Foto: Emilio RuizEn Moyobamba todo acabó 0-0, resultado que se dio en buena medida porque predominó el juego aéreo, que no favoreció a Unión Comercio pues no suele ser su mejor opción de ataque, pero que le facilitó la tarea a la defensa de León, que no vaciló para despejar de cabeza.

 

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Pese a que no era local, León llegó a Moyobamba con el crédito que otorgan tres victorias consecutivas, por lo que no resultaba difícil encontrar opiniones a favor de un triunfo huanuqueño, más aún porque Unión Comercio transita por un sinuoso camino, el mismo que se complicó para esta jornada ya desde su anterior partido, cuando frente a Alianza en Matute sufrió las expulsiones de Jair Yglesias y Miguel Trauco, dos jugadores que cubren el lado izquierdo de su defensa y a los que su técnico, Alberto Castillo, tuvo que suplir sacrificando parte de sus opciones en ataque, ya que empleó a un volante como Mario Velarde para ocupar ese sector.

Y es que con esta variante, el mayor afectado resultó ser Jesús Chávez, que jugó muy aislado de Evany Machahuay (cada quien por su lado), lo que derivó en dos situaciones: primero, que la marca hacia ellos resultó más simple de realizar para León al tomarlos en posta, obligando a que suelten más rápido el balón y -por ende- a cometer errores en los pases; y segundo, porque entonces fue que los centros se volvieron una constante, pero sin mayor efecto, porque la defensa de León estuvo firme por alto y porque, salvo por Antonio Meza Cuadra, el resto del ataque del Comercio no destaca precisamente por sus buenos golpes de cabeza.
Tener que partir desde la defensa no favoreció el juego de Mario Velarde, quien a la altura del mediocampo ya encontraba seria resistencia del equipo huanuqueño (Foto: Emilio Ruiz)
Con la situación controlada atrás, aún pese a la inexplicable expulsión de John Galliquio cuando acabó el primer tiempo, León se dedicó a contragolpear cuando pudo. De los pies de Diego Manicero y Damián Ísmodes siempre hubo buena intención para causar zozobra en el fondo del cuadro local, pero el nulo resultado de sus acciones y el desgaste físico a causa del calor y el mal estado de la cancha, hizo que perdieran sorpresa. Hasta Johan Fano, quien no suele salir antes del final del partido, salió extenuado a los 78’ para que su lugar lo ocupe Henry Quinteros, aunque antes dejó un recuerdo en el poste derecho del arco de Ángel Azurín, cuando a los 57’ estrelló ahí el balón.

Recién en los últimos minutos, cuando ya se sabía que se iban a jugar dos de descuento, fue que la defensa de León comenzó a flaquear. Fue tan evidente ese bajón que el ataque del Comercio tomó nota y un segundo aire para romper el cero, pero un remate de Joao Villamarín y una palomita de Meza Cuadra, la mejor producción ofensiva del equipo en todo el encuentro, fueron a parar a las manos del arquero Jorge Rivera. Fue también en esos instantes que quedó claro que solo con un grave error se podía romper el 0-0, pero este nunca se dio.

Fotos: Emilio Ruiz

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