No es la obsesión de todos
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Daniel Orrego | @dorrego1411 Redactor |
El sueño de muchos se hizo realidad en 2018. La final de la Copa Libertadores se vestirá de Superclásico para beneplácito de muchos y temor de algunos también, por la violencia que podría surgir alrededor de este duelo. River Plate y Boca Juniors se enfrentan por primera vez en una definición del mayor torneo de clubes de esta parte del mundo y toda la atención está puesta en lo que pueda pasar en Argentina
Lo que ha pasado en Sudamérica es similar a si Barcelona y Real Madrid, con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, se hubieran enfrentado en la final de la Champions League. El morbo alrededor de ese duelo, que nunca se llegó a dar en aquella instancia, fue algo esperado por varios años. Sin embargo, a pesar de la expectativa por este encuentro, es probable que en el Perú, en general, esta no sea tan elevada como parece.
El máximo torneo sudamericano ha perdido seguidores en comparación con el que se juega en el Viejo Continente. La globalización y la facilidad para seguir partidos alrededor del mundo ha hecho que la Premier League o la Serie A sean más cercanas que la Superliga Argentina. El hecho de que millonarios y xeneizes choquen entre ellos aumenta la curiosidad, pero no en el mismo nivel.
Quizá una generación distinta encontró en el fútbol argentino una primera ventana al fútbol internacional. Publicaciones como El Gráfico, que llegaban al Perú con tanta o mayor regularidad que las publicaciones impresas locales, hacían sentir como propio un torneo que también era retransmitido por algunos canales de señal abierta. Unos años después, la presencia de Nolberto Solano con camiseta azul y oro, hizo que el grito de gol de Marcelo Araujo fuera un canto esperado.
Ahora eso quedó atrás. Fox Sports es una de las tantas opciones que se tienen para mirar lo que pasa en otras partes del planeta. En ese sentido, Argentina ya no es el lugar donde la mayoría posa sus ojos pues España e Inglaterra, principalmente, son el primer objetivo del zapping de fin de semana. Y ni qué decir de la temporada de Champions, una suerte de espectáculo casi feligrés en la actualidad.
Boca recibe a River en un día inusual para la final de este torneo. 'La Bombonera' será testigo de un partido que se juega dentro y fuera de la cancha. Si esto sirve para aumentar la audiencia de un certamen tan atractivo a nivel regional, bienvenido sea. Lamentablemente, lo más probable es que será cuestión de 180 minutos para luego retornar la mirada al otro lado del charco.
Foto: AFP
