosa percepción
Dos puntos encajan dentro de lo positivo que tiene la presente temporada. Primero, la enorme acogida que tienen más de la mitad de participantes en sus plazas respectivas. Equipos como Cienciano (40,916 asistentes) y Mannucci (36,903 espectadores) corroboraron su gran arraigo en todos sus partidos como local. Mientras que otros como Áncash (34,359 asistentes) y Loreto (31,929 espectadores) no se quedaron atrás y sus hinchas respondieron cada vez que actuaron en sus fortines.
El otro aspecto destacable encierra, quizá, el detalle más importante de toda competición: que el nivel de los equipos anime al público con un desenlace atrapante. Como prueba de esa competitividad queda el hecho de que los elencos que integran el pelotón de los de arriba están separados por un trecho cercano: del primero (Mannucci) al octavo (Áncash) solo hay 7 unidades de distancia. Recalcando que debido al retiro de Unión Tarapoto, cada club tendrá 42 puntos en juego en esta segunda rueda.
Un nivel parejo que ha promovido que casi no se hayan registrado partidos con abrumadoras diferencias en el marcador. Si no lo cree, la estadística lo comprueba: de 116 partidos disputados hasta aquí, solo 10 se saldaron con una goleada en favor de un equipo. Y de todas ellas, la única estremecedora fue la que le aplicó Boys a Serrato (6-0). Es decir, más del 91% de compromisos tuvieron resultados cerrados.
Generación pendiente
Así como en el rubro anterior se resaltó la espectacular concurrencia de ciertos conjuntos cuando actúan en casa, también hay algunos que en esta campaña viven una crisis de asistencias. Los dos casos palpables son los de Coopsol y Caimanes. El 'Submarino' no superó la valla mínima establecida (800 espectadores) en ninguna de sus 8 presentaciones en Chancay. Mientras que el 'Lacoste' apenas superó esa valla en un partido de 8 compromisos. Y fue cuando dejó Chongoyape para actuar en Chiclayo frente a Mannucci (934 asistentes).
Una ausencia de hinchas que, en ambos contextos, podría remediarse con una mejor programación y difusión de sus partidos en sus localidades. Aunque dicha sugerencia también resultaría válida para los demás participantes, puesto que empecinarse con seguir jugando en un mismo horario -coincidiendo con la cartelera estelar de Primera- le resta exposición al producto. Dicho concepto ya fue entendido por algunas escuadras que en esta temporada han flexibilizado sus programaciones, animándose a jugar ciertos cotejos en horario nocturno.
Gastos corrientes
La parte que, en definitiva, le ha restado a este torneo surge de dos contextos mediáticos: el retiro de Unión Tarapoto y las interminables deudas de Boys. En el caso del elenco verdolaga, queda la lección de que el filtro para aceptar a los nuevos participantes debe ser aún más rigurosa.
En el tema concerniente a la 'Misilera' -que ya perdió 8 puntos por incumplimiento de pagos-, la solución parece estar cada vez más lejana. Solo el corazón del plantel chalaco sostiene una situación que, en cualquier otro equipo, ya habría sido una causal insostenible.
Fotos: Pedro Monteverde / DeChalaca.com, José Neira, Goool de Oro
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
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