Huancayo: en contra del local
El encuentro entre Minero y Melgar llevó más gente al estadio Huancayo que el que los naranjas disputaron ante Boys en la primera jornada. Sin embargo, los jugadores huarochiranos se quejaron sobre el trato de la afición de la 'Incontrastable'.
Foto: skyscrapercity.com
Al finalizar el partido, un Carlos Laura claramente contrariado
declaraba a los medios que se sentía muy molesto por la actitud de la
hinchada huancaína. Las pocas personas que acudieron al encuentro
pifiaron al equipo naranja en más de una ocasión de forma innecesaria.
Y aunque algún sector de la prensa lo adjudica a la falta de gol del
Minero, al analizar la situación -sin necesidad de hacerlo profundamente- cualquiera se
da cuenta de que hay otros factores que influyen en la actitud de la afición de la 'Incontrastable'.
Para empezar, hay que saber que Huancayo es mayoritariamente hincha del tradicional Deportivo Junín. Y aunque hace algunos años adoptó al Deportivo Wanka esto no significa que tenga que hacer lo mismo con el Atlético Minero, que ni siquiera -como sí lo hicieron los verdolagas- se ha establecido oficialmente en la ciudad. Además, hay que considerar que el cuadro naranja fue el que le quitó al Sport Águila (del distrito huancaíno de Huancán) la posibilidad de subir a Primera División, y esto ha hecho que de alguna forma quede en deuda con el aficionado huancaíno, o al menos antidispuesto ante él.
Por último, cabe agregar que no solo en Huancayo están resentidos con el Minero. La población de Tarma se ha quedado bastante dolida con la directiva del equipo naranja ya que a pesar de haberse contactado con ellos para jugar ahí de locales hasta que culminen las obras de remodelación -ya en curso- del estadio Municipal de Matucana, al final debieron irse a Huancayo, puesto que el estadio Unión Tarma no reunía las condiciones mínimas para recibir partidos de Primera División. Esto, obviamente, no es entendido por los aficionados tarmeños, quienes atribuyen a la dirigencia de Minero haberles creado la ilusión y dejado finalmente "en el aire".
Con todas estas razones de por medio, Carlos Laura puede pasarse varias jornadas más pidiéndole al pueblo huancaíno que lo apoye.
