Camino al cadalso
Boys tiene una cita con la muerte este domingo. Arequipa, casi inequívocamente, atestiguará el segundo descenso de la historia de uno de los clubes más tradicionales del fútbol peruano; así como en 1987 otra tierra sureña, Ica, vio a los rosados irse de la máxima categoría por primera vez. Aquí, el recuerdo de una historia de la que, 21 años después, se han reeditado detalles como la precariedad dirigencial y una agonía prolongada.
Boys se va porque lo tiene merecido. Porque el paso del tiempo ha hecho que los clubes, aun en el Perú de Burga, ya no puedan vivir solo de tradiciones y pasados gloriosos, sino que exige algo de orden institucional y accountability. Y porque la incapacidad de gestión de quienes no han sabido hacer buen uso de un intangible tan valioso como el cariño de todo un puerto ha pasado la factura más costosa: el descenso.
Amén de ello, es imposible que a quien vive siquiera con una pizca de emoción el fútbol en el Perú no le apene el adiós de Boys. Pensar en fútbol de Primera sin salsa en las tribunas del Grau. Sin los insultos a voz en cuello de las viejas hinchas rosadas de Occidente Baja de procaces lenguas que amedrentan al más pintado de los árbitros. Sin el pica pica y el humo rosado a la salida del túnel de Sur. Sin el Callao.
Todo ello, se sabe hace tiempo, es una inexorable realidad. Y el fútbol peruano tendrá que asumirla así como hizo por única vez en el verano de 1988. Tiempos cuando una campaña tan nefasta como la actual y con una agonía tan prolongada como la de este 2008 acabó llevándose a Sport Boys a Segunda por primera vez.
El anti-faenón
A inicios de agosto de 1987, el país estaba conmocionado por la posible estatización de la banca recién anunciada por el gobernante de turno. Por entonces, habría sido harto difícil oír al presidente hablando en público sobre la capacidad del sistema capitalista para sobrevivir a las crisis económicas más complicadas. Por entonces, Rómulo León Alegría era un diputado de bigote espeso y protagonista de faenones dialécticos en la Cámara Baja, puesto que aún no había sido nombrado Ministro de Pequería para trenzarse a golpes con Fernando Olivera.
Lo que sí es probable es que León Alegría no haya tenido entonces mucho tiempo para conversar telefónicamente con Alberto Químper, quien seguramente andaba preocupadísimo por el mal momento del equipo de sus amores, Sport Boys. Se parecía esa época a la actual en algo muy puntual: el cuadro rosado perdía con todos todas las semanas. El Regional Metropolitano estaba a cuatro fechas de culminar y los rosados, dirigidos por Walter Milera, caían 4-0 ante Deportivo Municipal. Con 14 puntos en la tabla, se hacía cada vez más complicado que pudieran clasificar entre los 7 primeros, y así evitar la caída a la Zona Intermedia.
¿Pero qué era la Intermedia? Uno más de los engendros que tuvieron los nefastos campeonatos regionales de finales de los ochenta, obra y gracia del mítico Ricardo Miranda Tarrillo (a.k.a. 'Rimita'). Consistía en lo siguiente: una vez terminada la fase regional del campeonato y su respectiva Liguilla, y mientras los primeros de cada zona pasaban a disputar el Descentralizado de 16 equipos que clasificaría al segundo representante a la Copa Libertadores, los que quedaban en las mitades bajas de las tablas en Lima, el Norte, el Centro y el Sur pasaban a jugar un torneo aparte con los que habían quedado en los primeros lugares de los torneos de Segunda División (para Lima) y Ligas Provinciales (para el interior) para revalidar la categoría. Una especie de repesca de muchos que duraba medio año, una División que no era ni la máxima ni la mínima; un limbo de nadie, ideal para sobrellevar una agonía.
Como era típico en la época, ni la prensa ni los hinchas entendían cómo se jugaba el campeonato, y por ello se anunciaba en la mayoría de medios cosas como que "Boys perderá por primera vez la categoría si el domingo no le gana a Juventud La Joya en Villa María del Triunfo". En realidad, ello no era cierto, puesto que la Intermedia no era un descenso; aunque sí una deshonra para un equipo que apenas tres años antes había sido campeón nacional, de la mano de un hombre plenamente identificado con la rosada: Marcos Calderón.
