Manolo Núñez | @Manolonf
Columnista Editorial

El clásico español es el partido más llamativo a nivel de clubes en el mundo. Lo era antes de que el marketing encumbrara el enfrentamiento entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, y lo seguirá siendo cuando el argentino abandone el Camp Nou. Sin dudas, la presencia de ambos -y las grandes estrellas que tuvieron durante estos últimos 10 años- consolidó al partido como el más esperado por los aficionados de fútbol en el planeta.

Pero el derbi que se avecina toma a ambos en sus horas más bajas -o mortales quizás- de los últimos años. A la salida de Cristiano, el tricampeón de Europa le ha sumado la floja imagen de haber perdido la fuerza que lo llevó a ganar la 'Orejona', en parte por las salidas del portugués y del técnico tricampeón, Zinedine Zidane.

Hasta ahora, al equipo madrileño le está costando vivir sin el astro luso y de paso adaptarse al estilo que propone Julen Lopetegui. Sin dudas, las críticas también pasan por el presidente Florentino Pérez, que decidió no fichar a un delantero que pudiera amortizar los goles de Cristiano, algo que ha estado faltando en los últimos partidos de los blancos.

 

Los malos resultados han incluso puesto en duda la presencia del DT español en el clásico, aunque se antoja casi imposible pensar en una salida ante el partido más importante que tendrá el cuadro merengue en lo que va de la temporada. Eso sí, un mal resultado ante el Barcelona podría indudablemente decantar una situación de ese tipo, como ocurrió con Rafael Benítez en 2015.

Por su parte, pareciera que las cosas van mejor en el cuadro catalán, sin llegar tampoco a ser perfectas. Si bien se ha impuesto sin problemas en su grupo de Champions y es líder de la Liga, también ha sumado resultados inesperados en el torneo local y -sobre todo- la dependencia de Lionel Messi es cada vez más aguda.

Lo último significará un gran reto para Ernesto Valverde, quien perdió al argentino para las próximas tres semanas por una lesión en el codo. Deberá reemplazarlo con alguien que a fuerza no combinará la capacidad organizativa y de finalización que tiene 'Lio'.

 

Ante ese panorama, y pese a la ausencia de Messi, el Barcelona se presenta como favorito para el encuentro. Si se analiza el plantel -y el inexplicable bajón de nivel que han tenido jugadores merengues como Casemiro, Luka Modric, Toni Kroos o Marcos Asensio- se suma que el plantel blaugrana pareciera ser a priori más balanceado. Pero, como se sabe, poco importa cómo llega cada uno cuando el que se tiene al frente es el máximo rival.

Fotos: EFE, AFP


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