Foto: Prensa FPFComo dicta su historia, esa que impone la obligación de jamás bajar los brazos, Universitario le empató agónicamente a Cantolao tras estar dos goles abajo. Los cremas aprovecharon que el 'Delfín' se tiró atrás por los cambios de Jorge Espejo y el 2-2 recompensó su porfía.
Daniel Reátegui | @danielreateguiw
Redactor

Una de las mejores composiciones de Felipe Pinglo Alva, el 'Bardo Inmortal', indudablemente es El espejo de mi vida, letra que retrata el repaso que sobre su trayectoria amorosa hace un galán ya en el otoño de su existencia. Todo tiempo pasado fue mejor, reza el dicho, y en la actualidad institucional y deportiva que vive Universitario de Deportes eso se vuelve carne. Dos días antes del encuentro ante Academia Cantolao, el club merengue volvió a cambiar de administrador temporal, y apenas hace diez días modificó al entrenador, por lo que la inestabilidad institucional y deportiva de los últimos años poco tiene que ver con el señorío que durante décadas tuvo el club fundado en 1924. Es la 'U', pues, como aquel galán entrado en años del que compone Pinglo: alguien que recuerda que de sus tiempos de apogeo solo le quedan "bucles, retratos, pañuelos, cartas de amor y nada más".

Pero, a diferencia del galán de Pinglo, a la 'U' además le queda la garra. Ese estado de ánimo que empuja siempre a no dejar de pelear, a porfiar hasta alcanzar el objetivo o, al menos, a irte de la cancha con la tranquilidad de haber hecho todo lo que estaba al alcance de las posibilidades propias. Y esta vez el equipo de Juan Pajuelo vino desde atrás, mirándose en el espejo de su vida, ese que lo lanzó al ataque en los últimos minutos del partido ante Sporting Cristal para empatarlo, así como lo empató esta vez. Y si hay que mirar en el propio reflejo, pues Jorge Espejo tendrá que analizar este partido para revisar aquello que pudo haber decidido mal, porque el trámite lo tenía manejado, pese a las bajas con las que afrontó el encuentro. No obstante, el DT de Cantolao regaló la cancha, vio venir a Universitario y no lo pudo controlar.

¿Tras el segundo gol aurinegro hizo bien Pajuelo en cambiar el sistema? Lesionado Hernán Novick, no había quien manejara la pelota en la 'U', por lo que el interino DT crema apostó por dejar el 4-2-3-1 inicial y, con el ingreso de Enzo Gutiérrez por Guillermo Larios, pasar a jugar 4-trapecio-2, con Alberto Quintero y Luis Urruti abiertos por las bandas y Gerson Barreto con Armando Alfageme delante de los zagueros. Sin armador, lo del cuadro merengue pasó por lanzar el balón, fuera desde la posición de Federico Alonso o desde los volantes de primera línea para que Álex Valera o Gutiérrez ganaran arriba y el rebote lo tomara quien quedara suelto.

Valera y Gutiérrez se felicitan tras el descuento logrado por el argentino. La 'U' empujó como pudo en los minutos finales. (Foto: Prensa FPF) 

Así, no tenía mayores ideas el cuadro crema, pero pese a ello complicó al 'Delfín' en el fondo. Por ejemplo, un centro de Quintero peinado por Valera llegó a Gutiérrez, quien cómodamente controló el balón con el pecho en el área y batió a José Luis Lozada a los 85'. Minutos antes, una jugada similar, otra vez con Valera pivoteando, permitió a 'Negritillo' cabecear y provocar una estirada espectacular del meta del cuadro de La Punta.

La 'U' no claudicó y siguió insistiendo. Y cuando ya se jugaba el sétimo minuto de reposición, con Espejo reclamando a voz en cuello a Fernando Legario que pitara el final, Urruti ganó un despeje de José Andrés Ramírez, se anticipó a Arón Sánchez y remató fuerte con derecha al centro del arco. Como en el fútbol se pasa de héroe a villano en un parpadear, le tocó a Lozada atravesar ese trance: la pelota se le escurrió y fue a dormir en la red. Tras ello, Legario dijo basta y todo el banco del club de La Punta lo fue a buscar. Lo cierto es que la cuarteta arbitral hizo un partido aceptable: el principal amonestó con amarilla a Bryan Reyna por fingir una falta en el área y en lo referido al tiempo añadido, luego de marcar 6 minutos de reposición otorgó uno más porque en la 'U' salió José Zevallos por lesión a los 92+'. Por ello, Legario estuvo acertado en hacer jugar los 7 minutos que transcurrieron luego de los 90'.

¿Se equivocó, más bien, Espejo en sacar a Patricio Arce? Sería fácil guiarse sólo por el marcador. En el juego que mostró el 'Delfín' tras la salida del 'Pato' está la respuesta. El chalaco controlaba la pelota y por cómo pintaba el partido, el panorama que se le presentaba se acomodaba a su juego: la 'U' lanzada al ataque, dejando espacios atrás y tanto con Reyna como con Jhamir d'Arrigo dispuestos a picar al vacío para repetir la receta del contragolpe, como en el gol del primero. Ambos fueron quienes mayoes eproblema causaron a los merengues: a los 31', una veloz incursión de D'Arrigo permitió a Reyna definir ante Patrick Zubczuk; y en el inicio del complemento, tras un taco de Arce, Reyna ratificó su buen momento y asistió a D'Arrigo para que este convirtiera el segundo gol.

Reyna emerge de la celebración colectiva luego de su tanto, ante la desazón de Novick. El talentoso volante de Cantolao volvió a brillar con luz propia. (Foto: Prensa FPF) 

Sin embargo, el 4-2-3-1 aurinegro cambió con la salida de Arce y el ingreso de Gianmarco Gambetta. El 'Delfín' pasó a jugar con cinco al fondo, un trapecio en el medio con Reyna y D'Arrigo abiertos y a Maximiliano Barreiro arriba. Cantolao regaló el mediocampo, en especial cuando salieron Jesús Castillo por lesión y D'Arrigo por disposición técnica. Con tantos rivales atrás y ya sin el fuelle para apostar al contragolpe, el cuadro crema pasó a jugar en cancha del cuadro punteño y forzó los errores que posibilitaron los goles del empate.

Lo indudable es que Universitario obtuvo un gran premio por el esfuerzo que desplegó viniendo de atrás, pero no siempre se va a encontrar con un rival que le regale el campo para que haga su juego y que no tenga el músculo para complicarlo de contragolpe. Por su parte, Cantolao demostró que pese a las bajas por razones sanitarias de Christian Limousin, Mario Tajima y Gabriel Leyes, sumadas a la ya consabida ausencia del lesionado Yuriel Celi, también es capaz de tener éxito, incluso sin sus cuatro mejores futbolistas en el campo. A ambos elencos les queda repasar lo ocurrido y por qué no, tararear las estrofas de Pinglo.

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La ficha del Universitario 2 - Cantolao 2

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