Cristal - Comercio: Abrepuertas comercial
Cristal no sufrió para ganarle a Unión Comercio, pues un blooper de Juan Flores y un autogol de Lencinas liquidaron a la visita. El 2-0 le ofreció un estreno tranquilo a Francisco Melgar en el banquillo celeste.
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El capo: Desde la banca
Joaozhiño Arroé no inició las acciones pero su cambio fue vital para que Cristal despertara, pues habían regalado la posesión de la pelota. 'Joa' no convirtió, pero habilitó a sus compañeros, quienes erraron cuanta oportunidad tenían a favor. También fue importante el rendimiento de Jorge Cazulo, uno de los extranjeros más parejos en el fútbol peruano.
La clave: Arriesga, aunque no siempre ganes
Unión Comercio saltó al Alberto Gallardo por los 3 puntos, tal como denotó su ofensivo planteamiento. Cominges, Vonder Putten, Luis García, y Barros compusieron la medular y se asociaron de gran manera. Los primeros 20 minutos fueron de Cristal, y los restantes le pertenecieron a la visita. El local, en cambio, se dejó estar por el gol tempranero y cedió el campo para ponerse en posición defensiva y contragolpear como acostumbra; sin embargo, dio la sensación de que si Flores no cometía ese blooper, el partido pudo habérsele complicado en demasía al cuadro cervecero.
La calamidad: Irresponsabilidad por donde se le vea
Pese a que tuvo algunas tapadas interesantes, Juan Flores cometió un error grosero justo cuando Unión Comercio jugaba mejor que el local. A los 6', el arquero quiso hacerse el vivo y llevó la pelota a un rincón; Ávila, a quien no hay que restar mérito, le quitó el balón a 'Chiquito' y remató con derecha.
El jugadón: Casi le sale
Luis García, a los 49', quiso disfrazarse de mago al sombrearle el balón a un arquero altísimo como Penny, quien igual tuvo que exigirse para enviarla al córner. Un par de centímetros menos y esa pelota iba dentro.
El duelo: Presión inmediata
Joaquín Lencinas e Írven Ávila pelearon durante todo el partido. El atacante rimense se vio muy solitario, como único punta, y dispuso de solo una ocasión de peligro en el primer tiempo y dos en el segundo. Cada vez que Írven tenía el balón, el zaguero de la visita lo presionaba para que no girara. A despecho del autogol, el argentino hizo un partido regular.
El cambiazo: Energía para vivir
Joazhiño Arroé derrochó energía, velocidad y precisión al ingresar a los 56'. El volante habilitó en cuatro ocasiones a sus compañeros, en especial a Ávila, quien desperdició dos de ellas. En cualquier otro equipo del torneo, Arroé estaría siempre en el once titular.
La cancha: Reconocimiento ex post
Los asistentes al Alberto Gallardo no dejaron pasar la oportunidad para respaldar a Roberto Mosquera. Antes de iniciarse el compromiso comenzaron los cánticos en solidaridad con el ex DT rimense, algo que sorprendió pues en las semanas previas a su despido habían arreciado las críticas contra él.
Kazuki Ito: Permisivo
Romel López pecó de tolerante al permitirle a Horacio Calcaterra pegar cuanto quiso. Recién a los 77' le sacó amarilla: demasiado tarde para alguien que pudo haberse ido a las duchas. Además, dejó pasar un claro penal de Lencinas a Chávez, y no decidió bien cuando Sinisterra cayó en el área acusando falta de Penny; en esta última, eran penal o amarilla por simular.
Fotos: Luis Chacón y Johann Begazo / DeChalaca.com
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