Cienciano - San Martín: Cuando el rojo no existe
La frecuencia: CMD
Daniel Peredo en la narración y Alberto Beingolea en los comentarios fueron los encargados de llevar las incidencias del Cienciano – San Martín, mientras en cancha del Garcilaso estuvo Humberto Arbulú. La dupla principal de CMD llevó bien la transmisión en los 90’, aunque el contraste total fue el 'Boricua' Arbulú, quien aportó poco estadísticamente y estuvo en otro timing a la hora de sus intervenciones. Por su parte, Peredo se encargó de animar el partido cuando caía en vacíos futbolísticos.
La pizarra: Nada mañoso
Édgard Ospina volvió a alinear a los mismos jugadores que sucumbieron en Sullana; así, atrás repitió a la línea de cuatro que aún no se encuentra, con dos laterales que se proyectan bien pero que sufren en la marca, principalmente Cristian Garcia. En el mediocampo usó un doble ‘6’: Wilmer Carrillo y Jaime Linares, quienes estuvieron extraviados en la marca debido a la amplitud en el juego de los visitantes. En cambio, quien sí hizo la diferencia con su rendimiento fue el volante creativo rojo Jesús Chávez, uno de los hombres más peligrosos del partido, pero que no estuvo bien secundado por su acompañante Diego Bustamante, quien nunca apareció en el encuentro y no causó mayor peligro en el arco de Leao Butrón. Aníbal ‘Maño’ Ruiz, por su parte, usó el esquema que la San Martín viene empleando hace dos años, aunque con la innovación de que Quinteros y Cueva estuvieron en línea -más allá de cumplir las mismas funciones de lanzadores- con Ballón e Hinostroza. Así, sin muchas sorpresas, le ganó el partido al ‘Peinadito’.
Los cambiazos: Ni chicha ni limonada
Las sustituciones que hicieron ambos técnicos no cambiaron el curso del partido. En San Martín las variantes fueron de hombre por hombre; dos de ellos por condiciones físicas -Arriola lesionado y Alemanno sumamente agotado- y el otro (Carlos Fernandez por Christian Cueva) buscó mas pausa en el juego del último bicampeón peruano. Por su parte, en Cienciano se sucedieron variantes a causa de bajos rendimientos. Así, Ospina buscó darle más profundidad al juego cusqueño con Renzo Reaño por el intrascendente Diego Bustamante. En tanto, William Zapata tuvo más actitud ofensiva que la mostrada por Leonardo Medina, y con ello inquietó en algunas ocasiones a la defensa alba; no obstante, se mostró impreciso a la hora de concretar.
El capo: John Hinostroza
El ‘Churrito’ pareciera seguir pidiendo a gritos selección, pese a que -lástima por él- en este momento la blanquirroja se encuentre abandonada a su suerte. Esta tarde se jugó un partidazo, cuidando los tiempos y decidiendo bien en los pases. Además, terminó los 90’ (en la altura) jugando al mismo nivel y contradiciendo a los que le critican su falta de estado físico.
El extraviado: Leonardo Medina
Fue un cero a la izquierda en el ataque cusqueño. Si ‘Peinadito’ ponía una mochila nadie se habría dado cuenta de que el charrúa estaba fuera del campo. El ex atacante del Oriente Petrolero estuvo desconectado del encuentro, en buena medida gracias a la solvencia de los centrales santos, además de su falta de olfato y movilidad en ataque. Es de imaginar que muchos hinchas rojos todavía no saben que Medina se encuentra en la Ciudad Imperial.
Jailaits
Avalancha blanca: A los 2’, la San Martín ya había estrellado un remate al palo superior de Noriega y marcado un gol vía Héber Arriola, y parecía avecinarse una goleada de proporciones catastróficas en el Cusco, pues los santos pasaban sin mayor obstáculos al ataque.
¡LLa-no ya!: Sin embargo, a los 16', los locales empataron el encuentro por obra de Miguel Llanos y empezaron a crear ocasiones de peligro en el arco de Butrón, más con el corazón que con ideas. Por un momento, los cusqueños cambiaron totalmente el rumbo del partido. Era claro: el ‘Papá’ quería demostrar que la San Martín no volvería a darse un banquete en el Cusco y apeló a la garra. Igual, eso no bastó: solo 9 minutos más tarde volvió a aparecer el argentino Arriola y, con una buena rúbrica, puso de nuevo adelante a sus colores.
Mazamorra cusqueña: Si bien no se le puede quitar mérito al ataque de la San Martín, que amplió la cancha y supo aprovechar el extraordinario estado del campo del Garcilaso, tocando en primera y manejando bien los tiempos, la defensa de Cienciano fue desastrosa. Con centrales confundidos y laterales que se comprometían poco o nada en la marca (de eso se aprovechó Josepmir Ballón para convertir el último gol de la tarde a 3' del final), es alarmante el nulo orden táctico de los dirigidos por Ospina, aparte del plantel limitado en nombres y calidad.
Fotos: Diario del Cusco
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LOS TIROS DE ESQUINA A CUALQUIER LADO, LA DEFENSA MAL PARADA Y ESE DELANTERO MEDINA MAS PERDIDO QUE TURISTA EN EL MERCADO DE SAN PEDRO.
YA SE ESTAN PIDIENDO LAS CABEZAS DE ALGUNOS ,COMENZANDO POR LOS DIRIGENTES!!