Foto: Miguel Zavala / Diario El Pueblo de ArequipaMelgar venció con inmensa polémica por 2-1 sobre el final a Rosario y se afianza como líder absoluto del Clausura. Un insólito autogol, una buena anotación de Allan Murialdo cuando el 'Canalla' poco o nada atacaba, dos expulsiones y un grosero error del árbitro Micke Palomino marcaron el duelo, más lleno de particularidades que de buen fútbol.

 

Bruno Chirinos | @BrunoChirinos2
Redactor

Más allá del sinfín de sucesos producidos en la UNSA, ¿el balance habría castigado demasiado a Melgar con un empate?

Era sabido que FBC Melgar, como líder del Clausura y habiéndose reforzado con varios jugadores de buen recorrido, partía como favorito para llevarse los 3 puntos. La salida de varios jugadores importantes de Sport Rosario desencadenó que la escuadra nicrupampina completara las cuatro primeras fechas del último certamen del año sin haber ganado. Además, afrontar el duelo sin Gerald Távara, Carlos Uribe y Carlos Beltrán por sendas sanciones hacía que un punto al pie del Misti no fuera un mal negocio.

El inicio del encuentro tuvo, como se podía esperar, a Melgar sometiendo ofensivamente a Rosario, que no pudo soportar las constantes arremetidas locales con sus tres defensores centrales. Sí lo hizo, en cambio, con las grandes atajadas de Luis Llontop, quien hasta en tres oportunidades consiguió salvar su valla. La chance más clara se produjo en el minuto 13, cuando un buen pase de Joel Sánchez dejó solo debajo del arco a Patricio Arce, pero el volante erró increíblemente al disparar el balón al palo. El rebote cayó en los pies de Alexis Arias, quien remató fuerte al cuerpo del golero visitante.

Sin embargo, ese primer cuarto de hora intenso de los dirigidos por Hernán Torres no se sostuvo. El partido cayó en imprecisiones de parte de ambos equipos y, a pesar del mayor control del partido de parte del local, los ataques se tornaron previsibles. A los 37’ todo cambió: una increíble falta de atención nicrupampina en un saque de banda a favor de Melgar -con complicidad de un recogebolas- permitió que Bernardo Cuesta terminara solo frente a Llontop, pero el arquero, al taparle el tiro, dejó un rebote que chocó en John Tapia y el zaguero, en su intento por despejar el balón, terminó por anotar en propia puerta. Un blooper que, por como se iba dando el trámite del encuentro, fue muy celebrado en tienda dominó.

El blooper del año estuvo en Arequipa: John Tapia la mete en propia puerta luego de un pésimo despeje. Melgar celebra. (Foto: Miguel Zavala / Diario El Pueblo de Arequipa) 

Para el segundo tiempo, el ingreso de Junior Aguirre en lugar de Sebastián Ternero le dio más frescura al mediocampo canalla, pero no la suficiente como para generar peligro. El partido se tornó intermitente, pero un nuevo hecho en el que nuevamente John Tapia estuvo involucrado reavivó los ánimos: Bernardo Cuesta le propinó un codazo al zaguero tras un forcejeo por tener el balón. Era tanta la molestia del argentino por la decisión, que un compañero tuvo que calmarlo para que no se le fuera encima al juez Micke Palomino. ¿Quién fue? Nada menos que Pablo Míguez. Uno de los tantos hechos particulares que arrojó el partido.

No obstante, Melgar continuó siendo ligero dominador, pero al empecinarse mucho por atacar por el medio zona en la que Rosario acumuló varios hombres- no fue capaz de ocasionar jugadas de gol. Poco o nada pudieron hacer Joel Sánchez, Cristofer Gonzales y Patricio Arce, los llamados a desequilibrar, aunque el bajo poderío ofensivo del visitante parecía indicar que todo estaba concluido.

A falta de 4 minutos para el final, surgió una nueva sorpresa. Cuando Melgar parecía confiado en que mantendría el marcador, un avance del ingresado Aguirre terminó en un buen pase suyo para Allan Murialdo, quien tras sacarse la marca de Paolo Fuentes definió con calidad para poner el empate. Pero no todo querdaría ahí: a los 93’+, cuando ya todo daba a indicar más bien que se rubricaría un empate, un anticipo de Carlos Olascuaga a Alexis Arias terminó en un grosero error de Palomino, quien concedió penal para los locales cuando de ninguna manera se había producido infracción en el movimiento del extremo rosarino.

Joel Sánchez estuvo movedizo, aunque John Tapia y Juan Diego Gutiérrez lo pudieron neutralizar. (Foto: Agencia Click) 

Inminentemente, varios jugadores visitantes, muy molestos con la decisión, le dijeron de todo al árbitro principal. ¿El más ofuscado? El “infractor” Carlos Olascuaga, quien se fue expulsado. Luego Patricio Arce, de discreto desempeño, puso el 2-1 final con remate seco.

Así se fue un partido que si bien dejó muchos hechos llamativos para el anecdotario del alicaído Descentralizado, tuvo poco de buen fútbol. Ambos equipos, que atraviesn distintas realidades actualmente, mostraron un desempeño pobre que -lamentablemente- tuvo también al arbitraje como actor principal. La superioridad momentánea de Melgar en los primeros 15’ (tiempo en el que ni siquiera fue capaz de abrir el marcador) no se pudo alargar por el resto del partido, pero esa fortuna que a veces aparece y de la que algunos suelen ningunear en el fútbol, estuvo presente en Arequipa y se decantó a favor de los rojinegros.

Fotos: Miguel Zavala / Diario El Pueblo de Arequipa, Agencia Click


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La ficha del Melgar 2 - Rosario 1

 

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