De cómo Gálvez, con más fortaleza divina que otra cosa, salió a flote tras una semana que hasta condicionó su continuidad en la Segunda División y sorprendió a Torino en el mismo Campeonísimo.

 

Tal vez esta haya sido la semana más complicada para José Gálvez desde su retorno a Segunda División: con la continuidad de su técnico en duda y a punto de ceder tres puntos antes de jugar, lo que los hubiese puesto en una situación aún más delicada. Recién a las tres de la tarde del sábado el plantel emprendió el viaje a Talara, para llegar en la madrugada del domingo.

Enfrente estaba otro equipo complicado, también con problemas económicos y conflictos internos. El primer gol de Joyce Conde parecía empezar a labrar la victoria para los talareños, pero José Gálvez no se rindió y sacando fuerzas de quién sabe dónde logró irse con el empate al descanso.

En el complemento Gálvez ratificó el envión anímico que le dio el empate y antes del primer cuarto de hora ya estaba dos goles arriba, gracias a Di Cosmo y Salas, y pese a encajar el segundo a poco del final logró resistir hasta el final.

Sin duda las caras felices sobran en el viaje de retorno al puerto. Ellos ya cumplieron su trabajo con creces; se espera que las próximas semanas sean más tranquilas en tienda galvista, pero ello no solo depende de los jugadores.

Foto: diario La Hora de Piura

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