¿Hora de una auténtica renovación?
En un partido en que los dos equipos venían de capa caída, Cienciano se impuso a Sporting Cristal por 2-0. Los rimenses, últimos en el Clausura y ahora solos en el sótano del acumulado, literalmente tocaron fondo. ¿Qué tipo de decisiones deberán tomar los directivos y Juan Carlos Oblitas para reanimar a este plantel?
Primicia calentita, nadie la sabe: a falta de más de cuatro meses para terminar el año, queda concluido que el 2007 será recordado como un año pésimo en la historia de Sporting Cristal. Eliminado con una abultada goleada en la fase previa de la Copa Libertadores por el América de México, y fuera de los seis primeros puestos del Torneo Apertura, se quiso revertir los resultados de la primera mitad del año con la contratación de dos viejos conocidos: Roberto Palacios para el mediocampo y Juan Carlos Oblitas en la dirección técnica. Tras los primeros cinco partidos, más de un hincha celeste se vendrá preguntando si no hubiera resultado más productivo optar por una renovación de jugadores antes que por un regreso al pasado.
Cienciano no llegaba tranquilo al partido. Había perdido rotundamente a mitad de semana contra San Martín , y además se rumoreaba en la prensa que iban a ser removidos tres elementos importantes del conjunto cusqueño, entre ellos un histórico como Juan Carlos Bazalar. Cristal, en tanto, visitaba el Cusco cuatro años después de su último triunfo allí. La última vez que el equipo bajopontino le ganó al conjunto de la Ciudad Imperial fue en la fecha 14 del Clausura 2003. Ese partido -jugado a puertas cerradas por sanción al Garcilaso de la Vega- fue ganado 4-3 por el equipo del Rímac con tres goles de David Soria y uno el brasileño Sergio Junior. Para Cienciano convirtieron Santiago Acasiete, Rodrigo Saraz y uno que actualmente forma parte del equipo rimense: Carlos Lobatón.
Dos imágenes de la última victoria rimense en el Cusco: el hat-trick de David Soria y Omar Zegarra ante Julio García (Fotos: El Comercio)
Por lo visto desde los primeros minutos en el Garcilaso, era obvio que esa racha negativa se prolongaría. El cuadro rimense estuvo lejos de ser un equipo estructurado, sin vocación ofensiva, y con una defensa que partido tras partido sigue sin comprenderse. Durante todo el partido fue el cuadro cusqueño el que tomó las iniciativas de ataque. Más allá de eso, el fútbol que ofrecieron las dos escuadras fue por algunos momentos lento; las ocasiones de gol más claras nacieron de las llegadas de William Chiroque, quien marcó el segundo y definitivo tanto. Cabe recordar que Periquito ya le había marcado a su ex club en el Torneo Apertura.
Los servicios de Roberto Palacios, que sigue tratando de emularse en sus mejores tiempos, resultaban nulos para nutrir a Bonnet que lucía perdido en la cancha. Esta vez Soto no pudo arrancar desde el vamos, y fue reemplazado por un Juan Cominges al que la cruda lesión que sufrió lo mantiene distante del que fuera cuando jugó en el Colón de Santa Fe, la falta de precisión en los pases hacía que el equipo se ofuscara en recuperar el balón. Incluso los jugadores del equipo del Rímac seleccionados por Chemo del Solar a la selección, no estuvieron en el nivel deseado: Ísmodes no tuvo la fortaleza para brindar velocidad al ataque y ni siquiera se incentivó por los empresarios alemanes que estaban planeando llevarlo a jugar por el Bayer Leverkusen -tras el partido del Cusco, lo más probable es que se quede por un muy buen tiempo en estas canchas-. Y el joven Espejo puso ganas, pero con eso no basta para ganar o al menos dejar de ser colero.
José Carlos Fernández anotó de cabeza el 1-0 para Cienciano (Imagen: Peru Evolution Soccer)
Cienciano hizo lo justo y necesario para derrotar a un equipo que estaba completamente muerto en la cancha por la falta de alma y, sobre todo, capacidad creadora para reencontrase con el triunfo. Por la cabeza del Ciego Oblitas estará pasando si continuar con este plantel o afrontar el campeonato con juveniles o algunos injertos, en búsqueda de algo de motivación por revertir su situación. Por su parte, con la victoria, el Pepe Basualdo -en este fútbol donde los técnicos son tan volátilmente cambiados- puede estar tranquilo una semana más.
