Gálvez - León: Culebrón con final ultrafeliz
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El capo: Araña de mar
Como ya es constante en Gálvez, al tener el marcador abajo jugando de local, los de Javier Arce se volcaron con todo al ataque. Sin embargo, Jorge Rivera se mostró seguro bajo los tres palos y salvó a su equipo en innumerables ocasiones. Además, en los primeros minutos la zaga visitante se mostró segura ante los constantes intentos de Gálvez. Otro que merece mención es Javier Arizala: el colombiano hizo un trabajo estupendo por su sector, al punto de haber generado el primer gol y puesto en apuros a Mesarina y compañía.
La clave: Horrores defensivos
Durante casi todo el partido, Gálvez dispuso del control de balón. Sin embargo, se encontró con una segura defensa que no pasó muchos apuros. León consiguió sus dos primeros goles en dos contraataques bien elaborados, en complicidad con la defensa pesquera. Gálvez siguió intentando descontar, pero carecía de ideas concretas; en cambio, la visita fue letal en la contra y terminó sentenciando el partido con el gol de penal de Johan Fano en el minuto 81.
La calamidad: El llanto de la urraca
Paulo ‘Magaly’ Ramos tuvo un partido para el olvido, y aunque toda la zaga chimbotana dejó mucho que desear, el recorrido defensor cometió errores puntuales que le pasaron factura a su equipo. Perdió el balón ante Arizala en la jugada que significó el primer tanto del partido y, por si fuera poco, desvió un centro de Santamaría e introdujo el balón en su propio arco para sellar el 0-2.
La joyita: Seminario de ejecución
En un tiro libre cercano al área, Crifford Seminario remató de zurda y el balón entró con un efecto impresionante al segundo palo de Daniel Reyes, lo que significó el 0-3 parcial en el minuto 51. Para muchos fue una feliz casualidad, pero lo cierto es que el volante tiene muy buen remate en el balón parado.
El tapadón: Pesca insostenible
Tres minutos después del gol de Seminario, José Mesarina dispuso de un tiro libre. Ya es conocida la calidad de los remates del lateral galvista a balón parado; sin embargo, su veloz disparo fue atajado acrobáticamente por Jorge Rivera, en una de las muchas ocasiones en que el colombiano evitó el gol chimbotano.
La frase: “No voy a forzar mi continuidad”
Durante la semana Édgard Ospina acaparó la atención de todos. Tras sus entredichos con César Tabares, los directivos de León se contradijeron de la peor forma diciendo que Ospina no iba más, que dirigía y se iba, que iba a continuar, etc. Lo cierto es que con el resultado de hoy, el DT colombiano puede asirse a la frase que profirió durante la semana en torno de forzar su tranquilidad y, de ser el caso, irse tranquilo de un club que está en problemas internos, fuera del plano deportivo. Durante la semana se sabrá la decisión final, aunque en sus primeras declaraciones periodísticas post partido en Chimbote insinuó que podría permanecer en el cargo.
La cancha: Cuando cae la noche…
El partido estaba pactado a las 18:00 horas. Sin embargo, el árbitro Michael Espinoza dio el visto bueno para que el cotejo se iniciara sin que la luz del Centenario Manuel Rivera Sánchez fuera encendida. Por otro lado, aunque hubo apenas 2,076 aficionados, los hinchas galvistas hicieron sentir su furia con el resultado; incluso muchos se retiraron a falta de 20’.
Kazuki Ito: Sin caer en lo polémico
En un partido con muchos goles, el arbitraje de la terna encabezada por Michael Espinoza -quien debutó en Primera la fecha pasada en Cajamarca- no fue bajo, aunque tampoco óptimo. El error que merece mención fue en el penal cobrado a favor de Gálvez, debido a que no se apreció empujón alguno de parte de la zaga huanuqueña. Por lo demás, amonestó correctamente debido a los constantes reclamos y faltas malintencionadas.
Fotos: Diario de Chimbote
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escrito por Pilincha , April 14, 2013