La magia siempre está
Se especuló con su alejamiento de las filas de Universitario, y hasta que tuviera que lidiar con la llegada de un nuevo volante creador. Mayer Candelo canjeó las críticas de los dirigentes por los aplausos del Monumental de Ate, tras regalar una lección de talento al sellar las dos anotaciones que dieron el triunfo a los cremas sobre el Sport Áncash.
¿Ya había metido Mayer dos goles en un solo partido en el Perú?
Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
Lleva el ‘10’ en la espalda y el cinto de capitán en el brazo derecho, y aunque sus pasos mantienen un ritmo lento a comparación del resto del equipo, el colombiano Candelo sigue siendo ese jugador diferente al que idolatra la Trinchera Norte.
Fueron
dos las oportunidades en las que salió corriendo a brazos abiertos, y
perseguido por sus 10 compañeros y el cuerpo técnico. Primero tras un clásico
pase-puñalada de su compatriota Héctor Hurtado, que lo dejó mano a mano con el
portero Vegas y para que resolviera magistralmente con dos toques de su pie
izquierdo: uno para desparramar al arquero por el césped y el otro para dar por
sentada la conquista. Y segundo, cuando tuvo que ejecutar con maestría el penal
que cerraría el partido. En ese momento Mayer jamás miró al ‘1’ de los huaracinos;
sus movimientos jugaron un truco y nunca se supo dónde podría morir el balón.
Perdón, sí: picada al medio, a lo ‘Panenka’, y sello al 2-0 definitivo.
SIN AMENAZAS
Sport Áncash tuvo un grandioso 2007 frente a Universitario: lo derrotó tres veces y empató el encuentro restante. Por esto, y por lo que el equipo verde había mostrado hasta la fecha en el Rosas Pampa, se esperaba bastante de los dirigidos por José ‘Chepe’ Torres en su visita al Monumental.
Pero dio la impresión de que las amenazas se quedaron en la altura, pues las reservas que tomó el estratega colombiano fueron notorias en un dibujo que mostró de entrada un tímido 4-1-4-1. Particularmente, el sistema denotó que, aparte del marcador izquierdo Christian García en la volante se juntaban otros dos jugadores que habitualmente cubren el mismo carril: Carlos Sotelo y Sergio Ubillús. Reservas y errores que dieron libre paso al ataque de los merengues.
La
delantera, comandada por Germán Carty no contó con oportunidades de riesgo que
permitieran inquietar la valla defendida por Raúl Fernández. Nerviosos en el
fondo y aburridos en ofensiva, los ancashinos solo supieron golpear a sus
rivales y reventar el balón.
ESE TOQUE FINAL
Héctor Hurtado, Donny Neyra, Miguel Torres y hasta el volante de marca Antonio Gonzales disfrutaron de oportunidades para haber generado un marcador más abultado. El ‘Vagón’ fue todo potencia; físicamente se encuentra en un buen momento, pero a diferencia de otras fechas le faltó tino y precisión al momento de definir. Por su parte, Neyra, hoy socio en la misma línea de Candelo, si bien siempre buscó el arco estuvo lejos de su mejor rendimiento.
Universitario
se encontró ante un Áncash que, como está dicho, tuvo poco fútbol y también regaló
constantemente su última línea, pero nadie en tienda crema supo explotar esas
ventajas a plenitud.
Allí, pues, radica la importancia de Mayer Candelo. El colombiano dio la pausa necesaria y también puso la cuota de gol en un equipo que debe reforzar ese aspecto para no extender la dependencia del ‘10’ que arrastra durante las últimas temporadas. Al minuto 70 se produjo su cambio y se terminó el partido, entre aplausos y despedidas que dieron paso al ingreso de Julio Landauri.
Dos minutos más tarde llegaría la expulsión del defensor colombiano Javier Martínez por artera falta sobre Rivas y la ‘U’ dispondría de un hombre más y alrededor de 20 minutos para ampliar el marcador. Pero eso no sucedería. Sin el freno de Candelo, en la ‘U’ todo es únicamente vértigo, que se apaga de a pocos.
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