Por unos pelos
Un rebote fortuito en la pelada inacabable de Luis Alberto Bonnet, tras un tiro libre del Chorrillano Palacios, le dio a Cristal un sufrido empate en casa ante Deportivo San Martín. Los del Rímac siguen sin ganar en el Clausura y en la tabla acumulada del año empatan el penúltimo lugar -posición de descenso- con el Total Clean.
Hace exactamente diez años, el 6 de agosto de 1997, Sporting Cristal alcanzaba el máximo hito de su historia al disputar la final de la Copa Libertadores contra el Cruzeiro brasileño, con el Pelado Bonnet como estandarte goleador. Hoy en día, el mismo atacante argentino es el único que parece tener ganas de bregar para que el cuadro cervecero arañe empates en su propio estadio, algo que en algún otro Cristal de Oblitas, Palacios y Jorge Soto habría sabido a vergüenza.
Es cierto: hoy el San Martín de Porres -estadio donde Cristal supo mantenerse invicto entre 1995 y 1998- no es más una cancha temida para ningún equipo del medio, máxime si el rival de turno tiene el mismo nombre y viene de campeonar en el Apertura. Por eso al cuadro del Chino Rivera no le costó pegar temprano a través de un ex rimense, Roberto Silva: cabezazo seco sin reacción alguna de Delgado, para el que el delantero tuvo libertad absoluta de saltar sin marca alguna en un radio de cinco metros en el área chica.
Silva, sin marca alguna, batió de cabeza a Delgado (Imagen: Peru Evolution Soccer)
“Todo nos sale mal. Pensamos algo y nos hacen un gol en seis minutos. No nos sale nada”. Las palabras a boca de jarro de Bonnet una vez terminado el partido reflejaban, primero, una bronca que muchos hombres de celeste parecen estar lejos de sentir, y luego, un desbalance que deconstruye cualquier propuesta táctica.
Este Cristal está desequilibrado de adelante hacia atrás. Arriba el Pelado se empeña y suma a ello las ganas -y poco más que eso- de un correlón Orejuela. Al medio Palacios y Soto recorren del primer al tercer cuarto de cancha en un tiempo tres veces más grande que el que les tomaba hacerlo en el equipo tricampeón de los años ’90, lo que equivale a decir que Ísmodes en el banco -sin haber llegado aún a explotar del todo- es un lujo que este equipo no puede darse. Por último, acerca de la defensa hay que hablar sin tapujos: es un desastre. Con esta versión de Rebosio, más presente en programas de espectáculos que en los partidos, y un Villalta concentrado en su posible transferencia al exterior, seguirle dando la confianza a Fassi no haría demasiada diferencia en la calamidad.
Así y todo, el empuje del Pelado y las ganas -que nunca estarán en duda- del Chorri o del Cholito Prado lograron empujar a la San Martín a su arco y llegar al empate a través de un tiro libre de Palacios que le rebotó a Bonnet en la cabeza y se coló a la izquierda de Butrón. Y a alguna divertida voz televisiva que propone en su resumen dominical que el gol fue del Chorillano porque el argentino no tuvo intención de cabecear al arco, habría que recordarle que la misión de los goleadores es estar siempre cerca del gol y empujarla adentro, más allá de las ganas o no de hacerlo. Por lo demás, debe quedar claro que el cuadro santo bajó claramente el ritmo en la segunda mitad, como acostumbran hacerlo en partidos intensos de los Clausura los equipos que han ganado el Apertura previo -costo hundido del sistema de campeonato-, pese a lo cual estuvo cerca de ganar en el último cuarto de hora vía contragolpes, que tuvieron como principal protagonista negativo al debutante argentino Juan Manuel Zandoná (llegado para cubrir el espacio dejado por Gastón Cellerino) y sus remates erráticos ante Delgado.
Mientras Oblitas no pudo ganarle al club que dirigió en 2004, Silva le anotó al que lo albergó entre 1999 y 2001 (Fotos: El Gráfico Perú, Once)
Juan Carlos Oblitas, que nunca antes se había enfrentado al equipo que lo tuvo como primer técnico de su historia en 2004, deberá decidir pronto si con el material disponible le basta para -al menos- dejar de ocupar posiciones de descenso, que al parecer será el reto que lo ocupe de ahora hasta diciembre. El miércoles los rimenses no disputarán el partido ante Universitario correspondiente a la cuarta fecha por la participación de los cremas en la Sudamericana, y eso, en estas circunstancias, quizá resulte una buena noticia en el Rímac en las circunstancias actuales.
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