Decisión enredada
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Adrián Cabrejo | @adriancabp Director periodístico |
La supuesta renuncia de Jean-Pierre Rhyner a la selección peruana causó revuelo mediático en los últimos días. Decimos supuesta porque la publicación en sus redes sociales fue borrada casi de inmediato, y porque quienes alguna vez tuvieron cierto contacto con el jugador saben que es un familiar el que maneja estas cuentas. Pero muy al margen de eso, el tema generó impacto por varios motivos.
Rhyner es un jugador que mostró su predisposición para jugar por Perú en más de una oportunidad. Incluso le contó a DeChalaca en una entrevista en el 2014 que optó por Perú porque aquí tenía menos competencia que en Suiza. Tiene que ver también con que su presencia en un club europeo nos lleva a pensar que tiene un nivel superior al de muchos de nuestros jugadores. Sus reiteradas muestras de afecto y su presente como titular en el Grasshopper desembocaron en un enamoramiento por parte de muchos aficionados que lo pedían a ojos cerrados. Rhyner se convirtió en una especie de Cristian Benavente en el sentido de que contaba un amplio respaldo, sobre todo –irónicamente- en las redes sociales.
Por eso conviene analizar fríamente las cosas. Aquí se cometieron muchos errores desde el principio. Jean-Pierre Rhyner fue el primero que se equivocó cuando salió a declarar a diestra y siniestra sobre un supuesto llamado a la selección cuando este todavía no era oficial. ¿No era mejor ser prudente hasta que ese llamado llegara de verdad? Al hacerlo se expuso a lo que finalmente sucedió: que la convocatoria no se concretó por un tema de papeles, papeles que él debía tramitar ante FIFA.
Luego llegó lo del mensaje publicado que, así no lo haya escrito él, prácticamente le cierra las puertas de la Videna a futuro. Porque hay que ser claros: las posibilidades que tiene Rhyner de ser convocado por la selección absoluta de Suiza son más que remotas, al menos en el mediano plazo. La realidad indica que hoy es el zaguero central por izquierda de un equipo que es grande por historia, pero que en los últimos años se acostumbró a pelear en la parte baja de la tabla.
Es cierto que formar parte de la Sub-21 hace que se encuentre en constante monitoreo por parte de los encargados de la Asociación Suiza de Fútbol, pero una cosa es jugar a ese nivel y otra cosa totalmente distinta es ser llamado al seleccionado absoluto, con mayor razón si formas parte de un club que tiene un nivel bastante pobre. La muestra más clara es que los clubes suizos no son potentes a nivel internacional, y que la presencia de jugadores del torneo local es cada vez más reducida en la selección. En Rusia 2018 solo Michael Lang del Basel dijo presente en la nómina mundialista.
Jean-Pierre Rhyner está en todo su derecho de optar por la selección que guste, pero tampoco da para hacer un drama nacional si decide no hacerlo por Perú. Es verdad que no estamos para regalar nada, pero la realidad también indica que en la selección hoy tiene por encima a por los menos dos jugadores con mayor rodaje y que compiten en ligas con mejor nivel. La referencia es para Anderson Santamaría y Luis Abram, por no considerar a Alberto Rodríguez y Alexander Callens que también formaron parte del proceso anterior (porque sí, Callens no jugó pero sí estuvo convocado en la fecha doble contra Venezuela en Lima y Uruguay en Montevideo). Como lateral por izquierda podría tener alguna chance, pero esta es una posición en la que no juega habitualmente en su club.
Solo el futuro dirá si Rhyner juega alguna vez por Perú. De momento sigue siendo elegible por nuestra selección, y lo será hasta que dispute al menos dos partidos oficiales con Suiza, aunque lo concreto es que en esta oportunidad él puso de su parte para que esto no llegue a buen puerto.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
