El hábito hace al Monges
Delanteros extranjeros con traza de goleadores: una vieja especialidad de la Universidad San Martín desde los tiempos en que Gastón Cellerino, Roberto Ovelar o -póngase de pie, amiga Muela- Héber Arriola pisaron la Ciudad Universitaria de Santa Anita. Cuando los presupuestos se redujeron, el buen ojo de Álvaro Barco y compañía se concentró en reclutar otros nombres más bien jóvenes y prometedores: llegaron así por ejemplo Aké Loba o Joffré Escobar, por mencionar dos de los casos más recientemente exitosos.
A esta última prole parece corresponder el caso de Carlos Daniel Monges Ávalos (Domingo Martínez de Irala, Paraguay, 23 de noviembre de 1996). Surgido en las remotas canchas de la Liga Paranaense de su país, pasó por ignotos clubes como el 3 de Febrero, el Deportivo RI 3 Corrales o el Aytrá FC, además del Ypiranga brasileño, antes de que el trabajo de scouting del comando técnico de Aldo Bobadilla en el Deportivo Independiente Medellín colombiano lo reclutara para que diera el salto del ascenso guaraní a disputar Copa Libertadores ante Boca Juniors y compañía con camiseta del 'Poderoso de La Montaña' el año pasado. La pandemia no le permitió alcanzar continuidad, por lo cual la llegada a filas santas parece idónea para que el 'Tanque' encuentre un espacio de desarrollo. Condiciones parece tener: pegada potente con pies y cabeza, presencia constante y explosión. Por lo pronto, Ignacio Barrios lo sufrió dos veces y por eso Alianza Atlético sucumbió ante el cuadro santo, que lejos de sufrir la intempestiva partida de su DT Héctor Bidoglio encontró en Monges, más que un consuelo, el viejo hábito de gritar goles foráneos vestidos de albo.
Ilustración: Lenin Auris / DeChalaca.com
