Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comBinacional finalmente lo logró y se consagró campeón del Apertura, pero aún tiene una serie de duros retos por delante si quiere aspirar a ser un club sostenible y no morir en el intento.

Mariano Elías | @marianoeliasfut
Redactor

Lo que a inicios de año ni los más soñadores habrían podido imaginar finalmente se cumplió: Deportivo Binacional ganó el Torneo Apertura. De la mano de un técnico que jamás había conseguido un título en Primera como Javier Arce, con figuras inesperadas como un Donald Millán abandonado por Real Garcilaso o un sorprendente Andy Polar que explotó a inicios de esta temporada, el ‘Poderoso del Sur’ consiguió, hasta la fecha en la que se consagró, una efectividad del 75% de puntos obtenidos, cifra bastante inusual para el fútbol peruano.

Lo cierto es que, pese a esta notable campaña, Binacional no parece ser hoy una institución que se pueda sostener en el tiempo. Pruebas hay algunas: en primer lugar, su Reserva marcha última en el torneo de la categoría con apenas 12 puntos en 16 jornadas. Por otro lado, el equipo es el único de toda la Liga 1 que es vestido por una marca de alcance solo regional (Shumawa) y su principal auspiciador es New Athletic, cuyo logo se ubica en la parte inferior de la camiseta. Pese a toda la exposición del club en estos meses, ello también habla de que no es una institución atractiva comercialmente, por lo menos por ahora.

Y como si fuera poco y su primer equipo pareciera un oasis dentro de la evidente precariedad institucional o en todo caso dentro de un desarrollo por ahora incipiente del club, en el nivel del plantel profesional también parece afrontará problemas para sostener económicamente a sus figuras: Donald Millán, por ejemplo, ya se despidió del equipo y parece que pronto anclará en un cuadro de mayor presupuesto.

¿Podrá Binacional mantener la regularidad? (Foto: Prensa Binacional) 

Ante esta situación, está claro que los retos de Binacional tienen que apuntar a la conversión en una institución sólida. Tiene ciertos elementos a los que les puede sacar provecho: el hecho de jugar en Juliaca significa una ventaja futbolística envidiable si es bien aprovechada y, el de ser uno de los clubes más taquilleros también le puede significar un presupuesto interesante por ello. Asegurar el Apertura le permitirá disputar las finales y, por lo tanto, tener la enorme chance de obtener una importante cantidad de ingresos si clasifica a la Libertadores 2020.

Así, Binacional eberá gestionarse de forma eficiente si no quiere ser flor de un día o un one season wonder. ¿Esto qué implica? Buscar algún auspiciador, intentar generar una identidad local arraigada hacia el equipo, gestionar eficientemente el dinero que reciba por la buena campaña futbolística actual para mantenerse en Primera varios años.

Para poder aterrizarlo en ejemplos, quizá el cuadro de Desaguadero deba hacer todo lo contrario de lo que ocurrió con Estudiantes de Medicina, que luego de finalizar segundo en el Clausura 2001 se vino abajo y terminó forzando una fallida fusión -el fenecido Grau/Estudiantes-. Quizá el reto no tenga que ser tan ambicioso como la meta de conseguir títulos siempre, pero sí poder consolidarse como un cuadro provinciano de relativo éxito y que se pueda mantener en Primera por un tiempo, como ya ocurre -por ejemplo- con Real Garcilaso o Sport Huancayo. Para ello tiene que haber una administración mentalizada y que no se dedique a vivir de este éxito pasajero. Binacional no ganará todos los torneos, pero tampoco tiene por qué desaparecer al poco tiempo.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Prensa Binacional


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