Lo irónico era que el 'Oso', justamente, era en ese momento el técnico de Juventud La Joya -poco después dejaría ese equipo para asumir el Alianza Lima de los 'Potrillos' con el que meses luego partiría al más allá-. Fue el equipo de Calderón el que con un 3-1 contundente en el estadio Víctor Raúl Haya de la Torre (la época, la época) de Villa María del Triunfo envíó a los rosados a la Intermedia. Un joven Andrés 'Balán' Gonzales, quien era la carta de gol más destacada de los rosados, anotó el gol de honor, y desató las iras contra Milera por haberlo dejado en el banco y solo incluirlo en el complemento.
Boys jugó luego dos partidos seguidos ante CNI (tenía uno pendiente) con sendas goleadas en contra de 0-3 y 5-0, y sacó un empate 1-1 ante la 'U' en la jornada final que hizo que los cremas cedieran a Huaral el primer lugar del Metropolitano. Igualmente, la suerte porteña estaba echada: debería disputar la Intermedia junto a Internazionale, Octavio Espinosa, Juventud La Joya y Juventud La Palma. A ellos se sumarían los cinco equipos procedentes de Segunda: AELU, Walter Ormeño, Defensor Lima, CITEN (Centro de Instrucción Técnica y Educación Naval) y ETE (Escuela Técnica del Ejército).
Los ancestros de Mattos
Para la campaña en la Intermedia, el golero titular Luigi Dietz dejó el club, y el arco quedó en manos del juvenil Carlos Valle Manso, quien ya había alternado en algunos partidos. En la zaga, se mantenían como puntales Eduardo Salas, Dámaso Rodríguez y el principal sobreviviente de la exitosa campaña del '84: el pundonoroso lateral Félix Puntriano, quien era el capitán del equipo. Al medio, César Guerrero era el principal encargado de las labores de destrucción, y la generación de fútbol estaba a cargo de Carlos 'Piticlín' Palacios, uno de esos volantes que pudo llegar a ser gran figura y por factores extrafutbolísticos se quedó en el camino (el punto intermedio en la historia rosada entre Walter Daga y 'Kukín' Flores, por decirlo de otro modo). Arriba, a 'Balán' lo acompañaban alternadamente Carlos Avilés, Miguel Muchotrigo y Carlos Denegri.
Los nombres, pues, delatan que Boys no tenía mucho con qué pelear aquel 1987. Pero los principales factores en contra no estaban en la cancha, sino fuera de ella. La direciva encabezada por el comandante AP (r) Jorge Labarthe (padre del 'Chino' y abuelo de Gianfranco) era cuestionadísima desde que un fallo de la FPF la había devuelto al mando del club, luego de que la campaña triunfal de 1984 se hubiera gestado bajo la presidencia de Miguel Monteverde Win (padre del hasta hace poco presidente rosado).
Perlas de la directiva de Labarthe había para coleccionar. En la segunda fecha de la Intermedia, Boys debía recibir a Defensor y se eligió como estadio sede el lejanísimo Guadulfo Silva Carbajal de Lurín, estadio bautizado así por el alcalde en funciones del mismo nombre y donde Municipal oficiaba de local en algunas ocasiones. Cuando rosados y granates llegaron al escenario, se toparon con que la Segunda División de la Liga de Lurín estaba jugando allí su campeonato y no podían utilizar el coso. El delegado rosado, Walter Vargas, se dispuso a firmar el acta que consignaba el impasse y, en plena faena, fue agredido por dos robustos y furibundos hinchas rosados que le reventaron una silla en la cabeza mientras le espetaban haberlos "hecho ir por gusto" hasta Lurín. Mientras tanto, el alcalde Guadulfo Silva sugería que Boys y Defensor se fueran a jugar a Pachacámac, unos kilómetros más allá, donde la cancha del estadio Municipal estaba libre a esas horas. Como cuando se peregrina para una pichanguita con los amigos.
