Alonso Cantuarias | @alonso_cantu
    Columnista editorial

En las últimas horas, Sport Boys hizo noticia por la renuncia intempestiva de su entrenador Manuel Fernández. Lejos de originarse por malos resultados, de hecho, con el técnico argentino, los rosados mostraron una mejoría en su juego y sumaron 12 puntos de 30 posibles producto de tres victorias, tres empates y cuatro derrotas, su salida se produjo por la delicada situación que rodea a la interna del equipo del puerto.

Sin detalles oficiales del club acerca de la renuncia de Fernández, las versiones que circulan desde portales y grupos afines al cuadro chalaco van desde la falta de pago al plantel hasta la injerencia de algunos directivos en el armado del equipo. Cabe mencionar que este último punto no es reciente. Cuando se dio la salida de Wilmar Valencia a inicios de setiembre también se señaló que hubo jugadores del plantel que salieron sin que el técnico lo pidiera, por el contrario, fueron sorpresas que causaron malestar.

Por su parte, Sport Rosario también hizo noticia en los últimos días a raíz de que Sporting Cristal anunciara mediante un comunicado oficial que los dos juveniles que estaban a préstamos en el cuadro huaracino, Brian Bernaola y Rolando Arrasco, retornaban a Lima al no estar al día en sus pagos (les debían tres meses de sueldo). Aquí, cabe mencionar que los problemas económicos que rodean al cuadro de Huaraz van más allá de la responsabilidad de la Comisión de Licencias y sus controles periódicos, dado que hay aspectos legales en los contratos entre club y jugadores que deben revisarse a mayor detalle (estructura del sueldo final que percibe un jugador, por ejemplo) y darse a conocer públicamente para evitar repetir estas situaciones (recordemos los dobles contratos hace algunos años).

 

Como puede apreciarse, tanto Boys como Rosario viven un contexto difícil en lo administrativo y también deportivo. Ello se refleja en su ubicación en la tabla, al ocupar el antepenúltimo y penúltimo lugar respectivamente en el acumulado, separados por apenas dos puntos.  Sus rivales directos, vienen alejándose cada vez más. Ayacucho y Universitario, solo por mencionar dos ejemplos de equipos que venían más atrás en la tabla hasta hace cuatro o cinco fechas, les han sacado entre seis y ocho puntos de ventaja. Asimismo, Cantolao y Unión Comercio, también han sabido mostrarse más regulares y han logrado sumar entre dos y cinco puntos más.  

 El común denominador de los equipos que compiten por salvarse junto con Boys y Sport Rosario es que se han mantenido estables en mayor /menor medida en lo administrativo. Y esto es un detalle no menor. En una fase del torneo donde la presión juega un papel fundamental en los jugadores, el clima del club es un factor que contribuye a la mejora del plantel. Basta con ver a Universitario, que a raíz del apoyo de su hincha ha sabido sobreponerse a sus limitaciones en el juego para salir adelante. Ayacucho, otro buen ejemplo, ha sabido levantar su juego gracias a la tranquilidad y experiencia que les otorgó Mario Viera.

De cada a las últimas cuatro fechas, el panorama no es alentador para chalacos y huaracinos. Y más allá del fixture, queda puesto en evidencia que los problemas extradeportivos terminan repercutiendo de forma negativa en la performance y rendimiento de los equipos.

Foto: Antony Cúper / Visión Deportiva Huaraz


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