Inti Gas - Gálvez: Aunque se vista de seda
Gálvez hacía un buen partido en Ayacucho, pero el maleficio de la altura se le puso otra vez enfrente. Inti Gas le ganó con angustia 1-0 y afianzó su regularidad. El encuentro se retrasó 30 minutos por un problema que se hace constante: el visitante no llevó su camiseta alterna.
Esta nota debió salir publicada media hora antes, pero un descuido de José Gálvez la retrasó. Los chimbotanos olvidaron los convenios firmados y su camiseta azul con franja roja. El resultado: treinta minutos de espera para solucionar la similitud de camisetas. Con el antecedente reciente del Total Chalaco – Melgar, se suponía que situaciones como estas ya no se iban a repetir. Gálvez se probó todos los colores: desde unos chalecos verde fosforescente que coincidan con la indumentaria arbitral hasta la camiseta suplente de Inti Gas (¡¡¡!!!). Finalmente, el juez Chang, más pragmático que drástico, aceptó que los chimbotanos jugaran con unas camisetas azules (similares a las del Sport Huamanga) que algún alma generosa les prestó.
¡Vive la France!
El hecho convocaba al antecedente mundial más conocido: la selección de Francia, en el Mundial de Argentina 1978, tuvo que enfrentar a Hungría con las camisetas del Kimberley de Mar del Plata al haber olvidado su indumentaria oficial. Por azares nominales, fue precisamente un delantero con ese apellido quien desniveló el cotejo. Con solo tres minutos en cancha, Atilio Francia, una de las últimas cartas que tenía Ospina, dio el certero cabezazo que apaciguó a un Inti Gas que ya estaba desesperado con el 0-0 que se gestaba sobre los 79’.
Bajas, pero con altas
Gálvez estuvo ordenado la mayor parte del encuentro. Con muchas bajas (Mayme, los Cominges, Donny Neyra) y la inclusión de tres sub-20 (Cárdenas, Vega, Ward), Castillo dispuso dos líneas claras que le cerraron los caminos a Inti Gas. Su único error pasó por la temprana sustitución de Juan Iriarte, quien destacaba bien pegado a la derecha y más retrasado de lo habitual.
Tragasables
El cuadro de Ospina, por su parte, apeló a su principal fortaleza: el tridente de contención que siempre se desdobla y en el que hoy se lució Tragodara, quien sacó el providencial centro para el gol de Francia. Más arriba, las cosas no le funcionaron tanto: Velarde y Benavides bajaron su nivel y el colombiano Ramírez solo encontró como socio a su entusiasmo. El principal as bajo la manga, Jorge Leiva, tampoco estuvo a la altura del partido.
Zaga desigual
En Gálvez hubo un funcionamiento eficiente y cronometrado que fue superado por flojas actuaciones individuales. El caso de los zagueros fue el más evidente. Mientras Gamarra apeló a su experiencia y estuvo casi impasable, Ronceros fue una víctima recurrente de los desbordes de Ramírez. El último de los mencionados fue, además, quien descuidó la marca de Francia en el gol ayacuchano.
Mejor en el llano
Después del tanto, Gálvez no se levantó más. Los esfuerzos individuales de Barreto y el ingresado Cicchirillo no redituaron en ocasiones claras. Y la lápida la encontró con la irresponsable expulsión de Llanos, que pisó a Leiva con la peor de las intenciones. Los chimbotanos ratificaron así una racha fatal: de sus siete derrotas en el torneo, cuatro fueron en altura. Salvo aquel triunfo de la primera fecha en Caraz, todas se resolvieron con caídas por 1-0. A Inti Gas, en cambio, las estadísticas le sonríen: sigue imbatible en el Ciudad de Cumaná y, con el protagonismo que viene alcanzando fuera de casa, ya empieza a acostumbrarse a ser protagonista.
Fotos: Ciro Madueño
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