No obstante, Boys empezó ganando en la Intermedia, y estaba invicto hasta la quinta fecha. Pero dos partidos terminaron de nublar el panorama. Primero cayó 4-0 en Matute ante Internazionale, y Milera fue despedido. A la semana siguiente, con Augusto Palacios como nuevo DT, recibió un doloroso 3-0 a manos de AELU en el Nacional. La situación colapsó y acabado el partido ante los niseis, el domingo 15 de noviembre, un grupo de 700 hinchas rosados, encabezado por Willy Tréllez, tomó por la fuerza la sede del club en la calle Teatro.
El martes siguiente, el mismo piquete no dejó ingresar a los entrenamientos a Augusto Palacios, ni tampoco al comandante Labarthe, quien sostuvo un fuerte altercado con iracundos hinchas. Finalmente, el intríngulis se solucionó con el compromiso de Labarthe de convocar a elecciones en febrero de 1988 y un nuevo acuerdo para designar al 'Polaco' Gustavo Merino como técnico. Boys navegaba en la media tabla de la Intermedia cuando dos semanas luego, la tragedia aérea de Alianza Lima paralizó todas las actividades futbolísticas en el país hasta iniciado el nuevo año.
Estado de coma
La Intermedia reanudó sus actividades el 9 de enero de 1988, y Boys cayó en el Lolo Fernández por 1-0 ante Defensor Lima. A la semana siguiente, viajó a Cañete y perdió por el mismo marcador ante Walter Ormeño. Con eso se acabó el ciclo de Gustavo Merino y la directiva, caminando en círculos, volvió a llamar a Augusto Palacios.
Con el 'Trotamundos', Boys enmendó algo el rumbo: le ganó al CITEN con un gol de tiro libre de 'Piticlín' Palacios, y luego igualó sin goles consecutivamente ante La Joya en Chancay y frente al Inter en el Telmo Carbajo. A falta de tres fechas para el final, los rosados tenían 16 puntos en la tabla y se ubicaban en el sétimo lugar; los cuatro primeros conservarían la categoría y el quinto debería revalidar por un cupo para Primera con el ganador de Segunda División 'B' (certamen formado por los equipos de Segunda que no habían accedido a la Intermedia).
Así, el 13 de febrero, Boys afrontó un decisivo partido ante AELU en el estadio La Unión, en Pueblo Libre. El cuadro verde marchaba puntero y con el triunfo esa tarde aseguraría el ascenso para la temporada 1988. Ante numeroso público y luego de un primer tiempo muy parejo, el partido se empezó a decantar hacia los locales con un tanto de Fernando Gonzales con un sombrero a la salida de Miguel Munayco (reemplazó esa tarde a Valle Manso) cuando se jugaban 19'. Boys empató a falta de cinco minutos para el final del primer tiempo con discutido tanto de Salas, quien visiblemente se llevó el balón con la mano. Empezando el complemento, sin embargo, una agresión de Guerrero dejó con diez hombres a Boys, y poco después, a los 59', un cabezazo de Gabriel Kanashiro puso el 2-1. 'Balán' Gonzales forzó en dos ocasiones intervenciones lucidas del meta Francisco Ñiquen, pero la historia estaba sellada: AELU ascendía a Primera y Boys quedaba en posición muy incómoda.
No obstante, los rosados darían batalla. En la fecha 17, penúltima del torneo, recibieron al colero ETE en el Telmo Carbajo y le endilgaron un ruidoso 7-0. 'Balán ' Gonzales y salas hicieron dos goles cada uno, y Palacios, Herrera y Cavagneri completaron el score. No obstante, al día siguiente, en Huacho, La Palma (que tenía como entrenador-jugador a Rodulfo Manzo) venció 3-2 a La Joya, lo cual mantenía las posiciones intactas.
De esa forma, a falta de una jornada, AELU, 'Inter' y Espinosa habían asegurado su clasificación a Primera para la temporada 1988. Cuarto estaba Walter Ormeño con 21 puntos, quinto La Joya con 20, sexto La Palma con 19 y sétimo Boys con 18. Por tanto, los rosados solo podían aspirar a sendas derrotas de La Joya y La Palma como locales en la última fecha para, con un triunfo sobre Espinosa en su visita a Ica, aspirar a clasificar quinto por diferencia de goles para revalidar con el campéon de Segunda 'B'. Más difícil, imposible.
