Aurich - Vallejo: Joyería Pacheco

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El capo: Con suficiente calidad
Germán Pacheco saltó al terreno de juego a los 53’ con la consigna de meter siquiera una de todas las jugadas que armaba la volante. Una y otra vez con pases por arriba o por abajo no fueron suficientes por la falta de calidad al momento de definir de los jugadores del ‘Ciclón’. En eso, una falta al borde del área le sonrió a Pacheco, quien le robó la pelota a Guevara para sellar una verdadera pintura y dejar parado y sin oportunidad a Libman. Fue suficiente para que los puntos se quedaran en casa, y para que el rótulo de capo se quedara en su chimpún izquierdo.
La clave: Desbarátalos y replantea
El primer tiempo fue casi todo para los locales. Con una apuesta más ofensiva, el equipo de Bakero sumaba cinco volantes, un punta y dos laterales que se sumaban al ataque constantemente. Con la expulsión de Alemanno, el segundo tiempo parecía venir a la voluntad de Aurich. El replanteo era necesario para aprovechar posibles espacios, y de 4-2-3-1 pasó a jugar con un 4-cuadrado-2. Pacheco fue la clave en la delantera, moviéndose de un lado a lado y desmarcándose cada vez que Kahn o Guevara levantaban la cabeza.
La calamidad: Abandono en ataque
El primer tiempo de la visita fue realmente paupérrimo. Aurich se movió como quiso por la cancha, plantó la hegemonía y Chávez y Alemanno acabaron abandonados en el sector ofensivo. Al argentino no le salió una y en pleno momento de calentura un fuerte insulto al árbitro le costó la expulsión y una carga a su equipo, que no supo equilibrarse durante lo restante del encuentro.
El cambiazo: Jugador de segundos tiempos
Cuando tenía la cancha y volumen a su favor, Bakero añadió un delantero más que tiene la costumbre de anotar cuando ingresa: Germán Pacheco. Con su ingreso, simultáneo al de Kahn, Aurich pisó un poco más el área, pero aún sin claridad en la definición. Los cambios, sin embargo, acabaron configurando la decisión correcta para ganar el partido.
La joyita: Párala y cobra
Una de las tantas incursiones en ataque de Céspedes obligó a la zaga poeta a tumbarlo cuando se aproximaba al área en la posición perfecta para que la cobre un especialista. Cuando Guevara se perfilaba como el indicado, Pacheco reclamó lo suyo y ejecutó con la precisión que nadie en la cancha había mostrado hasta ese momento. Potencia y colocación, los dos factores claves en un tiro libre. Libman parado, Aurich a celebrar.
El duelo: Familia partida
Roberto Guizasola arrancó por la banda derecha del Aurich, mientras que su hermano Guillermo lo hizo por la izquierda vallejiana. Si bien no se cruzaron mucho por la lejanía de sus posiciones, ambos laterales tuvieron algunas jugadas cara a cara, más que todo por el desdoble de ‘Cucurucho’. Roberto tuvo mayor picardía para sumarse al ataque y certeza al momento de defender los ataques opuestos, motivo por el cual se llevó el duelo familiar.
La frase: “Que se uniformen los criterios”
“Yo no tengo problema con que cobren, pero que se unifiquen los criterios y cobren lo mismo”. Al final del partido Orlando Contreras dejó una más que acertada frase al referirse al arbitraje de Fernando Legario. Los de negro suelen cobrar distintas acciones en la cancha dependiendo muchas veces de la calentura del partido o del jugador que se trate; y es necesario, como bien lo dijo el central, que los jueces establezcan criterios para sancionar de manera igualitaria durante todo el partido. Ojo: esto incluye a los asistentes.
Kazuki Ito: Responsabilidad solidaria
Por lo general la crítica suele recaer sobre el árbitro principal cuando un partido se ha visto manchado por tarjetas inventadas, goles mal anulados, etc. Y claro, es el juez quien, después de todo, tiene la última palabra y pita en la cancha. Sin embargo, no puede dejarse de lado que la responsabilidad que se le otorga al principal muchas se recarga por obra y gracia del asistente. En Olmos el árbitro asistente de Occidente, Jorge Yupanqui, anuló un gol de Viza cuando ‘Cucharita’ estaba claramente habilitado, y además se cobraron varias faltas que no fueron. No se trata de no criticar: se trata de que no se le tire la culpa a uno solo cuando es de todos.
Foto: Prensa Juan Aurich
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