Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comTras 15 años, Carlos Lobatón dejó de pertenecer a Sporting Cristal. Asimismo, Édinson Chávez tampoco seguirá en el Rímac. ¿Cómo se puede entender esta etapa de transición en el equipo celeste?

    Jorge Frisancho | @wolfs_venom15
    Redactor

Tras perder la clasificación directa a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020 al ser superado por Alianza Lima con un marcador global 2-1 en las semifinales, Sporting Cristal ha vivido días muy tensos y con bastante incertidumbre respecto de su futuro inmediato que es la temporada del próximo año.

Por lo pronto, en estas últimas horas, se han confirmado las salidas de Carlos Lobatón y de Édinson Chávez, dos de los últimos tres sobrevivientes de los cuatro títulos ganados en la última década. Con Jorge Cazulo como el único y final representante de esa dinastía para 2020, se presume que dicha temporada será la que marque un antes y un después para el elenco rimense; es decir, se avecina un recambio generacional que se ve sustentado en el buen rendimiento de su equipo de reservas, campeón en los años 2016, 2018 y 2019. Sin embargo, como bien reza un refrán en el fútbol, los jóvenes ganan partidos y los experimentados ganan campeonatos. La transición debería ser gradual y estar acompañada de futbolistas experimentados que configuren el soporte en los momentos más críticos de la escuadra celeste.

Respecto de Carlos Lobatón, tras el título del Torneo Apertura 2005, Cienciano decidió cederlo a préstamo a Sporting Cristal para el torneo Clausura de dicho año. Lo que sería una travesía inicial de seis meses se convirtió en una etapa de 15 años ininterrumpidos del popular ‘Loba’ en tienda rimense, lo cual lo convirtió en uno de los principales referentes del elenco celeste con el que logró cinco títulos nacionales (2005, 2012, 2014, 2016 y 2018). Carlos Lobatón siempre se ha destacado por su buen pie y por ser un jugador que se puede adaptar sin problemas en cualquier zona de la volante, lo que también le valió para ser parte de los procesos eliminatorios de Sudáfrica 2010 -aunque fue desafectado luego por José del Solar-, Brasil 2014 y el inicio de las Eliminatorias para Rusia 2018, así como las ediciones 2011 y 2015 de la Copa América en las que el Perú ocupó el tercer lugar.

Cuando Cristal celebraba el título de 2005, ya estaba la '27' de Lobatón en la foto. Se hará extrañar en el Rímac. (Foto: revista El Gráfico Perú) 

De hecho, en los cuatro títulos de la última década, ‘Loba’ fue el capitán y uno de los principales soportes del equipo junto con, precisamente, Jorge Cazulo y, en menor medida, Horacio Calcaterra que llegó en 2013. Si bien es cierto que Lobatón era uno de los principales referentes del equipo, su nivel de participación decayó en 2019 y perdió el titularato con el transcurrir del tiempo. Además, Cristal ya había pactado con el jugador la expiración de su contrato para fines de 2018 y se lo extendió de modo deferente por un año más. En otras palabras, ha sido el propio Lobatón el que ha alargado más de lo previsto su estancia en La Florida, lo cual ya no podría darse más por la situación actual del club.

En el caso de Édinson Chávez, a medida que han pasado los años, su rendimiento ha venido a menos, principalmente desde 2016 en adelante. En el presente año, tuvo actuaciones muy decepcionantes -sobre todo ante Zulia FC en el cotejo de vuelta de la Copa Sudamericana jugado en Matute-, lo que provocó que perdiera el puesto de titular por la banda derecha y, posteriormente, un lugar si quiera en la banca de suplentes. Por ello, la salida de Chávez no ha sido tan sorpresiva como la de Lobatón, pues ya ni siquiera era considerado dentro de la lista de convocados para los últimos partidos. Sin embargo, esto no quita que el exlateral derecho de Cristal sea recordado por anotar el gol del título nacional de 2014 en aquella definición ante Juan Aurich.

Con la salida de ambos jugadores, está dicho, Cazulo es el único sobreviviente de aquella nueva generación de futbolistas que fueron partícipes de la segunda mejor década de la historia de Sporting Cristal. El popular ‘Piqui’ tiene contrato hasta fines del próximo año, el cual se entiende marcaría también su retiro del fútbol al cumplir 38 años. De esta manera, se puede afirmar que 2020 es el año en el que se inicia el siempre necesario recambio generacional, en el cual los jugadores que han sido empleados en la reserva en los últimos años representarán la materia prima para poder conformar la base del elenco rimense para el futuro más próximo. De más está decir que Gianfranco Chávez, Martín Távara, Fernando Pacheco, Kevin Sandoval, Jesús Pretell, Christopher Olivares y Renato Solís son algunos exintegrantes de la reserva celeste que ya han contado con minutos en el primer equipo en 2019 y han dejado una grata impresión en mayor o menor medida.

Cazulo, el único sobreviviente de la generación cuatro veces campeona en el Rímac de cara a 2020. Acá en postal de la final de 2012, aún sin bigote ni barba. (Foto: archivo DeChalaca.com) 

En un año en el que hubo un cambio abrupto de dueños, el cual ha generado cierto grado de incertidumbre en los seguidores de Sporting Cristal debido a las bajas ya mencionadas y a la pocas -o nulas- noticias respecto de contrataciones para 2020, la situación del conjunto celeste es una verdadera incógnita. Entre rumores de un recorte presupuestal considerable en todo el club, que tendría repercusiones directas en el primer equipo, los jugadores surgidos de sus canteras deberían ser la principal materia prima para poder competir en una durísima segunda fase de Copa Libertadores. Sin embargo, se cree que es el momento para ejecutar una inversión a largo plazo que podía darle grandes réditos hacia finales de año: la única forma de poder llegar a la fase de grupos de la Copa Libertadores y de poder campeonar en el torneo local es conformar un equipo en el que se combine experiencia y juventud.

Por ello, los nuevos dueños del elenco celeste deberían priorizar la contratación de jugadores en posiciones puntuales -principalmente, el lateral derecho y los extremos por derecha e izquierda- y la renovación de los nombres más importantes dentro del equipo titular, de tal manera que, al lograr los objetivos, la inversión sea recuperada con creces. Está en la cancha de la nueva dirigencia tomar las mejores decisiones y no frenar el rendimiento sostenido -y ganador- del elenco rimense en la última década.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: revista El Gráfico Perú; archivo DeChalaca.com


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