Aurich - San Martín: Sacrificios que valen la pena

El fútbol obliga a muchas cosas, entre ellas a sacrificar tiempo para darse el gusto de ver muchos partidos a costa de otras ocupaciones. En Chiclayo, esta noche también obligó a que una parte de la ciudad tuviera que afrontar un corte momentáneo de luz para que esa energía pudiera ser canalizada a restituir la iluminación artificial en el Elías Aguirre, que se había perdido durante el entretiempo. A todas esas personas, sobre todo a aquellas que siempre se quejan de que el fútbol no les interesa, hay que decirles algo hoy: gracias. Para quienes, como nosotros, el fútbol es tan importante como para quedarse en casa un sábado por la noche a escribir una crónica de partido, el sacrificio se pagó con creces con un partido de buen nivel que, de paso, deja a Aurich bien parado en la tabla..
En la repetición está el disgusto
Como el jueves ante River, San Martín debió afrontar exactamente en el minuto 8 el cambio de uno de sus zagueros centrales por lesión. Atilio Muente se resintió de la lesión que lo dejó afuera del duelo copero y la figura de esa noche, Christian Ramos, debió saltar al campo en su reemplazo. La 'Sombra' estuvo en lo suyo, aunque falló en la jugada que acabó definiendo el cotejo. Intentó salir jugando y forzó un córner a cuya salida Ibarra le ganó el vivo a todos en el área chica y puso la cabeza justa, a su estilo, para batir a Flores y cobrar.
Sólido como un king kong
Buena parte del triunfo del 'Ciclón' se apoyó en el magnífico trabajo de su sólida primera línea de volantes. Juan Carlos La Rosa, como ante Inti Gas hace dos jornadas, tuvo un despliegue generoso y exasperante para el sistema ofensivo de la visita por la precisión en sus anticipos -coronó su actuación forzando la expulsión de Silva-. El otro que destacó fue Gianfranco Espejo, quien jugó su mejor partido con divisa roja y estuvo acertado en los pases en profundidad hacia los lanzadores Chará y Chiroque. Acaso por cansancio -no podría encontrarse otra explicación-, Navarro lo sustituyó en el complemento para dar paso a Lalopú.
¿Candelo, qué pasó?
La actuación del '10' colombiano causó extrañeza. Lució desconectado del partido, excesivamente errático en los pases y hasta apático por momentos. Fue como si esa desidia que habitualmente muestra su compatriota Edinson Chará -hoy, por el contrario, enchufado en el partido- se la hubiera trasladado cual clon. Josepmir Ballón la tuvo fácil en controlar a Candelo, y por eso fue lo más destacado de un San Martín que, por lo demás, adoleció de cansancio excesivo en algunas de sus líneas y desconexión con un ataque en el que ni Allende ni Silva jugaron cerca del arco rival.
El efecto 'Chiquito'
Si Juan Flores se robó críticas la noche del viernes por la estupidez que cometió al hacerse expulsar, esta vez podría decirse lo mismo de Roberto Silva, quien se dejó llevar por la provocación de La Rosa y le metió un manazo que dejó a San Martín con diez hombres en el momento en que el cuadro santo más tenía por pelear en el partido. El delantero, que jugaba su primer partido en el año, dejó así a su equipo atacando solo con Pedro García, que arrastraba fatiga del cotejo ante River y falló una clara ocasión luego de una jugada que, de haber tenido final feliz, podría haber quedado en la historia por la sucesión de tacos y pases cortos que tiró el cuadro santo. Posteriormente, Aurich también se quedó con 10 por un codazo -en movimiento, pero codazo al fin- que le propinó Marengo a Saco Vértiz.
Este es 'Manchester', no River
San Martín pagó con la derrota haber aceptado jugar el partido en un plazo menor al que las bases le facultaban exigir (72 horas), pues era notorio que sus principales jugadores estaban físicamente disminuidos o con la cabeza en el choque del jueves ante el Nacional de Paraguay. Aurich, en cambio, sigue haciendo buenos negocios al mejor estilo de su presidente Edwin Oviedo: viendo la oportunidad justa e invirtiendo lo necesario. Como ahora, en que tuvo la cabeza del 'Checho' en el momento y el lugar justos. Y si a algunos -somos varios- les causa escozor llamarlo 'Manchester del Norte', por lo pronto los chiclayanos pueden decir con orgullo que ostentan la media inglesa: dos partidos ganados de local y dos empatados de visita sobre cuatro jugados. Dicen bien que, matemáticamente, eso permite pelear campeonatos.
Fotos: diario La Industria de Chiclayo
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