Del Señor de Luren a la Virgen de Chapi
Ica, amanecer del domingo 28 de febrero de 1988. Un grupo de fieles hinchas rosados acude a la misa matinal en la Iglesia del Señor de Luren para elevar sus plegarias al cielo y pedir que se obre el milagro. Que pierdan La Joya y La Palma y que Boys venza a Espinosa para mantenerse en la categoría. Pero la agonía estaba condenada a terminar de una vez por todas.
La semana previa había sido, para colmo, manchada por un nuevo acto de la directiva de Labarthe, que había impugnado las elecciones que él mismo había convocado y que habían dado ganadora a la lista única de Willy Tréllez con 346 votos a favor, siete viciados y uno en blanco. Igualmente, los jugadores saldrían al campo del Picasso Peratta a luchar por la permanencia.
La crónica de Jaime Villanueva, enviado especial del diario El Nacional a Ica, relata que Boys tuvo hasta cinco oportunidades claras de abrir el marcador. Encima, tuvo a su favor que el arquero titular de los locales, Eusebio Farfán, se lesionó y para el complemento debió ser reemplazado por el suplente Ramos. 'Balán' Gonzales tuvo las ocasiones más claras, pero no tuvo la fortuna de mandarla adentro. El partido acabó con el marcador en blanco y luego solo hubo lugar para los lamentos, el llanto desconsolado y hasta el desmayo de la fiel 'Tía Kika', quien presa de la emoción se desvaneció en plena tribuna Occidente del Picasso Peratta.
Más tarde, los triunfos de La Joya sobre AELU y de La Palma sobre Defensor Lima acabaron de confirmar que una victoria rosada habría sido igualmente en vano. Pero la pena estaba hacía rato ya instaurada en el Callao porque, por primera vez desde 1933, Boys no jugaría un torneo de Primera División. Con Atlético Chalaco perdiendo ese mismo día ante ENAPU toda opción de clasificarse en Segunda 'B', 
además, el Callao quedaba por primera vez, oficialmente, sin representación en la máxima categoría a lo largo de toda la historia de los campeonatos organizados bajo la tutela de la FPF.
Aquel paréntesis duró, como es sabido, solo dos años, hasta que Boys, ya sin Labarthe y de la mano de Antonio Cuba, 'Beto' Levy y conducido por el 'Tano' Bártoli, volvió a Primera. Un paréntesis que se abrirá otra vez, indefectiblemente, dentro de algunas horas, porque como cantaría con pena Héctor Lavoe por su querido Vamos Boys, todo tiene su final y nada dura para siempre, ni las agonías más prolongadas.
Fotos y recortes: diarios El Comercio y El Nacional; libro ¡Vamos Boys!, Teodoro Salazar Canaval
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Podrian indicar el campeonato de la Intermedia (ahora segunda division) en su web o en todo caso en mi correo desde 1980 al 1991
IndicaR LOS EQUIPOS, LA TABLA DE POSICIONES FINAL QUIENES SUBIERON A LA PROFESIONAL Y QUIENES BAJARON.
MUCHAS GRACIAS
MUY INTERESANTE ESTE ARTICULO Y EMOCIONANTE LAS FOTOS, GRACIAS!
SER ROSADO ES ALGO QUE NO SE COMPARA EN EL MUNDO, ALGO QUE SE LLEVA EN LA SANGRE O EN EL ADN DIFICIL DE EXPLICAR, PERO LINDO MUY LINDO.
SIEMPRE HINCHAREMOS POR EL BOYS PORQUE SOMOS CHALACOS Y ES NUESTRO EQUIPO Y EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS...VAMOS BOYS CARAJO!!!
WWW.CORSARIOSBA.BLOGSPOT.COM
CORSARIOS SBA CALLAO
MUCHOS NOS VIERON NACER...NADIE NOS VERA MORIR!!!