Foto: Prensa FPFAyacucho volverá a jugar un torneo internacional: clasificó a Sudamericana a costa de enviar al descenso a Alianza Universidad. El 1-2 reflejó un mejor manejo por parte de los zorros de la enorme tensión instalada en la Videna y castigó con dureza al cuadro de Uribe, que acabó como colero absoluto.
    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

La silla de plástico al lado del campo fue el blanco fácil de la impotencia de Jack Durán. Poco más de un año atrás, al inicio de la pandemia, el pequeño y talentoso volante vivía un momento exuberante: Alianza Universidad líder de la Liga1 y él, después de tantos vaivenes en una carrera que se había confinado a Copa Perú, estaba incluso voceado a la selección. Pero el fútbol es tan cruel como la vida a veces y nadie podía presagiar que ese momento fantástico era apenas un sueño efímero: que al cabo de la temporada 2021, el cuadro azulgrana iba a estar de regreso en el ascenso tras descender como colero absoluto de la tabla acumulada.

Faltaba poco más de 20' para el final del lance y Durán acababa de ser reemplazado tras apenas 14 minutos en campo. Julio César Uribe, en medio de sus discusiones con la cuarteta arbitral encabezada por Diego Haro, había resuelto sacarlo por haber recibido tarjeta amarilla. El 'Diamante' aparentemente no quería correr riesgos para lo que quedaba de partido, aunque valía la pena preguntarse si era consciente de que ese lapso era el que le restaba a su club en la máxima categoría; a ratos, tanto descontrol emocional en todo el plantel de Alianza Universidad sugería que más fue la preocupación por el desenlace que la conciencia del momento la que gobernó el tránsito azulgrana por el césped de la Videna.

De hecho, Durán había entrado -junto a Carlos Neumann y Jair Córdova- como parte del replanteo ofensivo de Uribe para buscar ese segundo gol que podía salvar al cuadro huanuqueño en el inicio del segundo tiempo. Pero en el mismo momento en que pisaron el campo, el juego se reanudó con un magnífico tiro libre servido por Pablo Lavandeira desde la derecha que encontró en el corazón del área azulgrana a Carlos Beltrán arremetiendo para cabecear con inteligencia al fondo del arco de Manuel Montero. El 'Che', quien el año pasado fue de los futbolistas más rescatables de la lamentable campaña que acabó con el descenso en cancha de Alianza Lima, tuvo así importante revancha personal: rubricó su estupendo desempeño defensivo para acabar como gran figura en la jornada de clasificación de Ayacucho FC a un nuevo certamen internacional, en este caso la Copa Sudamericana.

Beltrán se anticipa a Espinosa. El 'Che' selló su gran actuación con el gol que puso a Ayacucho en la Sudamericana. (Foto: Prensa FPF) 

Y es que el partido estuvo repleto de tensión no solo por lo que sucedía a un lado del campo. La diferencia con el equipo de Walter Fiori fue que este atemperó sus nervios a través de la dosificación de energías: no desplazarse de más y sí ser letal en las pocas incursiones que se hicieran sobre el área rival. Así por ejemplo se había gestado el primer tanto, obra del bisoño Segundo Espínola: un auténtico golazo producto de un remate desde lejos, con potencia y convicción, que se hizo inatajable para Montero.

Además, al DT argentino de los zorros le ocurrió lo que no pudo conseguir Uribe con sus cambios. Para el segundo tiempo, apostó por dos variantes que asentaron el enfoque con que Ayacucho manejaba el partido: tanto Roberto Villamarín como, sobre todo, Luis Enrique Carranza contribuyeron sustancialmente al mejor control del esférico y a tener ocupada a la zona de marca de Alianza Universidad. En esa línea, ni Juan Morales -inusualmente opaco- ni Óscar Vílchez pudieron sostener el funcionamiento de un equipo que requería a sus piezas de soporte en una mejor tarde.

De hecho, el empate azulgrana había llegado no por consecuencia de una insistencia, sino de un error flagrante del propio Ayacucho. Espínola pasó de héroe a villano al cometerle un absurdo empellón a Renato Espinosa, que Haro advirtió sin dilaciones. Diego Manicero, un especialista, capitalizó la chance que luego resultaría insuficiente: estaba claro hacía varias fechas que con Joyce Conde como punta -apuesta directa de Uribe- a Alianza Universidad no iba a alcanzarle.

Lavandeira consuela a Manicero. El descenso de Alianza Universidad fue inesperado pero resultó un destino inexorable para las últimas semanas del club azulgrana. (Foto: Prensa FPF) 

El desenlace en San Luis fue, entonces, de polos opuestos. Ayacucho se vuelve a acostumbrar a jugar certámenes continentales, como ocurrió entre 2012 y 2014 cuando hiló tres participaciones en Sudamericana -la cual volverá a disputar por primera vez desde entonces-. Y Alianza Universidad se va musitando un descenso que posiblemente la familia Beraún -que en 2016 renegó de jugar la entonces Segunda División y decidió volver a la Copa Perú- no se tome tan en calma como Uribe, ya conocedor de estas lides por su baja en 2017 al frente de Juan Aurich. Dijo muy relajado el 'Diamante' a la transmisión digital del encuentro que lo que queda es trabajar un año entero para volver rápido, así de veloz como el cuadro azulgrana pasó de su ilusión de inicios de 2020 a esta triste realidad.

Los Goles

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Fotos: Prensa FPF


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