Foto: Prensa Ayacucho FCEn el Ciudad de Cumaná, Ayacucho doblegó a Alianza Lima con un planteamiento efectivo que apeló al colectivo para sumar su tercera victoria consecutiva. Los íntimos, en cambio, sacaron discreto provecho de las chances con que contaron y recibieron un 2-0 que cerró una dura semana.
    Diego Rodríguez | @diroda86
    Redactor

Once días restan para que Alianza Lima juegue en el 'Cilindro' de Avellaneda ante Racing Club por la Copa Libertadores. Once días para seguir haciendo experimentos; esta vez el cuadro íntimo volvió a perder y solo suma 4 puntos en igual número de jornadas. El elenco blanquiazul sigue sin ser efectivo pese a que sí llega al arco rival. En el arco opuesto, Josepmir Ballón cometió un error que Ayacucho FC supo maximizar; y como equipo compacto que es este once de Gerardo Ameli, logró asegurar la valla y liquidar de contragolpe. La altura siempre jugará su papel y más a favor de un equipo que se conoce y tiene -incluso desde antes del actual proceso del DT argentino- un estilo marcado para jugar.

La Pizarra: Solo se mueve cuando no da resultados

Ayacucho: Gerardo Ameli mandó un 4-2-3-1 que ya le ha dado tres victorias seguidas. Ante la lesión de Hugo Souza, apareció Minzum Quina con las mañas de zorro viejo. En la volante, Jorge Murrugarra empezó para sumar en la Bolsa y la vuelta de dos hábiles como Luis Enrique Carranza y Robert Ardiles fue clave como compañía de Mauricio Montes. La propuesta se refrescó en el complemento para liquidar el trámite en los descuentos con el mismo orden y sin riesgos.

Alianza Lima: Pablo Bengoechea mantuvo su línea de tres, con la novedad del debutante Carlos Montoya en la zaga. Ante las ausencias de Carlos Ascues y Jean Deza, Josepmir Ballón empezó acciones en la volante y volvió a jugar dos puntas. Al descanso, y dada la amarilla a Edwuin Gómez, entró José Anthony Rosell, quien por naturaleza es menos peligroso para atacar. También sacó a Federico Rodríguez para apostar por la velocidad de Cristian Zúñiga y Aldair Fuentes -otro amonestado- dio paso a Joaziñho Arroé; sin embargo, el cuadro íntimo abusó del pelotazo y las intenciones de Luis Aguiar bajas, mientras que Adrián Balboa anduvo muy solo.

El Capo: Dueño del rosal

Rosales estuvo sobrio en el arco ayacuchano. Acá descuelga el balón ante la carga de Federico Rodríguez. (Foto: Edson Ochoa) 

Si juegas al pelotazo aparece él, arriesgando pero seguro para atrapar todos los balones, lo suficiente para dar confianza a su defensa y desesperar a los rivales. Es Éxar Rosales, quien a sus 35 años, coleta encima, vive tranquilo en Ayacucho tras una larga trayectoria y sin complejos que lo presionen.

Kazuki Ito: Ordenó y ordeñó

Edwin Ordóñez y su cuarteta afrontaron algunas situaciones polémicas. Primero, un posible penal sobre Luis Aguiar, quien terminó cayendo aunque también por efecto de trastabillar él mismo. Luego, una amarilla a Aldair Fuentes que pudo ser roja, pero en la que prefirió no pegarse tanto al reglamento. En el segundo tiempo el juez dejó jugar más y no pecó de protagonista.

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#Liga1 #AyacuchoFC 2-0 #AlianzaLima 📸 Edson Ochoca

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