Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLa salida de Nicolás Córdova reflejó una recurrente insostenibilidad de procesos en Universitario, que hoy solo se podrá solucionar empezando por una planificación y gestión deportiva mucho más eficiente.

Mariano Elías | @marianoeliasfut
Redactor

Este lunes, Nicolás Córdova fue cesado del cargo de director técnico de Universitario de Deportes. El detonante fue la derrota 2-0 ante Ayacucho este fin de semana, pero era una decisión que parecía estaba ya al caer, sobre todo después de las duras derrotas ante César Vallejo y Municipal en el Monumental. Así, sumando ya seis partidos sin ganar, quedaron esfumadas todas las ilusiones merengues que aparecieron tras ganar el clásico y golear a Boys, y el estratega chileno pasó a ser el blanco de todas las críticas de los hinchas y a estar en el ojo de la tormenta mediático.

Córdova continuó reflejando una tendencia bastante marcada en los últimos técnicos de Universitario: logró salvar al equipo del descenso e hizo un buen Clausura la temporada pasada. Así también ocurrió con Pedro Troglio en su momento, cuando levantó a un equipo que estaba en el fondo y terminó clasificando a la Libertadores. Igual con Roberto Chale, quien en 2015 le cambió el camerín a un plantel que no paró hasta llevarse el Apertura del año entrante. Al final, el destino de todos estos entrenadores fue similar: sus equipos alcanzaron un rendimiento tope que no pudieron sostener y luego se cayeron.

El problema llega cuando se piensa que contratando a un nuevo técnico o contratando a un delantero, el club puede tener éxito. Es evidente que los problemas de Universitario van mucho más allá y que están de la mano con los problemas administrativos. Esa inestabilidad institucional, esa sensación de no saber quién tomará las decisiones, es parte de lo que ha llevado a que el club no se gestione deportivamente de manera adecuada, y que la planificación sea absolutamente deficiente.

Pajuelo tiene un reto importante con los cremas. (Foto: Prensa Universitario) 

Para hablar estrictamente de fútbol, podríamos decir que es evidente que en tienda merengue falta, desde hace años, un futbolista organizador, pensante, que entienda el juego y que sepa manejar los tiempos de los partidos. Quizás el último que cumplió esa función fue Christofer Gonzales o Rafael Guarderas, cuando ambos eran gratas apariciones por allá en 2013 y 2014. Desde entonces nunca se contrató a un volante con esas características. Desde entonces, la volante crema estuvo conformada por nombres como Antonio Gonzales, Ángel Romero, Emmanuel Páucar, Arquímedes Figuera o Armando Alfageme, todos ellos volantes más de marca o todoterrenos, pero no frecuentados a dar pases largos o a darle pausa al juego. Si se quiere, se podría decir que esos jugadores que en Alianza Lima a veces parece que sobran, en Universitario hace rato que faltan.

Caso contrario, el esfuerzo económico se realizó normalmente para contratar futbolistas en zonas en donde no los necesita, o en todo caso en donde no es prioridad absoluta: Luis Tejada y Germán Denis no son jugadores baratos, y mucho menos Alberto Rodríguez para la zaga central. En este periodo, en Universitario se dedicaron a armar equipos con jugadores interesantes, pero pudieron conformar planteles equilibrados. A esto hay que sumarle que los técnicos tampoco fueron capaces de reducir las limitaciones del equipo, sino que, por el contrario, las hicieron más evidentes. Con Troglio se jugaba a mil por hora en todas las canchas, con Córdova había que ver qué hacían los de arriba.

Es momento de que en la U se pongan a planificar seriamente, y el primer paso para ello es contratar a un entrenador de un determinado perfil: en primer lugar, tiene que reconocer fácilmente que tipo de jugador necesita. Segundo, debería ser alguien serio y profesional, que pueda trabajar con los escasos recursos del club y que sea perfectamente consciente de la realidad financiera y dirigencial de la institución. Por último, tendría que ser alguien capaz de sacarle el máximo provecho a cada uno de los futbolistas del plantel que tiene. El estilo de juego dependerá de lo que se busque en las oficinas del cuadro merengue, pero, así como va la cosa hace unos años, antes de eso hay varios pasos por dar.  

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Prensa Universitario


Comentarios ( 1)add
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escrito por DANIEL , May 29, 2019
EN LOS AÑOS 2018 Y 2019 LA "U" TUVO EL PEOR ENTRENADOR, LA PEOR DIRIGENCIA, Y EL PEOR EQUIPO DE SU HISTORIA.
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