Yo no lo di, yo lo presté

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Eduardo Tirado | @EduardoTL Redactor |
Uno de los últimos movimientos del mercado ha sido el pase de Horacio Benincasa a Real Garcilaso en calidad de préstamo, lo que ha vuelto a traer al tapete el debate sobre cuál es la verdadera intención de los clubes al tomar la decisión de transferir a un jugador bajo esta modalidad. Si bien puede haber múltiples razones para hacerlo, esencialmente, un préstamo tiende a cumplir una triple finalidad que involucra a tres agentes:
En primer lugar, para el club que presta, es una forma de cumplir sus obligaciones contractuales con los jugadores que no formarán parte del plantel durante la temporada, sin tener que rescindir la relación laboral que tienen con ellos, ya sea pensando a futuro en una posible reincorporación o no. En segundo lugar, para el jugador, es la posibilidad de seguir practicando fútbol a nivel profesional y mantenerse en actividad, la tan importante vigencia y el “tener más minutos”, en una institución que lo tomará en cuenta como parte de su plantel en las competencias deportivas, lo que le permitirá mantenerse en óptimas condiciones físicas y no perder continuidad. Por último, para el club que recibe el préstamo, es una forma de mejorar su plantilla de jugadores sin necesidad de gastar mucho dinero por el pago de una transferencia, lo que le ayuda a potenciarse para enfrentar todas las competiciones en la que tenga que participar.
En el caso del exdefensor de Universitario, parece ser la situación que surge cuando un club que está vinculado a un jugador profesional por un contrato de trabajo en vigencia ya no necesita contar con los servicios de este durante un tiempo determinado, por lo que decide prestarlo a otro club. Generalmente, en estos casos, el club no desea rescindir del contrato por anticipado, porque podría traerle consecuencias económicas negativas que deriven de ello, motivo por el cual traspasa al nuevo equipo los derechos y obligaciones laborales del contrato durante el tiempo que dure el préstamo. De hecho, Nicolás Córdova, técnico de la ‘U’, no había tenido en cuenta al zaguero en las primeras fechas y, tras no ser de su predilección, es lo más probable que haya aprobado su salida bajo esta designación. La misma situación para Daniel Chávez y su paso a la Academia Cantolao.
Más allá del ejemplo antes mencionado, habría que preguntarse si el cuadro crema ha prestado a algunos otros valores más jóvenes para que vayan ganando roce en el campeonato local. Sin lugar a la sorpresa, a respuesta es negativa, y es que hay que tener en cuenta que los de Ate tampoco han sumado mucho en la bolsa de minutos en estas primeras jornadas, a diferencia de otros años, donde solían estar entre los líderes respecto a este ranking. Lo que sí sorprende es que jugadores como Paulo de la Cruz, Kleiber Palomino, Diego Nación, entre otros, no aparezcan ni en lista y solamente alternen en reserva, cuando podrían ser opciones para mostrarse, alternar, y sumar en la bolsa. Por otro lado, podrían ser cedidos a otros equipos en una política de foguearlos para que vuelvan al club con mayor roce. Sin embargo, hasta el momento, no se ha visto ni uno ni lo otro.
Un club que viene trabajando bien en este sentido es Sporting Cristal. En la segunda fecha, cuando enfrentó a Alianza Lima, Gianfranco Chávez destacó gratamente en la zaga central y sorprendió a más de uno. Lo que algunos no sabían es que el defensor celeste había sido prestado la temporada anterior a Sport Coopsol, donde alternó a veces como central y como lateral derecho. Con minutos en su haber, regresó al cuadro rimense y demostró haber madurado futbolísticamente. Otro a quien también se le pudo ver en aquel duelo fue a Jesús Pretell, mediocampista que la temporada pasada militó en la Universidad San Martín y que solía tener una importante regularidad. En ambas situaciones, Cristal ya está comenzando a sacar réditos de los préstamos que hizo.
Entre otros casos, Renzo Garcés se encuentra prestado en la Universidad César Vallejo junto con Frank Ysique y Alexis Rojas, mientras que Kevin Sandoval, Luis Carranza y Jesús Mendieta buscan tener espacio en Ayacucho FC, además que Rolando Arrasco busca ser titular en Molinos El Pirata. Por todo lo anteriormente mencionado, se puede ver una clara decisión del club celeste de apostar por el desarrollo de sus jugadores, pese a que se encuentren lejos del Rímac.
El club santo es uno de los que más suele tener entre sus filas a juveniles y, esta temporada, no ha sido la excepción. Jugadores como Renato Espinoza y Brandon Palacios -hijo del ‘Chorrillano’- también han sido cedidos por Cristal para que ganen experiencia junto a los albos, quienes suelen tener un plantel muy dinámico y con muchos jóvenes. En esta tercera fecha, frente a Universitario, han demostrado que están como para pelear la titularidad y que pueden ser de gran aporte, por lo que habría que observar con atención su proceso de maduración y cuánto provecho sacarán los celestes de aquella evolución. Esto, de hecho, podría resultar en futuras ventas y beneficios para el club.
Alianza Lima también ha hecho lo suyo cediendo a Franco Medina a la UCV, así como a Fabio Rojas a UTC. Por otro lado, también está el sonado pase de Oslimg Mora a la San Martín, luego de tener un regular torneo Sub 20. Sin embargo, aún se encuentra lejos de las proyecciones que presenta Cristal en cuanto a jugadores colocados en diferentes clubes y las prestaciones que esto le puede dar a futuro.
Tras todo lo revisado, se puede afirmar que solo hay un club de los dieciocho que militan en la Liga 1 que, al mismo estilo de algunos clubes europeos top, tiene una política de fomento del crecimiento de sus jugadores a través de la modalidad de préstamo, y ese es Cristal. En cuanto a Alianza, son pocos los que ha cedido, pero es un comienzo, por lo menos, significativo. En ambas ocasiones, claro está, esto se da con miras hacia lo que el futuro de aquellos jugadores prestados pueda generarles después a las escuadras, ya sea como aporte monetario al club o como una suma importante en el plantel. Proyección, entonces, al menos hay. Todo lo contrario sucede en Ate, donde Universitario solo ha tomado esta opción para prestar a dos jugadores que ya se encuentran en plena madurez futbolística y que es poco probable que crezcan más, no previendo ningún tipo de plan a futuro ni sacando el provecho que podría a esta forma de transferencia que, como se ha demostrado en diferentes casos, podría traerle beneficios a un club que debería echar una mirada más profunda a sus divisiones menores para pensar en el mañana y no vivir simplemente de lo que le brinda el presente.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Prensa Cantolao, Prensa Ayacucho FC
