El nuevo empate de Alianza Lima llegó con esa pregunta bajo el brazo. Esta vez el once de Roberto Mosquera se propuso ser incontrolable en cualquier posición de campo, menos en función de ataque.
    Kenny Romero | @kenny_romero
    Director Periodístico

La desesperación del hincha aliancista al final del partido, mientras los jugadores ingresaban a los camerinos, es entendible: se desechó un nuevo triunfo en condición de local y ya van tres partidos en el que el equipo de Roberto Mosquera apenas ha conseguido dos puntos. Pero fuera de ese detalle, lo más desesperante estuvo en la búsqueda del gol. Ni Pajoy ni compañía estuvieron finos en ataque y las consecuencias se reducen en el 0-0 que empieza a apagar algunas ilusiones.

Para sentar bien la interrogante, hay que señalar que, línea por línea, Alianza Lima tuvo picos de rendimiento que en otras ocasiones, indefectiblemente, habrían derivado en un triunfo. En defensa, por ejemplo, Miguel Araujo y Walter Ibáñez no tuvieron que gestar una gran performance para salir bien librados de las arremetidas del equipo churre. A su vez, en la mitad de cancha, si Josimar Atoche y Luis Ramírez se encargaron de recuperar y elaborar con cierta eficiencia, Jorge Bazán, Johnnier Montaño y Julio Landauri estuvieron por debajo de su nivel, pero igual con eso bastó para convertirse en armas peligrosas para concretar.

El gran problema, entonces, estuvo en la zona de ataque, o sea con la función de Lionard Pajoy, más allá de que el no fue el único responsable. En el primer tiempo, cuando los blanquiazules se posicionaron con el 4-2-3-1, el colombiano se perdió en la intrascendencia, y no solo por el control hacia él de parte los centrales Janeiler Rivas y Jaime Huerta, sino también porque el tridente Bazán - Montaño - Landauri enfrentó complicaciones para encontrar mejor perfilado o en correcta ubicación a Pajoy para quedar en un mano a mano, la especialidad del ex Unión Comercio. Es más: la única clara que el colombiano tuvo bajo esa vía terminó siendo bloqueada por Diego Carranza.

Y la complicación íntima del segundo tiempo, ya con el 4-trapecio-2 que se plasmó a partir del ingreso de Andy Pando, sí obedeció a un tema netamente de desesperación. de falta de control ante situaciones reales de concretar un marcador a su favor. Con pizca de temor incluída. Y eso que ingresaron dos hombres de refresco con un rol más desequilibrante, como lo son Willyan Mimbela y Pier Larrauri. Por eso, lo que se vio en el gramado del Alejandro Villanueva fue un concierto de toques, amagues y pases en profundidad, pero nada más. No hubo arco en la propuesta de Mosquera en la noche de sábado.

¿Cuál pudo haber sido la solución en el infausto 0-0 blanquiazul? Quizá mayor conexión entre los hombres de primera línea de volantes, como Josimar Atoche y Luis Ramírez; sobre todo este último, quien en una función más de lanzador podría haber sido el complemento perfecto de Pajoy y Pando. Sin embargo, esta noche 'Cachito' no se encontró consigo mismo y el resultado simplemente generó una nueva interrogante que impacienta una barbaridad al hincha íntimo. Sobre todo si en esta ocasión los sindicados, por la falta de gol, son los hombres que más han anotado con los íntimos en lo que va del año: Pajoy ha hecho 14 goles y Pando 6 tantos de los 41 marcados por Alianza Lima a lo largo de todo 2016.

Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com


Leer más...

La crónica del Alianza Lima 0 - Alianza Atlético 0: Máscara de a-cero

Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy