Foto: Prensa FPFA pesar de estar arriba dos veces en el marcador, Cusco no pudo mantener la ventaja frente a Melgar. El 2-2 final dejó un sabor agridulce para el necesitado equipo de Vivas, aunque haya ofrecido la que de por lejos fue su mejor actuación con el DT argentino.
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Luis Alfonso Garcés | @lgarces_01
Redactor

FBC Melgar llegó de la mejor manera posible para el duelo frente a Cusco FC, ya que había apabullado por 1-5 a Deportivo Binacional en su último partido solo tres días atrás. Sin embargo, luego del recital rojinegro, Néstor Lorenzo mencionó que tenía un dolor de cabeza para elegir la alineación debido al gran nivel de los jugadores de la plantilla con la que cuenta, lo que genera que nombres que tienen nivel más que suficiente para ser titulares deban empezar los partidos en el banco de suplentes.

Precisamente, este fue uno de los problemas del entrenador de Melgar en este encuentro, al dejar a Kevin Quevedo y Jhonny Vidales sentados. Ambos ingresaron en el segundo tiempo, cuando el 'Dominó' iba un gol abajo en el marcador. La entrada de ambos futbolistas le cambió la cara por completo al equipo mistiano: el primero aportó mucha movilidad y creó constante peligro en ataque, mientras que el segundo convirtió el tanto del empate ya en la recta final del cotejo.

Más allá de la superioridad de Melgar en la segunda parte del juego, el empate se explica debido a la fuerte paridad que hubo en el primer tiempo, en la que Cusco abrió el marcador con un tempranero golazo de tiro libre de Édson Aubert, quien ratificó una vez más su buena forma actual. Este tanto de su exvolante -quien lo celebró sin desparpajo alguno- afectó anímicamente al elenco rojinegro, como reconoció Lorenzo luego del partido, pues le recordó la obligación de ganar para ponerse como único líder de la Fase 2.

Figueroa fue el mejor del campo y neutralizó a Cuesta, la gran figura rojinegra. (Foto: Prensa FPF) 

La alegría luego del tanto de Aubert le duró muy poco al conjunto negridorado, debido a que un veloz ataque construido entre Alexis Arias y Cristian Bordacahar -quien generó mucho peligro por la banda izquierda- terminó en un gol de Luis Iberico. Melgar tuvo un dominio del balón lo que restó de la primera mitad, aunque le costó mucho profundizar y aproximarse a la portería de Éder Hermoza, por lo que el empate estaba pintado para resumir el trámite de la primera mitad.

Sin embargo, Alfredo Ramúa apareció a falta de 5’ del descanso para sacar un clásico remate suyo de esos de larga distancia y volver a darle la ventaja en el marcador a los imperiales. Esto obligó a Melgar a salir con las líneas adelantadas para el complemento; en consecuencia, Claudio Vivas ordenó a sus jugadores que se replegaran. Liderados por un extraordinario Annier Figueroa, quien fue una muralla e hizo recorar sus mejores años en Sport Huancayo, Cusco mantuvo la ventaja a pesar de los ataques rivales.

Todo esto cambió cuando Lorenzo ejecutó los cambios mencionados previamente, lo que provocó que sus jugadores pusieran contra las cuerdas al rival y terminaran consiguiendo el 2-2 final en los pies de Vidales. El tanto, por supuesto, dejó apenas un pálido consuelo, ya que un equipo que aspira el título debe sumar de a tres: el empate, al menos, salva el coliderato para el 'Dominó'.

Pereyra anticipa a Barreiro. El argentino siempre es regular en el fondo de Melgar. (Foto: Prensa FPF) 

Por el otro lado, Vivas se quedó musitando ante la TV que el objetivo era ganar para salir de la zona de descenso. Sin duda el empate termina sabiendo a derrota para ambas escuadras, que esperan recuperar los puntos perdidos lo antes posible, con la importante diferencia de que a Cusco le urge que las matemáticas cuadren y para eso resulta útil que afronte partidos con el aplomo con el que disputó este.

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